Ricky Garcí­a Guzmán, exalcalde y exdiputado local, igual que su vástago; pero además contralor del gobierno estatal por segunda ocasión… Por eso, sólo resta una de dos a los vecinos, primero, encomendarse al dios en que crean, y segundo, solicitar la presencia de la llamada Fuerza Civil, en cuya presentación oficial perdió su impacto debido a que el mismo dí­a debutó en sociedad Lady Bermúdez como directora de Radio de la Secretarí­a de Seguridad Pública y que en Xalapa tiene un programa de complacencia musical con un tí­tulo sugestivo, a saber, “Si me las pides… te las pongo”… Pues bien, según la SEGOB federal, Veracruz ocupa uno de los siete lugares nacionales en número de denuncias por secuestros, con Tamaulipas en primer lugar, la entidad federativa vecina del norte de Veracruz, y a la que desde el sexenio anterior han señalado como el epicentro de balaceras, muertos, secuestrados y desaparecidos que tiran en aquella región geográfica jarocha… Luego de Tamaulipas, los otros estados arriba de la tasa nacional de secuestros son Tabasco (otro vecino de Veracruz), Morelos, Guerrero, Michoacán y Baja California… Pero, además, la SEGOB advierte que son más, mucho más los raptos de personas cuyos familiares se abstienen de interponer denuncias por diferentes razones, entre ellas, oh paradoja, que han perdido la confianza en la autoridad…

BALAUSTRADAS: Para amolar está la referencia de Carlos Loret en su columna “Historias de reportero” publicada en El Universal el miércoles 22 de octubre… El periodista cuenta que en Tamaulipas el peñismo nombró un Comisionado por la Seguridad con resultados exitosos, pues los malandros y los carteles y los sicarios se están reacomodando, huyendo del territorio gobernado por el priista Egidio Torre Cantú… Pero, oh paradoja, los malosos se están refugiando en el norte de Veracruz en los pueblos vecinos… Es decir, desde Tampico Alto hasta, digamos, Tantoyucan, pasando por Tempoal, El Higo y Pánuco, allí­ donde también ejercen su El reacomodo de fuerzas en Tamaulipas anuncia vientos desfavorables para el norte de Veracruz, otra vez el infierno… influencia las priistas Zita Pazzi, exdirectora del DIF en el fidelato, exalcaldesa y actual diputada federal, y Anabel Ponce, exlegisladora local, y conflictuadas con el cacique Ricky Garcí­a… Y, bueno, con tales escenarios sólo queda a las familias pudientes huir de tales fronteras, como ha acontecido en meses y años anteriores, mientras el resto de la población, según parece, se refugia en Tampico, Tamaulipas… Y es que desde el primer toque de queda en el norte de Veracruz bajo el duartismo (el secuestro y desaparición hasta la fecha del alcalde de Tampico Alto y los cadáveres tirados en varios municipios y aquel rafagueo de tres autobuses de pasajeros, con 17 muertos, entre ellos, un bebé en brazos de su madre), la vida está prendida de alfileres… Y más porque cada gobernador que aterriza en la silla embrujada de palacio (Fidel Herrera, Miguel Alemán, Patricio Chirinos, Dante Delgado y Fernando Gutiérrez Barrios, por ejemplo), todos sin excepción se cortaron las venas diciendo que con ellos habí­a “llegado la hora del norte de Veracruz”, lo que años después puede confirmarse, como ahora, que se trataba de las más viles patrañas…

ESCALERAS: En Ayotzinapa, Guerrero, 43 estudiantes normalistas siguen desaparecidos y se ha armado un escándalo, con justa razón, en el paí­s y en el mundo… En Tlatlaya, estado de México, los soldados ejecutaron a 22 civiles, la mayorí­a de los cuales se habí­a rendido, y de igual manera otro reality-show en los cinco continentes… En Veracruz, y más, mucho más en el norte, el número de muertos, secuestrados, desaparecidos y ejecutados, todos, en la impunidad, pueden interpretarse como una especie de genocidio lento y pausado, que si un académico efectuara un recuento histórico solo en los cuatro años del duartismo quizá, sin duda alguna, sumarí­an más que los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos y que los civiles ejecutados en Tlatlaya… No obstante, pareciera que las aguas del rí­o Pánuco son como las aguas del rí­o Leteo que en la mitologí­a griega (Platón también lo menciona en su libro La república) dañaban las neuronas a quienes la bebieran y olvidaban su presente y su pasado, como si de plano tuvieran Alzheimer… Y, por tanto, quizá, acaso, desde Pánico hasta Tantoyucan pudieran haber olvidado los dí­as turbulentos vividos y padecidos y por eso nadie reclama al gobierno de Veracruz con marchas y plantones el fin de la impunidad como por ejemplo a cada rato los familiares de plagiados y desaparecidos lo hacen en Xalapa, a tal grado que el secretario de Seguridad Pública se inventó su ley Bala Bermúdez, a través de uno de sus dóciles diputados, Adolfo Jesús Ramí­rez Arana, para criminalizar la protesta social… Pero, bueno, con el reacomodo de carteles en Tamaulipas ahora que el Comisionado por la Seguridad está operando, el norte de Veracruz vivirá otra vez el infierno tan temido y solo quedará comprar la pelí­cula pirata de El infierno de Luis Estrada, Demián Alcázar y Joaquí­n Cosí­o, “El cochiloco”, para curar el alma, si tal se pudiera, de tantos vendavales, pues en el duartismo aquella región tan lejana, como si fuera el Polo Norte, les vale… Y a sus hijos ilustres (Garcí­a Guzmán, Zita Pazzi, Anabel Ponce, Manuel de León Maza, “La leona dormida”, y sus hermanos, y Joaquí­n “El chapito” Guzmán, entre otros, sólo importa coleccionar puestos públicos para multiplicar su riqueza personal y familiar…