Más policías de Bermúdez contra fotógrafos
*Desde que el titular de la SPP intimidara al fotoperiodista de 24 años Félix Márquez, un montón de polis han agredido al gremio reporteril
*El último atentado ocurrió en el cierre del Salsódromo contra un colega de El Dictamen, a quien salvó el conductor de radio Juan Santiago
*¡Ah, una esperanza! El secretario de Seguridad anuncia que al Mando Único se han incorporado elementos con licenciaturas y maestrías
Bastó el 13 de marzo para que el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez (trepado en el poder sexenal desde Miguel Alemán Velasco y desde entonces aliado de Carlos Aguirre, titular hoy de SEFIPLAN) diera línea a los mandos altos y medios con la satanización del fotógrafo de 24 años Félix Márquez, corresponsal de la agencia “Cuartoscuro”, para que a partir de la fecha los demonios policiacos se desataran en contra de los fotoperiodistas de Veracruz.
Luis Velázquez
Metido en el uniforme de policía de cinco estrellas, con el tolete, el garrote y la macana por delante, con la fuerza de miedo y terror que representan unos 22,000 policías, el 13 de marzo Bermúdez Zurita se lanzó en contra de Félix Márquez, indignado, encorajinado, irritado, por las fotos tomadas en el poblado “El inglés”, Tlalixcoyan, a unos guardias comunitarios, con un paliacate ocultando el rostro, armados con palos, morunas y un rifle viejo.
Entonces, el extitular del C-4, con fama pública de una Mata Hari, aseguró, sin pruebas, que la información era una vacilada, que tenía el mismo efecto que si se tres personas se disfrazaran de Batman, Blue Demon, Robin o la Mujer Maravilla y se tomaran la foto en una sala.
También advirtió: “Ya lo dijo el secretario de Gobierno (Gerardo Buganza), el que debería estar detenido es quien fue a sacar las fotos y le paga a los ciudadanos para que rayen las paredes, para que pongan grafitis y para que puedan hacer las cosas” e insinuó que el fotorreportero pagó a los guardias comunitarios para que posaran.
Así, de norte a sur de Veracruz los policías y agentes de tránsito, dependientes de Bermúdez, han agredido a los fotoperiodistas, conscientes y seguros de que el jefe máximo los protege.
El último caso ocurrió el domingo 19 de mayo, en Boca del Río, en el cierre del festival de la salsa con Marc Anthony, cuando un policía de la Secretaría de Seguridad Pública se lanzó contra un fotógrafo de El Dictamen, a la misma hora en que unas 35 mil personas se amotinaran para entrar al Salsódromo, con las pulseras y boletos pagados, pues habían quedado fuera del paraíso salsero. (El puerto, 20 de mayo, 2013, AVC)
Incluso, y según la nota de la agencia periodística AVC, el policía agredió a golpes al fotógrafo, “pero el superior del uniformado y el conductor Juan Santiago impidieron que la agresión pasara a mayores”.
Y es que si el secretario de Seguridad Pública arremetió contra el fotógrafo Félix Márquez, quien luego se exiliara temporalmente a sugerencia de la ONG Artículo 19, los policías han sido “más papistas que el Papa” y han interpretado la orden superior expresada… a partir de los hechos y las circunstancias.
Y, lo que es peor, la Comisión de Atención y Protección a Periodistas de Veracruz, a cargo del grupo de “Los Namikos” ha avalado a Bermúdez y hasta abrieron sus oficinas para tomarse un cafecito y declarar al titular de la SSP como un político íntegro y ético, con autoridad moral, capaz de pedir perdón…
Pero, en la calle, en el frente de batalla, los policías saben que en la tierra jarocha ha llegado el momento de vengarse de los trabajadores de la información que en muchos casos han denunciado sus amistades bajo sospecha con los carteles de la droga.
Acaso, quizá, porque de igual manera huelen y olfatean en cada reportero y/o fotógrafo a un enemigo, un adversario, del jefe máximo.
POLICíAS CONTRA FOTÓGRAFOS DE PRENSA
29 de marzo, 2013. David Bello Taboada, fotógrafo del Diario de Xalapa. En un evento público, el subdirector de Ingeniería Vial de la Dirección de Tránsito, José Miguel Torres Cházaro, se desmaya. David Bello toma la foto; los escoltas lo embisten.
