Cloaca migrante
I (Viola a mujeres Policía de E.U.)
En Estados Unidos se respira la peor cloaca de la historia migrante. Los indocumentados de América Central (Honduras, Guatemala y El Salvador), y de México, y de otras naciones del continente, y hasta de África, denuncian el abuso sexual de la Guardia Nacional.
Luis Velázquez
En el caso, en Nueva York.
Los soldados norteamericanos “asignados a los hoteles de la zona metropolitana de Búfalo” y en donde alojan a los ilegales esperando audiencia de asilo “fueron acusados de explotar sexualmente” a las mujeres
Además, los migrantes sintiéndose “vulnerables por vivir en habitaciones sucias y con escaso acceso al exterior”. (La Jornada, AP, Búfalo, once de febrero)
De por sí, un infierno cada vez más encendido en el país vecino.
La feroz persecución de la policía migratoria.
La feroz persecución de los rangers en el desierto cazando migrantes con rifles y escopetas.
La feroz persecución de los gobernadores republicanos, muchos feligreses de la capilla del magnate Donald Trump, y quien por cierto fue destapado para la Casa Blanca por el empresario más rico de México, Carlos Slim Helú.
Las vallas metálicas en Texas para frustrar el acceso de los migrantes a EU.
Y de ñapa, entre otras cositas, las agresiones sexuales de la Guardia Nacional.
Seis miembros de la Guardia Nacional denunciaron por ahora en el tribunal federal de distrito de Manhattan.
Además, empleados de la empresa DocGo, contratada por la ciudad de Nueva York.
Uno, obligadas las mujeres migrantes a tener relaciones sexuales.
Dos, obligadas a “bailar íntimamente y besando a” los polis y empleados de la empresa susodicha.
Tres. Encerrados en los hoteles y con falta de movilidad y capacidad para suministros básicos.
Cuatro. Hoteles “con olores nauseabundos, enchufes eléctricos expuestos y paneles de yeso dañados”.
Cinco. “Colchones de los hoteles infectados de insectos. Los niños, por ejemplo, con repetidas picaduras en el cuerpo”.
Por ahora, seis hombres y un hombre solicitando asilo interpusieron la denuncia.
Y el asunto ha sido expuesto en el palenque público.
El peor entre los peores de los mundos para los migrantes del continente, entre quienes han de anotarse a los millones de mexicanos huyendo de “la república amorosa y humanística” debido a la errática política económica para animar y reanimar la creación de empleos en las regiones indígenas, campesinas, obreras, suburbanas y urbanas.
Las pasiones de la política migratoria de EU incidiendo en la vida cotidiana de Veracruz.
Y del resto del país, desde luego.
II (Nada frenará la migración)
Las migrantes de América Central, por ejemplo, expuestas a la prostitución y a la trata de blancas en su peregrinaje a Estados Unidos y pasando por Veracruz.
Pero al mismo tiempo, vaya paradoja, considerando que “más cornadas da el hambre”, nada ni nadie frenará la migración.
Incluso, ni siquiera Donald Trump ahora con su feroz discurso del odio contra los migrantes buscando la segunda candidatura presidencial del Partido Republicano.
Bastaría recordar que en el Porfirismo, cuando la Casa Blanca inició la construcción del ferrocarril en su región sur, comenzó la migración de México a EU.
Y desde entonces se ha multiplicado.
A la fecha, por ejemplo, treinta millones de mexicanos en el otro lado y por quienes, en tiempo electoral, AMLO, el presidente, insiste con su homólogo Joe Biden para ser legalizados.
Y de los treinta millones, un millón de paisanos de Veracruz, digamos, la cuota de la entidad estatal.
Grave pesadilla, porque está claro que hay migración por las siguientes poderosas razones:
Una. Una política económica fallida.
Dos. El tsunami de violencia de norte a sur y de este a oeste de la llamada “república amorosa y humanística”.
Tres. Más allá del tiempo electoral, la manifiesta incapacidad para frenar, acotar, disminuir, aniquilar el tiradero de cadáveres en todas las latitudes geográficas.
Cuatro. Más, cuando, por ejemplo, la iniciativa privada establece con claridad que si han dejado de invertir se debe a la incertidumbre y la zozobra en el diario vivir.
Cinco. Y ni se diga a la tortuguesca procuración de justicia.
Por eso, empujados por el desempleo y el subempleo y los salarios pichurrientos y la violencia los paisanos y los vecinos de América Central continuarán migrando a EU.
Exponiéndose a todo, incluso, y en el caso de las mujeres, a los abusos y atropellos sexuales de la policía norteamericana.