Más fracasos que éxitos
“La realidad le está ganando la partida” (Jan Martínez Ahrens) al góber jarocho de Amlove. Por ahora, más fracasos que éxitos. Algunos, los siguientes:
1) Los últimos resbalones con la obsesiva obsesión, una enfermedad patológica, en contra del exfiscal azul, Jorge Wínckler. Más de once, doce meses apretando el botón nuclear en su contra. Nadie, claro, defiende a Wínckler.
Luis Velázquez
Pero, caray, un Estadista, un gobernador, un jefe del Poder Ejecutivo, el chamán, el tlatoani, el gurú, resbalando de fea forma, cuando, la regla es concreta y específica de que otros se ocupen. Otro resbalón, su reality-show con el alcalde jarocho, Fernando Yunes Márquez, y quien, además, le revirara. Y el otro último resbalón, diciendo que algunos reporteros mataron antes de tiempo a la periodista María Elena Ferrat, solo con el objetivo de “golpear” a su gobierno.
2) La vida, sin embargo, enseña a una persona normal, cuerda y mesurada que con tantas pifias ha de reencontrarse el camino. Mejor dicho, que quien está obligado a cambiar es uno mismo… en vez de los demás. Y en el caso, ni fu ni fa. Pronto creyó que el sexenio permanecerá toda la vida cuando solo dura, y en el mejor de los casos, 6 años. Mejor dicho, 5 años, porque en el último, la fuerza política y social tiende a la baja. Caso, por ejemplo, Javier Duarte.
3) En los últimos 16 meses, ha sufrido varias derrotas. Incluso, se ha convertido en el hazmerreír nacional como lo asegurara el diputado local, Magdaleno Rosales Torres, por cierto, incorporado, con la bendición superior, a la elite partidista de MORENA. Pero más aún: con todo y tener el chirrión en la mano hay circunstancias terribles en contra. Una, la pandemia. Dos, la pandemia de los carteles y cartelitos. Tres, la pandemia de la impunidad… y que han puesto al sexenio guinda y marrón en el descrédito.
4) El góber tiene la valoración más baja a nivel nacional, y ni se diga, en Veracruz, donde cada vez se multiplica el desencanto. En las redes sociales, los usuarios se pitorrean. Hay mujeres, incluso, que hasta le mientan la madre. Y sin embargo, y para su fortuna, resiste. Así ha ocurrido siempre en el sistema político. Estando bien con Dios, el dios terrenal, el presidente de la república, los ángeles y querubines pueden patalear y nada pasa. El politólogo Carlos Ronzón Verónica dice que el llamado subejercicio en Veracruz es a propósito para apoyar a la Federación.
5) Incluso, Ronzón profetiza que MORENA durará 12 años en el poder estatal, pero en ningún momento por la obra pública, social, económica, educativa, de seguridad y procuración del góber, sino por Amlove.
VIVIR DE ESPALDAS A LA REALIDAD
6) Casi un año y medio después en el trono imperial y faraónico era para que el góber mudara de piel. Le vale. Simple y llanamente, sigue viviendo de espaldas a la realidad. El gobierno de
Veracruz, por un lado. La oposición, débil, por otro, dando palos de ciego. Y la población, por otro. 6 de los 8 millones de habitantes, en la miseria (la peor escala social de la política económica) y la pobreza.
7) La mala imagen de su gobierno y de parte del gabinete, en la lona. El aparato oficial, incapaz de revertir la tendencia. Para su fortuna, los partidos de oposición, sin reaccionar armando una estrategia efectiva y eficiente.
8) Una diarrea verbal que solo intensifica la dinamita social. El resbalón mayor, prometiendo mundos inverosímiles. Vendiendo esperanzas, por ejemplo, de una mejor calidad de vida, a partir del empleo, la seguridad y la justicia. Y como la diarrea es altísima, sin una medicina social y sin escuchar la cordura de alguien de su gabinete, nadie sabe, conoce ni prevé el destino final. Sin brújula, los capitanes pierden el rumbo en altamar.
9) Su grandeza política, social y moral es así: continúa creyendo como se lo dijera la senadora de la república, la profe Gloria Sánchez, que hay una conspiración mediática en su contra. Y una conspiración que la dirección de Comunicación Social ha sido incapaz, en todo caso, de pulverizar. Ni teniendo, vaya, de su lado, a los medios maiceados como decía Porfirio Díaz Mori.
10) En 16 meses, mucha experiencia. Pero la experiencia del fracaso, como le llaman los teóricos. Y si otros le denominan “el costo de aprendizaje”, jodida la población pobre y en la miseria que sigue igual, o peor, cuando la expectativa fue demasiada grande en la elección del año 2018.
11) El ascenso al poder del góber de Amlove gracias al obradorismo puso en alerta a la población política de Veracruz. Y ahora, cuando el góber va en caída libre, nadie capitaliza el desplome. Siguen atónitos con la sorpresa. Nadie pensaría, como en el caso de los diputados locales del PRI, que habrían sido maiceados dado su alto fervor guinda y marrón.
12) En las pruebas parlamentarias que ha pasado cayó de bruces. Una prueba, la caída de Wínckler como Fiscal que demorara un año y que descarrilara, se cree en la cancha pública, porque Amlove asestó un manotazo a través de su departamento jurídico. La otra prueba, cuando unos diputados de MORENA se apartaron de la bancada en la LXV Legislatura.
13) Caso patológico: en cada oportunidad suele insultar, ofender, agraviar, a los medios. Y como siempre, el pretexto es el mismo. Me golpean porque les niego el embute, o en todo caso, porque ofrece embutes “chiquitos, muy chiquititos”.
14) En el camino, el único Narciso Mendoza, el único Pípila que “ha tirado su espada en prenda” y en su defensa es el secretario General de Gobierno. A cambio, claro, el vicegobernador concentra más y más poder. Incluso, todo indica, soñando con el 2024 para amarrar la candidatura a la silla embrujada del palacio. El resto del gabinete, defendiéndose a sí mismo. Algunos, incorporando a la parentela y a los cuates, socios y cómplices a la nómina.
15) En el viaje sexenal tiene aparcados asuntos espinosos. Uno, el desempleo y el subempleo. Dos, la inseguridad. Y tres, la impunidad.
16) Por eso, la única “tablita de salvación” es, pudiera ser, refrendar su patriotismo obradorista. “Es un hombre honesto” dice aquel. Una girita más de Amlove en Veracruz serviría para levantarle la mano y purificarlo en un país donde, y con todo, la Virgencita del Tepeyac y el presidente de la república son los símbolos sagrados, los tlatoanis.