5 de abril. En la calle Lucio, Xalapa, unos policías detienen a una persona, porque “asegún” les cerró el paso con un vehículo. El fotógrafo de Multigráfica, Víctor Fuentes, registra por casualidad el hecho. Los elementos de la SSP lo rodean. Intimidan. Acosan. Víctor, con experiencia en el campo de batalla, los enfrenta y los policías reculan.
6 de abril. En Martínez de la Torre, unos policías amenazan al corresponsal del periódico “Expresión de Veracruz”, René Izaguirre, y al reportero policiaco de “La Opinión” de Poza Rica, Edgar Juárez Gómez, cuando cubrían el arresto de unos agentes de Tránsito, acusados de una presunta extorsión en San Rafael. Todavía, de ñapa, los policías advierten a los diaristas: “Los vamos a encontrar en la calle y no se la van a acabar”.
7 de abril. Frente al Colegio Preparatorio, calle Juárez, en Xalapa, se da un conato de incendio. Llegan elementos de Protección Civil, Bomberos y policías. El fotógrafo Arturo Rosas, del portal “Alcalorpolítico”, toma las gráficas con el teléfono celular pero es detenido en el cuartel San José. Incluso, hasta lo pasean en una calle de Xalapa.
7 de mayo. En Coatzacoalcos, el camarógrafo de Telever, Luis Alberto Román Córdoba, es agredido por elementos de la SSP cuando cubre una queja de otros policías. Incluso, amenazado por el director de Operaciones de la SSP, José Manuel Martínez: “Deja de grabar o te rompo tu puta madre”.
8 de mayo. En Misantla, empleados de SEDESOL, al servicio del secretario de Desarrollo Social, Marcelo Montiel Montiel, agreden en el gimnasio municipal a los reporteros Benito González Carabarin, de “La voz del pueblo” e Isaac Arroyo, del periódico serrano “El costeño”… por el único pecado de tomar fotos de la entrega de apoyos del programa “70 y más”, acaso, quizá, por el trauma dejado por el “ranulgate”.
POLICíAS CON LICENCIATURAS Y MAESTRíAS…
El año 2011 desacreditó por completo a Veracruz en el escenario nacional y extranjero. Fue cuando inició el asesinato de reporteros. Tan sólo en el mes de junio, cuatro crímenes: aparece el cuerpo de Noel López Olguín, colaborador de los semanarios Horizonte y Noticias de Acayucan, así como del periódico La Verdad de Jáltipan, desaparecido desde el 8 de marzo; Miguel íngel López Velasco, su espos y su hijo fotógrafo; y Yolanda Ordaz.
En el año 2012, los homicidios de Regina Martínez Pérez, Gabriel Huge, Guillermo Luna, Esteban Rodríguez, Irasema Becerra y Víctor Báez.
Además, las desapariciones de los reporteros policiacos, Gabriel Manuel Fonseca, Cecilio Rodríguez Domínguez y Sergio Landa Rosado.
Todos, crímenes y desapariciones impunes. La Secretaría de Seguridad Pública, la Procuraduría de Justicia y la Agencia Veracruzana de Investigaciones, AVI, rebasada por los hechos y las circunstancias, quizá por el principio de Peter y/o, en todo caso, porque es la constante.
Ahora, en 2013, las agresiones policiacas a 10 fotógrafos, como si se tratara de una política de comunicación social contra los trabajadores de la información en Veracruz.
Y lo que es peor, con los policías rijosos en activo, sin ninguno dado de baja, todos trabajando, como si hubieran sido premiados.
¡Bueno!, si en Veracruz está probado y comprobado que “mejorar el mundo en un día es posible”, habría de tener esperanzas, pues Arturo Bermúdez Zurita reveló en Nogales (domingo 19 de mayo) que con el Mando Único se han incorporado como policías licenciados en Derecho, Criminología y Criminalística, además de elementos con maestría y especialidades en diversas carreras.
Y aun cuando con el uniforme puesto, el tolete y la patrulla por delante pudieran agredir en el futuro inmediato a más fotógrafos, ahora tendrán impunidad absoluta desde sus licenciaturas y maestrías.