Nuevo Infierno
Papantla es el nuevo infierno de Veracruz. El peor. En una semana rebasó al sur de Veracruz. 5 feminicidios, entre ellos, una niña. Un infanticidio más. El crimen de una reportera. Y en el camino Zapotal Santa Cruz-La Laguna, un comerciante asesinado. A cuchilladas. Y antier, 4 más ejecutados. Una mujer y 3 hombres. Y con el tiro de gracia.
Mucha, demasiada, excesiva violencia en tan poco tiempo. Más que oleaje, tsunami. Devastador.
Luis Velázquez
Y es que, dicen los expertos, los malosos caminan. Y si en un pueblo la Guardia Nacional y la Fuerza Civil y los policías municipales y las guardias comunitarias y las autodefensas y los comités de barrio los cercan, entonces, se vuelven migrantes.
Y trotan de sur a norte. Y de este a oeste. Bastaría recordar que los carteles y cartelitos llegaron aquí por Tampico Alto, el pueblo de Veracruz limitando con Tampico, Tamaulipas, y en donde un par de ex gobernadores priistas (Tomás Yarrington y Eugenio Flores Hernández) fueron seducidos por el billete fácil, mejor dicho, los dólares millonarios, y los dejaron hacer y pasar.
El 30 de marzo, el crimen de la reportera con treinta años de antigí¼edad, María Elena Ferral. Todavía impune.
El 3 de abril, la matanza de cuatro mujeres, entre ellas, una niña, y que significara 4 feminicidios en el mediodía aquel del viernes horrendo.
Además, un niño asesinado. Y otro niño que para salvar la vida y en la desesperación se tiró a una barranca. Impune hasta anoche.
Después, el comerciante ejecutado a la orilla del camino. Reportado como desconocido en la región.
Y el 8 de abril, los 4 ejecutados. Con tiro de gracia. La marca de la casa.
Se vive y padece, entonces, una bamba violenta. Igual, igualita, la violencia en otros pueblos y que en unos, se ha aposentado, dueña del escenario, y en otros, se va y regresa. Camina y vuelve.
Y, bueno, así como las presidentas municipales del norte de Veracruz (encabezadas por la de Tamiahua, la más bragada) y los alcaldes de la sierra de Zongolica integraron un frente común con guardias y filtros sanitarios para enfrentar el coronavirus, quizá, acaso, los ediles de la sierra de Papantla formen una causa común para luchar contra los malandros, antes, mucho antes, de que se adueñen más y más de la región, ¡oh Festival Tajín.
TIERRA FÉRTIL PARA EL MAL
Hay 212 municipios en Veracruz y unas 2 mil 600, 700, comunidades. Miles de colonias populares en las ciudades urbanos.
Y “veinte y las malas” y “a ojo de buen cubero” que ningún asentamiento urbano y suburbano, rural e indígena, está libre de los malosos. Veracruz es su territorio. Tierra fértil para el mal.
El negocio suculento y jugoso. Tráfico de droga. Consumo de estupefacientes, Tránsito de sur a norte de la coca. El huachicoleo. El tráfico de migrantes. La trata de blancas. La prostitución. Los secuestros. El cobro del llamado derecho de piso. La alianza con policías. Los ediles sometidos. La desaparición de personas. Las fosas clandestinas, etcétera, etcétera, todo, en su conjunto, dejan millonarias ganancias.
Y por eso mismo, tierra fértil al fin, varios carteles riñen por la plaza estatal, y secuestran y matan y desaparecen a la población civil para multiplicar el pánico y el terror y el miedo.
Y desde hace veintisiete años, Patricio Chirinos Calero gobernador, los carteles dueños de la agenda setting.
Ahora, el objetivo es, parece ser, Papantla, con la misma intensidad con que otros tiempos el norte y el sur y el este y el oeste de Veracruz, el paraíso terrenal que deslumbrara a Alejandro de Humboldt hacia 1800 cuando anduviera por estas tierras.
Y, claro, que llevara a Agustín Lara a componer y cantara “la noche tibia y callada”. Hoy, tierra violenta y ultrajada. Ensangrentada. Olorosa a sangre, tiradero de cadáveres. Unos sicarios entrando al hospital civil de Martínez de la Torre y rematando a dos hombres. El crimen del activista social de Actopan, Adán Vez.
DE PUEBLO MíGICO A PUEBLO FATíDICO
Papantla es pueblo mágico. La sierra de Papantla, pueblo mágico. El Festival Tajín, por tanto pueblo mágico. Ningún otro pueblo mágico de Veracruz ha alcanzado la dimensión universal de Papantla. Los Voladores de Papantla, tan conocidos como la cerveza Corona en el otro extremo del mundo.
En el duartazgo, el tiradero de cadáveres en el paso a desnivel de la avenida Adolfo Ruiz Cortines, en Boca del Río, cerca, cerquita, del monumento a los Voladores de Papantla.
Los Rollings Stones han quedado con las ganas de estar en el Festival Tajín y si no pudieron con Miguel Alemán Velasco de gobernador, menores ahora.
Y al paso que vamos, Papantla, con una nueva presea. Un infierno llamado Papantla, por ejemplo. La Sinaloa de Veracruz. El infierno, con Damián Alcázar. El Ciudad Juárez del Golfo de México.
Y si la producción de vainilla proyectó a Papantla en los confines del mundo…
Y si el poeta Manuel Maples Arce partió de Papantla para seducir al país con su movimiento literario del estridentismo…
Y si Juan Zimbrón fue el símbolo indígena de los gobernadores priistas…, el obispo de Papantla, cuya influencia diocesana llega a Teziutlán, Papantla, será rebasado por el tsunami de violencia y las oraciones ni las bendiciones detendrán a los príncipes del mal, los músicos de “la fiesta de las balas”, los traficantes de droga y negocios anexos y conexos.