cargando

En twitter:

Crónicas
Lunes 26 agosto, 2013

Guillotina en Instituto de Migración


•El delegado Tomás Carrillo instrumenta operativo para despedir al mayor número de agentes y quedarse con las plazas para los cuates
•Incorpora a un equipo de barbies a quienes llaman “El harén del delegado”
•Cuota de $10 mil mensuales a los 12 grupos
•Negocios con los alimentos a los indocumentados

EL HARÉN DEL DELEGADO

Se llama José Tomás Carrillo Sánchez. Y es delegado federal del Instituto Nacional de Migración, INM. Llegó a la dependencia el primer viernes de marzo, 2013, cuando los brujos y los santeros y los médiums (en los que creí­an Francisco I. Madero y Plutarco Elí­as Calles) andan sueltos. Y por eso mismo aterrizó con el hacha desenvainada. El Zorro con su espada. La aplanadora del sistema en contra de los enemigos y adversarios.

Luis Velázquez

Claro, su primer acto de gobierno fue integrar un equipo de barbies y reinis, a quienes el personal llama “El harén del delegado”. Son seis chicas, como dicen en el rancho, “de buen ver”. La mitad, unos cromos. Pa”™concursito, vaya.

Dos fueron asignadas en la oficina de Regulación; una, en el área administrativa; una, en la oficina del señor; otra, en el área financiera; otra más, en la estación migratoria.

Según las versiones, todas merecieron el cargo de “agentes federales”, con sueldos fluctuantes entre los 8,400 pesos mensuales a 12 mil, según la categorí­a laboral A, B y C.

¡Ah!, en el pasillo palaciego de la delegación se asegura que el segundo de abordo, Faustino Lugo, fue categórico con el personal masculino: “¡Ni las miren! ¡Ya tienen dueño!”.

Y en contraparte, los agentes migratorios (amenazados con el despido inminente) aseguran que el mismo subdelegado federal, primero, quiso seducir a una agente migratoria “muy guapa, muy guapa, que detiene la respiración” y como falló, entonces la acosó. Y como nunca pudo lograr el objetivo, la obligó a renunciar.

Es, pues, el reino, el paraí­so de José Tomás Carrillo en el estado de Veracruz, luego de que en el duartismo ocupara tres cargos públicos seguiditos y efí­meros: secretario de Desarrollo Agropecuario, coordinador de asesores y subsecretario de Gobierno.

“NOS ESTí OBLIGANDO A RENUNCIAR”

Desde el primero de marzo, 2013, cuando tomara posesión, el delegado federal llegó como ha continuado cada dí­a, cada semana, cada mes: mirando el mundo de arriba pa”™abajo. Sin saludar al personal. Petulante. Engreí­do.

Pero además, escudriñando la posibilidad de jalar a su gente, su equipo.

Los dos primeros despedidos fueron un agente federal de nombre Juan, con unos 17 años de antigí¼edad, con cáncer; y Edgar, con unos ocho años de antigí¼edad, cuyo niño está enfermo de diabetes.

Sus salarios oscilaban entre 12 y 15 mil pesos mensuales y no obstante los años en el servicio burocrático fueron cesados sin un centavo de liquidación.

Bueno, solo recibieron el dinerito que ellos mismos habí­an ahorrado como una especie de fondo común.

Pero que, incluso, en caso de que un agente federal se subleve por completo, ni sus ahorros le entregan.

Ahora, tiene afilada el hacha para el cese masivo del mayor número de agentes federales, que en su totalidad calculan en unos 200, con seis, ocho, 13, 20, 23 y 25 años de antigí¼edad.

Y la estrategia es la siguiente:

Uno: cuestionar la operatividad de todos y cada uno.

Dos: argumentar que reprobaron un examen desde hace un año, es decir, y en todo caso, resucitando viejos expedientes.

Y tres: lo último: a partir de hoy lunes 26 de agosto, todos han sido removidos de sus lugares asignados, de tal forma que sin otorgarles ningún centavo de viáticos, los agentes asignados en el sur de Veracruz han sido reubicados en el puerto jarocho, y viceversa, y los comisionados en Fortí­n han sido enviados a Acayucan, y viceversa: una mezcolanza.

