El fogoso y gozoso, fiel a sí­ mismo, demostró por tanto lo que siempre ha cacareado, es decir, que en la polí­tica hay encuestas, encuestitas, tomaduras de pelo y fregaderas… Y es que por lo general se olvida que la encuesta es flor de un dí­a, calabaza de un momento, espejismo de un ratito, y por tanto se reproduce lo que Jorge Uscanga Escobar afirma de la polí­tica: lo que es hoy mañana cambia… Por eso, y debido a que la sucesión inició con demasiado tiempo, a estas alturas varios aspirantes se han desgastado y desgastado de manera absoluta como, por ejemplo, el descarrilamiento de los fidelistas Érick Lagos, Jorge Carvallo, Adolfo Mota y Alberto Silva como suspirantes a la candidatura, pues no obstante tener todo el poder polí­tico y económico de su lado y la puerta abierta de Duarte, nunca, jamás, pudieron levantar en la llamada encuesta histórica que alguna trascendencia ha de tener si la tendencia se repite de un mes a otro… Incluso, con todos los pelos de la burra en la mano hay quienes son favorecidos por todas las encuestas… y ni así­ llegan, y si llegan, aterrizan con un puntaje menor al vislumbrado…

BALAUSTRADAS: Fue el caso, y por ejemplo, de Pepe Yunes Zorrilla en el año 2012, cuando las encuestas oficiales y privadas, financiadas por él mismo, lo declaraban ganador con unos 18 puntos arriba de los otros contendientes, y a la hora final apenas, apenitas y ganó con un puntaje de 1.4… Es más, en la primera elección de candidato priista a senador, Edel ílvarez Peña lí­der del CDE del PRI, Fidel Herrera gobernador, todas las encuestas anunciaban su triunfo en las urnas y fue derrotado… En contraparte, también La sucesión de gobernador en Veracruz se anticipó con demasiado tiempo y, por eso mismo, varios polí­ticos han quedado desgastados en el camino, entre ellos Érick Lagos, Jorge Carvallo, Adolfo Mota y Alberto Silva, que nunca pudieron repuntar en la encuesta histórica hay casos donde la derrota lleva el nombre de unos polí­ticos, como ocurriera, ejemplo, con Reynaldo Escobar Pérez como candidato a diputado federal por el distrito de Xalapa urbano, a quien las encuestas vaticinaban un triunfo arrollador, y de pronto, zas, el desplome pues a pesar de su trabajo polí­tico como presidente municipal de Xalapa y secretario General de Gobierno y procurador de Justicia perdió en todas las casillas… Claro, semanas después trascenderí­a el complot electoral encabezado en su contra por Elizabeth Morales Garcí­a y aliados y socios para su derrota… En el fidelazgo, por ejemplo, la fama pública registraba que un dí­a, el fogoso y gozoso pidió a la casa encuestadora de Mitofsky una tendencia favorecedora para su gente y hasta ofreció un millón de pesos para avalar el resultado pernicioso… Pero, bueno, todo indica, por un lado, que las encuestas han sido prostituidas, y por el otro, la elección del candidato a gobernador, con todo y el tráfico de influencias a su alrededor, está demasiado lejos, simple y llanamente unos 15 meses, y en 15 meses pueden suceder peores cositas, una de ellas, que uno de los, digamos, precandidatos, participe en una orgí­a, tome Viagra para ganar resistencia fí­sica, y por el consumo de alcohol y droga se le atraviese un paro cardiaco fulminante…

ESCALERAS: Por eso cada vez que usted vea por ahí­ a un aspirante con su encuestita en la mano (el que paga manda en el puntaje), si gusta, échele el rollo y diviértase un ratito con la esperanza y el resplandor en los ojos del interfecto, porque la encuesta suele quedar pulverizada por un complot y una intriga palaciega, y hasta de alcoba, que tan recurrentes son en polí­tica… Bastarí­a, por ejemplo, recordar que con la llegada de Enrique Peña Nieto a Los Pinos la presidencia imperial y faraónica ha regresado y, por tanto, si con Vicente Fox y Felipe Calderón hubo gobernadores virreyes, ahora para la familia priista el presidente pronuncia la última palabra en las grandes decisiones, entre ellos la nominación de un candidato a jefe del Poder Ejecutivo en su entidad federativa… Y así­ como están las cosas en el paí­s (Ayotzinapa, Tlatlaya, la Casa Blanca de “La gaviota”, la crí­tica de Barack Obama, el Vaticano y el parlamento europeo al peñismo por el caso de los normalistas desaparecidos), la sucesión en Veracruz ni siquiera, vaya, figura en la agenda polí­tica del peñismo, como tampoco el chorizo ese de la gubernatura de dos años, de tres, cuatro, de cinco, los que sean… Es más, valdrí­a recordar que en eso de las encuestas, a partir del Internet hay reporteros frí­volos y soberbios que suelen ofertar a los polí­ticos un paquete mediático en su periódico digital, en su noticiero digital, en su televisora digital, en su revista digital y en su casa encuestadora, donde según la paga es el puntaje que le endilgan… La Diosa Encuesta ha sido, pues, desacreditada de norte a sur y de este a oeste…