Fue en Córdoba luego del fuego cruzado entre policí­as y malandros con 4 policí­as asesinados y 3 civiles y quienes, claro, "ni la debí­an ni la temí­an" ni sentí­an que la guerra del gobierno contra los carteles y cartelitos es suya.
Mientras, de norte a sur y de este a oeste el tiradero de cadáveres.
Todos los municipios, sin excepción, chorreando sangre.
Veracruz, primer lugar nacional en feminicidios.
Veracruz, primer lugar nacional en secuestros.
Asesinatos de niños, jóvenes, mujeres y ancianos.
Crí­menes de la población civil.
Cadáveres colgando de los puentes y árboles.
Cabezas humanas decapitadas abandonadas en las mesas de antros.
Cadáveres flotando en los rí­os y a orilla de los caminos de terracerí­a y carreteras.
Los panteones, insuficientes para tantos muertos.
Pero..., bueno, ya lo dijo el secretario General de Gobierno:
"No es para alarmarse".
¡Hosanna, hosanna, el Cristo Negro de Otatitlán y Esquipulas así­ lo dice!
¡Dios salve al Zar cuenqueño!
¡Salve, César!
Y mientras en mayo de 1896 en la Plaza Roja de Moscú los policí­as levantaban de la mesa de los sacrificios unos dos mil cadáveres durante todo el dí­a luego de una represión oficial, el Zar participaba en una comelitona con polí­ticos extranjeros según cuenta en una de sus crónicas Antón Chéjov, el mejor escritor de su tiempo de acuerdo con su amigo y protector, León Tolstói.
En todo caso, "El dos de palacio" está igual que AMLO ejerciendo el poder a través de ocurrencias, digamos, geniales (Pedro Aspe con Carlos Salinas), como por ejemplo, el presidente de la república diciendo que el coronavirus en México "no es algo fatal".
O el góber jarocho de AMLO diciendo que con tantos feminicidios "no será el fin del mundo" en Veracruz.
Incluso, hasta la artista Sherlyn asegurando que "Dios es el padre de mi hijo".
Casi casi como la secretaria de Turismo anunciando a la mitad del mundo y a la otra mitad "las playas limpias de Poza Rica".
O la senadora Gloria Sánchez denunciando en el Congreso de la Unión "una conspiración mediática" en Veracruz en contra de su góber precioso.

"VERACRUZ SE ANTOJA", QUÉ CARAY...
Según los dí­as y los meses, una caracterí­stica del estilo personal de ejercer el poder de los Morenos son los chascarrillos, quizá para así­ llegar al corazón de la gente y a través del corazón seducir las neuronas.
Es decir, ganarse las emociones humanas para adueñarse del pensamiento social y electoral.
Por ejemplo, la secretarí­a de Salud prohibió darse abracitos y besitos y saluditos de mano en este tiempo del coronavirus entrando a México, y AMLO se fue a una girita para darse un colosal baño de pueblo con besitos y abracitos.
Incluso, las imágenes televisivas proyectaron a varios tabasqueños peleándose con jaloneos por abrazar al presidente de la república en "el paí­s de un solo hombre".
Por eso quizá el secretario General de Gobierno fue concreto, especí­fico y lapidario:
La inseguridad "no es asunto para alarmarse".
Entonces, ninguna razón hay, por ejemplo, para que los padres con hijos desaparecidos (los últimos, 7 tianguistas de Ciudad Mendoza) se ocupen ni preocupen ni se alarmen ni se angustien.
Tampoco hay razones para que el oleaje de violencia concentrado en el sur de Veracruz, sobre todo alrededor de Coatzacoalcos y Minatitlán, inquiete a la población, pues, y como dice "El dos del palacio", todo está controlado.
Antes, mucho antes, inculpaban al ex Fiscal yunista, prófugo de la justica. Ahora, con todo y la inseguridad, pero más aún, la impunidad, nadie evidencia a la Fiscal ex reyna de belleza de su pueblo... y que, bueno, más bonita es su prima hermana, La Jefaza.
“Veracruz se antoja", pues, dirí­a la secretaria de Turismo.
"Ningún chile les embona" a los reporteros dirí­a el secretario de Salud.
"El í­ndice de violencia está bajando" dirí­a el góber.
"Soy honesto y transparente" gritonearí­a Éric Cisneros.
"Haremos justicia. Estamos investigando. Pronto habrá resultados" repite y cacarea el góber de AMLO y luego, feliz, dichoso, anuncia un blindaje con los gobernadores de Oaxaca, Tabasco y Puebla para acabar con un plumazo a los carteles.
Ya lo saben, entonces, las ví­ctimas de la violencia (padres, hermanos, tí­os, primos, abuelos) "no es asunto para alarmarse".
En el gobierno de Veracruz creerán, estarán seguros, ciertos, de que su palabra, dichos, adagios, ocurrencias verbales, bastan para sembrar en tierra fértil su mundo color de rosa y que la población electoral les creerá a ciegas. ¡Ah!, y como proclamara el diputado local de MORENA, Rubén Rí­os, elegido presidente de la Mesa Directiva, queda prohibido "tocar con el pétalo de una rosa" al Secretario General de Gobierno y al secretario de Seguridad Pública.
¡Pí¤labra de Dios!

ATEOS, INCRÉDULOS, ¡TENGAMOS FE, MUCHA FE, FE TOTAL Y ABSOLUTA!
Premisa uno:
Si el secretario de Gobierno dice que la inseguridad "no es asunto para alarmarse".
Premisa dos:
Y si el góber y la Fiscal y el secretario de Seguridad Pública aseguran que "el í­ndice de violencia va a la baja" y en caí­da libre.
Premisa tres.
Entonces, hagamos de cuenta que hemos vuelto a disfrutar "la noche tibia y callada de Veracruz" de Agustí­n Lara y el paraí­so terrenal, la vida feliz, sin asesinatos, desapariciones y secuestras, constituye el primer gran logro de la elite polí­tica de MORENA enquistada en el palacio de gobierno de Xalapa.
Ateos, incrédulos, ¡tengamos fe en ellos!
¡Mucha fue, fe total y absoluta!
Y porfis, ¡qué sirvan igual para todos, la casa paga!
"La inseguridad... no es asunto para alarmarse".