Pero, además, mientras antes cubrí­an turnos de 24 por 48, es decir, un dí­a de trabajo y dos de descanso, ahora, trabajarán 8 horas todos y cada uno de los dí­as de la semana, sin descanso.

Más aún, el delegado también ha arrasado con las agentes federales, la mayor parte, madres solteras, con hijos en los pueblos donde estaban asignadas, y por tanto, el, digamos, enroque maquiavélico y perverso, las aprisiona entre la espada y la espada, como suele afirma el investigador Rafael Arias.

“El delegado nos está aplicando la aburridora para obligarnos a renunciar” dicen unos agentes federales de Migración.
En el primer corte serí­an lanzados a la calle entre 30 y 40 agentes federales.

EL ROL DE LAS INCONFORMIDADES

El fin de semana, la delegación entregó “el rol de guardia” al personal operativo a cargo del monitoreo de los migrantes procedentes de América Central en su paso por Veracruz asignados en los puntos neurálgicos de Coatzacoalcos, Acayucan, Veracruz (en el aeropuerto, en la bahí­a y en la inspección) y Fortí­n.

Incluye la semana del 26 de agosto al primero de septiembre, con un turno matutino de las 7 de la mañana a las 15 horas, vespertino de las 15 a las 23 horas, y nocturno, de las 23 horas a las 7 de la mañana.

Cada grupo se determina a partir de lo que llaman ”˜”™Volanta 1, Volanta 2 y Volanta 3”. Cada volanta significa revisar los autobuses de pasajeros y tráilers en las carreteras de Veracruz.

Pero además, como cada vigilancia significa disponer de una lámpara para el servicio nocturno, botas y gorras por si llueve, camisa de manga larga, y como la delegación ningún centavo aporta, entonces, cada agente federal debe comprar el equipo de trabajo.

Y las novedades son las siguientes, gancho al hí­gado derechito del delegado al personal para quedarse con el mayor número de plazas… para sus amigos:

1.- El enroque de los agentes federales de su extremo a otro de donde hasta ayer domingo se desempeñaban.

2.- Sin viáticos para los gastos que habrán de encarar, cuando la normatividad administrativa del Instituto Nacional de Migración especifica que cuando los agentes son rolados y/o movidos de una oficina a otra, si la comisión es por un dí­a les corresponden 875 pesos de viáticos para pagar hotel y comida, y si la comisión es de medio dí­a les tocan 435 pesos.

3.- Con la advertencia de que con 3 faltas administrativas seguidas por equis razón serán despedidos. Pero además, sin liquidación no obstante la antigí¼edad laboral.

4.- En el enroque mueven a agentes a tareas que nunca han desempeñado (por ejemplo, en el aeropuerto y en la bahí­a, donde requieren un plus de conocimientos), y por tanto, son enviados a la aburridora plena, y a quienes los mismos compañeros llaman “El comandante Maceta”, porque nada hace en la chamba.

La disposición del delegado ha merecido un apodo. Los agentes federales la llaman ”˜”™el rol de inconformidades”™”™.

ARMADO “HASTA LOS DIENTES”

De acuerdo con la ley, ningún agente migratorio puede estar armado en el desempeño de su trabajo.

Sin embargo, el señor delegado está armado “hasta los dientes” con un par de escoltas asignados por la Agencia Veracruzana de Investigaciones, AVI, y quienes lo blindan dí­a y noche.

Pero además, y según las versiones, son guaruras que lo cuidan desde su tiempo como subprocurador de Justicia de Veracruz en el puerto jarocho, durante el fidelato, tiempos aquellos cuando andaba con una camioneta escolta hasta con R-15.

CUOTA MENSUAL A LOS AGENTES FEDERALES

Arnulfo Fernández Aranda es el lí­der sindical en la delegación del Instituto de Migración en el estado de Veracruz.

Pero, además, y según los agentes federales, se ha convertido en el secretario de Relaciones Exteriores y de Finanzas del señor delegado.

Por lo siguiente: a mediados del mes de abril, el dirigente sindical habló con cada uno de los 12 grupos de agentes federales con una sola convocatoria en el tapete: una cuota mensual de diez mil pesos para el delegado.

Es decir, 120 mil pesos mensuales de ingreso extra.

