los casi dos mil millones de pesos que este fondo federal asignó a escuelas públicas del estado; la SEV prohibió a todos sus supervisores, inspectores y directores escolares contratar a constructoras que no sean las que la dependencia estatal les “recomiende”.

La instrucción fue clara, dijo un funcionario escolar de la sierra de Zongolica: “No podemos contratar a ninguna constructora, porque en la SEV se molestan”; los casos cada vez son más. Por ejemplo en esta zona serrana, los directores de escuelas revelan el mecanismo con el cual la SEV trabaja.

Primero, explican, nos informan que nuestra escuela fue integrada en ese programa, nos dicen que tenemos derecho a determinada cantidad de dinero, en algunos casos llegan hasta los 600 mil pesos por escuela, y nos informan qué trámites debemos seguir.

Después, cuando ya tenemos listo todo el protocolo, que incluye estudios fotográficos de las condiciones en las que se encuentran la escuela, nos informan del monto que vamos a ejercer, pero una vez integrado todo el expediente, nos obligan a que contratemos a empresas que la misma SEV nos impone.

El problema no es que nos impongan, sino que la mayorí­a de las empresas son de otros estados de la república, “hay de San Luis Potosí­; de Tamaulipas, de Puebla, obvio de Veracruz, pero la mayorí­a son ajenas a la entidad”.

Eso es lo que siembra la duda, “si muchas veces tenemos temor que empresas locales se lleven el dinero y ya no regresen, cuanto y más con empresas que solamente los funcionarios de la SEV conocen”.

Hay casos, relata, “de compañeros que se opusieron a contratar a las empresas que nos recomienda la SEV. Cuando eso sucede, en menos de una semana, se cancela el proyecto, se nos dice que va a tardar un poco más porque hacen falta documentos, pero lo cierto es que ese dinero lo asignan a otra escuela. Esa es la realidad”.

El esquema con el que se trabaja en la SEV, ya despertó dudas entre los mismos directores, “aunque sí­ entendemos porque la obligación de contratar a las empresas que nos recomiendan, seguramente los contratistas deberán de pagar el diez por ciento de moche para la asignación de las obras”.

“Si sacas cuentas, es un dineral. A Veracruz le asignaron poco más de dos mil millones de pesos para este programa, entonces estamos hablando de más de doscientos millones de pesos que se van a quedar en las bolsas de funcionarios del gobierno del estado. Esa es la verdad”.

El problema es grave, “con qué garantí­a podemos contratar a una empresa que no conocemos, pero si desacatamos la orden, de inmediato empiezan los telefonazos, por qué no contrataste con esa empresa; es una orden de arriba; haz de querer que te quiten el dinero. Cosas así­ son las que escuchamos cuando nos llaman de Xalapa”.

Este conflicto no es exclusivo de la zona de la sierra de Zongolica. Lo mismo sucede en la sierra del pico de Orizaba que en la región urbana, “el mecanismo es igual para todos. Los directores deben acatar la orden”.

En algunos casos, sí­ han obedecido, pero otros se han opuesto.

Por ejemplo en el municipio de Ixtaczoquitlán y Nogales, los directores de las escuelas, rechazaron someterse a la instrucción, le dijeron no a la orden y contrataron con la empresa que les dio mejor precio, les garantizaba un trabajo en orden, “pero que además fuera de la zona, que comprobara que en efecto tienen un domicilio en la región y que su familia es de aquí­, si hacen mal los trabajos, ya sabemos en dónde reclamarles y no los tenemos que andar buscando”.

Pero la SEV no ha cedido tan fácil para que los directores contraten a las empresas que ellos quieran, “ha habido casos de represión en contra de directores que están desacatando la instrucción. Incluso algunos maestros han recibido la amenaza de que van a ser removidos de sus cargos como directores, supervisores o inspectores escolares, porque no se plegaron a las órdenes de la misma secretarí­a”.

En la zona de la sierra del Pico de Orizaba, Zongolica así­ como en el área urbana, hay escuelas en paupérrimas condiciones, “letrinas que hace las veces de baños; jacales- de madera ”“ que hacen las veces de aulas. Salones con piso de tierra, tablas que son acomodadas como mesa- bancos. Esa es la realidad que tenemos en las escuelas del centro del estado. Eso no lo ve la SEV, a ellos les interesa el moche y lo demás que se espere.

De acuerdo al portal informativo del INIFED- Instituto de Infraestructura Educativa- este programa consta de tres etapas para su realización:

1. DIAGNÓSTICO

Se circunscribe a la realización del levantamiento y recopilación en sitio de la información técnica necesaria para determinar el estado fí­sico de cada uno de los planteles educativos.

El levantamiento se plasma en un documento que proporciona el Instituto a los Organismos Estatales denominado Cédula de Información Técnica (CIT). Con base en los resultados que arrojen las mencionadas cédulas, el Instituto determinará los planteles educativos susceptibles de la acción de mejora.

2. REALIZACIÓN DE LA ACCIÓN

Es la materialización de la aplicación del monto de un subsidio, con base en los resultados del diagnóstico para la atención de uno o más los siete componentes que contempla el Programa Escuelas Dignas.

3. CERTIFICACIÓN

Es la etapa en la que se verifica el cumplimiento de los componentes con base en los requisitos de calidad establecidos por el Instituto.

En el diario oficial de la federación con fecha 26 de Junio del 2013, se publicaron los lineamientos generales para la operación, aplicación de recursos, rendición de cuentas y transparencia del Programa Escuelas Dignas 2013 y en el inciso “c” del apartado 10, que señala las responsabilidades, deja en claro la contratación de las constructoras:

Designar a la empresa que llevará a cabo el proyecto con base a la normatividad estatal aplicable con criterios de transparencia e imparcialidad “pero en Veracruz eso no sucede.”