Así­, colgamos unas lonas pidiendo a todos nos tirar basura ni tampoco heces de las mascotas y, al mismo tiempo, solicitando una fraternidad solidaria para defendernos entre todos.

En ninguna manta, en ninguna lona, criticábamos a la autoridad municipal o estatal.

Pues bien, Yunes Márquez ordenó a sus empleados que se llevaran cinco lonas, quizá, acaso, porque como ya vienen los Juegos Centroamericanos también quiere tener "una ciudad bonita" como fue declarado el puerto jarocho por el gobernador Javier Duarte.

Ningún derecho tení­an.

De veras, no se vale.

Ni Yunes Márquez es dueño de Boca del Rí­o, ni menos, mucho menos, del destino común, como tampoco Duarte de Veracruz.

Y si ellos tienen pleitos, están obligados a garantizar la seguridad en la vida y en los bienes, sobre todo en la vida, si es que son respetuosos del Estado de Derecho.

El Vecino Vigilante