Y como algunos de los 12 grupos se opusieron entonces entró de cabildero mayor el contador Eduardo Enrique Gastelum, quien fue citando en su oficina a cada uno de los insumisos y rebeldes para rezarles la cartilla.

Así­, todos han sido acosados, presionados, acorralados para que renuncien “de forma voluntaria”.

EL NEGOCIO DE LOS ALIMENTOS A MIGRANTES

Cada agente federal tiene asignada la tarea de asegurar a migrantes provenientes de América Central.

Y con su salario máximo de 12 mil pesos mensuales están obligados a que ellos mismos compren el desayuno, la comida y la cena de los indocumentados durante el tiempo que permanezcan privados de su libertad.

Incluso, cada agente debe comprar el itacate y llevárseles a la estación migratoria donde están, en tanto efectúan la notificación consular y los trámites para ser repatriados a sus paí­ses, entre ellos, Guatemala, Honduras y Salvador.

Claro, en unos casos, la delegación ha nombrado a un proveedor de alimentos como una especie de concesión y que, por razón natural, se va “cabezón”. Antes de la llegada de Tomás Carrillo, el concesionario era Juan Hernández. Ahora, lo ha cambiado y su operador es Benjamí­n Osorio, subdirector de Control Migratorio.

EL CITATORIO DE LA IGNOMINIA

El viernes 23 de agosto, 2013, el delegado hizo llegar el siguiente citatorio a los agentes federales:

“Con el objeto de otorgarle la garantí­a de audiencia consagrada en el artí­culo 14 de la Constitución… se le cita para que comparezca el próximo 26 de agosto… a tal hora… en las oficinas de la delegación federal… a efecto de que manifieste lo que a su derecho convenga en la instrumentación del acta de hechos en la que se hará de su conocimiento el contenido de… tal oficio.

Se hace de su conocimiento que en la fecha y hora señaladas podrá presentar en su defensa las pruebas que juzgue conveniente. Asimismo, se le informa que dicha diligencia se llevará a cabo aún en su ausencia”.

Firma, el delegado…. con dos rayas paralelas que empiezan a corta distancia y se van agrandando hacia el final, como si fueran las ví­as del ferrocarril, con un punto intermedio, como si fuera la estación migratoria de Medias Aguas.

La raya paralela inferior empieza con una especie de gancho de fierro y de hierro como dando a entender que quien a hierro mata… a hierro muere.

La raya superior tiene a la mitad una especie de pelusa que brinca, como aleteando en el vací­o.

Así­, el delegado José Tomás Carrillo Sánchez está dando un paso más para despedir a los agentes migratorios a fuerza y quedarse con las plazas para sus cuates, que todos los dí­as llegan a tocarle la puerta pidiendo empleo, antes, mucho antes de agarrar camino como migrantes a Estados Unidos, dado el fracaso de la polí­tica económica en Veracruz.


1 comentario(s)

Edna Mtz. 26 Ago, 2013 - 12:16
Que poca madre del tipo ese, lo deberías de corren junto con toda su gente... El piensa en el nada más y que pasa con todos los agentes que esta despidiendo, sus familias, que pasará con todos ellos? En lugar de pensar en despedirlos que se preocupen por equiparlos bien para que trabajen mucho mejor, los kieres correr pa tener plazas para su gente... No cuentan con vehículos suficientes para trabajar, en temporadas de lluvias les llueve hasta por dentro de las camionetas, un salario mísero... Ahhh pero que tal el Sr. Ganando los miles de pesos mientras los pobres agentes sufren porque sus salarios son bajos... Me ha tocado ver en la zona de coatzacoalcos y acayucan que traen unos vehículos todos feos y que se han quedado botados a media carretera, yo viajo mucho a esa zona por cuestiones de trabajo y los quise auxiliar pero resulta que se habían quedado sin gasolina!! Se podrán imaginar hasta donde llegan y se tuvieron que cooperar para poder echar gasolina.... No se vale.


ESE TIPO QUE QUEDE FUERA!!!!

Deja un comentario

Acerca del blog

Blog de noticias desde Veracruz.
Aquí, deseamos contar la historia de cada día.
Y cada día es un nuevo comienzo.
Y todos los días se empieza de cero...

Portal de noticias de Veracruz.