Por eso, en el siglo pasado y durante más de setenta años, las tribus políticas encumbraron al país en el primer lugar mundial de corrupción pública.
Además, de la impunidad.

PASAMANOS: Lo ideal es la lista privilegiada de los amigos, compadres, socios, aliados y cómplices de los políticos “para hacer y deshacer”.
Y el día cuando son o pudieran ser descubiertos, la mayoría sabe la respuesta concreta y específica:
Es la herencia de una tía.
Me saqué el Premio Mayor de la Lotería Nacional y/o el del Melate.
Fui abogado o notario público exitoso y nunca alardeé.
Tengo un rancho agropecuario y productivo.
En todo caso, la clave está en los prestanombres. Los amigos fieles y leales a morir y “hasta la ignominia”.
El sueldito mensual casi casi significa “una tomadura de pelo”.
Más cuando gritonean “que nada sabían” del incremento salarial como si para ellos, las tribus políticas encumbradas, fuera tan importante.

CORREDORES: Hay políticos pavoneándose y anunciando el donativo de su sueldo mensual a los niños con cáncer.
Y hasta a la iglesia católica para construir una capilla y/o comprar unas bancas para los feligreses.
De plano, “rasgándose las venas” porque nunca, jamás, cobrarán un centavo al erario de sueldo.
Lo dijo con claridad meridiana un presidente municipal priista: “Dejé de ser alcalde y dejé de ser pobre”.
Y ni modo dejara de ser pobre con el salario percibido.
Por el contrario, los negocios lícitos e ilícitos como trasfondo.
En muchos casos, y como está probado y comprobado, debido a sus amistades peligrosas.
Cobrando el llamado derecho de piso a los carteles y cartelitos. Sicarios y pistoleros. Malosos y malandros.

BALCONES: Por ahora el caso indicativo y significativo del ex gobernador de Tabasco y ex secretario de Gobernador con AMLO, senador de la república y fallido aspirante a la candidatura presidencial, Adán Augusto López Hernández.
Un político exitoso en su vida como notario público y en su vida como político.
Y con una fortuna incalculable.
¡Cuántos morenistas soñarían tener su buen karma y mejor fario!

PASILLOS: Por desventura es la fama de los políticos.
Un sexenio como presidentes y gobernadores y secretarios de Estado y senadores basta para brincar a la clase alta alta.
Un cuatrienio como presidentes municipales.
Un trienio como diputados locales y federales.
Un político dijo al gobernador Agustín Silvestre Acosta Lagunes: “Ya repartiste todos los cargos y nada me diste. Únicamente te pido me invites a un acto público y me abraces delante de todos. Yo me encargo del resto”. (lv)