diluyó completamente.

Hoy, tan frí­o es el trato, que el ex gobernador no descarta en pactar con otros grupos polí­ticos, que hacerlo con quien consideró su hijo putativo, principalmente cuando desde el palacio de gobierno, el que la “fidelidad” heredara al “duartismo”, maquinan una alianza para salvarse, aunque se hunda al que muchos le llamaron “maestro”.

La gira de trabajo, que hace una semana hiciera el presidente Peña Nieto en Coatepec, dejó muy en claro que Javier Duarte, aunque su aparato de prensa diga lo contrario, no está en el ánimo del grupo dominante. Eso confirmó lo que se sabe desde que se ganó la elección presidencial, confió un polí­tico veracruzano que radica en esta la ciudad de los palacios.

“A Javier Duarte, afirmó, hace diez meses le pidieron la renuncia, (pero) algo pasó que detuvo el movimiento. A pesar de sus limitaciones, Duarte conoce algunas estrategias que evitaron la bochornosa salida, que no está descartada, pero tampoco confirmada”.

El gobernador, por lo que se supo, tiene muchos factores y actores polí­ticos en contra: un estado endeudado; lleno de inseguridad; sin empleos; sin atractivos para los inversionistas; con funcionarios que fantasean y por si fuera poco con un pleito con los dueños de diarios, radiodifusoras, portales informativos y reporteros.

“Nunca, ni en los peores tiempos del Chirinato con Miguel íngel Yunes, se habí­a tenido un estado tan convulsionado. En mis años de carrera polí­tica, no recuerdo tantas manifestaciones, tanto problema social, tanto abandono para los veracruzanos, tanta inseguridad. Hoy Veracruz duele y mucho” resume.

Lo que dijo Héctor Yunes es muy cierto, “el desarrollo de Veracruz lo vemos en la calle” esa es la realidad.

Pero en el Distrito Federal, el asunto ya es muy preocupante, “sobre todo porque vienen las elecciones del 2015 y el presidente quiere un Congreso (Federal) con mayorí­a. No quiere tener las mismas concesiones que tuvo que hacer con el PAN y el PRD, se quiere quitar ese engorro, por eso le urgen diputados afines y Veracruz no le da para ganar la mayorí­a”.

-Un diario nacional publicó que Javier Duarte tiene control del estado…

“Eso es falso. Se encargaron de filtrarlo, pero esa no es la realidad del estado. En el CEN del PRI, lo tienen como un estado ya no en rojo, sino en lo que le sigue. Si hoy fueran las elecciones, se perderí­a el sesenta por ciento de los distritos de Veracruz, se confirmarí­a que el partido (PRI) de nuevo se irí­a hasta la tercera posición. Eso no quiere el presidente. Esa fue una orden tajante”

“Mira en Veracruz, los cálculos le salieron mal a Fidel (Herrera). Si piensan que Miguel íngel Yunes (Linares) es perverso y traidor, con Fidel las cosas son peor, pero hoy se topó con pared. Pensó que en Javier Duarte, tendrí­a la sumisión para seguir manejando a su antojo, el dinero de Veracruz y a los veracruzanos, pero el gallo le salió respondón”.

Ahí­ tienes Cosamaloapan, Javier impulsa con todo a Tarek (Abdalá) es su candidato, aun cuando era un acuerdo que Javier Herrera Borunda irí­a como candidato. Eso ya se habí­a pactado desde hace un año cuando Fidel Herrera operó las elecciones municipales. Javier no respetó el acuerdo.

El pleito entre ambos va más allá. Muchos de los fidelistas que se quedaron con Javier Duarte, ya traicionaron a su “maestro” como ellos le llaman. Ahí­ te va Antonio Nemi. Hizo su berrinche y amagó con renunciar a la Secretarí­a de Salud porque no le quitaban de encima a los fidelistas, “son unos rateros” le dijo al gobernador y mejor me voy, Javier optó por terminar de romper con el fidelismo, a petición familiar.

En Veracruz hay otro frente, que aunque se liga mucho con Fidel Herrera, lo cierto es que trabaja para él mismo. Se llama Érick Lagos, quien aunque sí­ mantiene una estrecha vinculación con su tutor, tampoco se entregó plenamente al proyecto transexenal.

“Es muy astuto. Sabe mantenerse en la secretarí­a de gobierno, de la que se va a ir cuando él quiera y no cuando Javier se lo pida. Algo le sabe que lo tiene bien agarrado. No es tonto, tiene toda la escuela del fidelismo, chantajea igual que en la vieja escuela de la polí­tica”.

Si haces el análisis, reflexiona, Javier Duarte está solo. No tiene un grupo polí­tico de peso. A quién le identificas con peso polí­tico, ¿Beto Silva?; ¿Toño Nemi?; ¿Arturo Bermúdez?, es más Jorge Carvallo ni siquiera está cercano a él, también se sabe mover en las dos aguas, pero está más cargado con Fidel Herrera.

En su desesperación, continúa, Javier Duarte pretende pactar con grupos polí­ticos al interior del PRI y que fueron despreciados por Fidel Herrera, “y no serí­a raro que vendiera la plaza del fidelismo y duartismo para que llegue la gente allegada a Jorge Uscanga Escobar, “él es uno de los principales desplazados por el fidelismo. Lo satanizaron, lo malvieron, pero la vida dio una vuelta y ahora él será junto con Emilio Chuayfett quien opere las elecciones federales”.

-¿Y Fidel lo permitirá?

“No es que lo permita. Él va hacer su lucha por mantener a sus allegados en el poder, ya no para que salven al duartismo, sino que eviten que Yunes (Linares) llegue. Si eso sucede, habrá un éxodo de priistas que huirán de Veracruz porque si no lo hace la cárcel los espera. ¡Eso es lo que le preocupa a Fidel!, él no quiere pagar favores polí­ticos, él quiere salvar el pellejo y sabe que ya no cuenta con Javier Duarte. Por ahí­ y no descartes que haga pactos hasta con el diablo”.

-¿Con Yunes Linares?-

“Hasta con el diablo”

Si haces el análisis te darás cuenta que Veracruz es un verdadero dolor de cabeza para el presidente. Hay un gobierno desaseado, lleno de corrupción, que permite que (el cartel de) los zetas y los de Jalisco se disputen con todo el estado. Los empresarios no quieren ir a Veracruz por esas condiciones y los que están allá, no le quieren fiar al gobierno.

Javier Duarte tiene un gran problema, sin dinero, sin cobijo polí­tico y con muchos enemigos.

¿Cómo es que tienes tantos datos de Veracruz, estando en el DF?

“La ciudad de México es el ombligo del mundo y obvio del paí­s” responde.