Cosoleacaque: casi linchado un ladrón detenido por los vecinos, entregado, por fortuna, a la policí­a, antes que seguir el modelo del Valle de Uxpanapa y Soledad Atzompa, con linchamientos y quemados vivos.
Jáltipan: un hombre secuestrado.
Acayucan: cuatro mujeres secuestradas.
Hubo un resbalón canijo. Fue en Minatitlán. Una balacera, se afirma en el trascendido, entre presuntos policí­as federales vestidos de civiles y la policí­a estatal. Persecución en calles y avenidas. Tres muertos.
Desde luego, ningún ciudadano espera milagros de inmediato.
Y menos, cuando desde hace 26 años (Patricio Chirinos Calero, Miguel Alemán Velasco, Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte y Miguel íngel Yunes Linares) los carteles operan en Veracruz como en tierra fértil, el paraí­so terrenal soñado, la tierra pródiga, la tierra mesiánica, la gran comuna soñada por el utópico Tomás Moro.
Pero...así­, y no obstante, transcurrió la primera semana de la Guardia Nacional en el infierno llamado Coatzacoalcos, mejor dicho, el infierno que significa el sur de Veracruz, considerada el centro del volcán eruptando violencia de norte a sur y de este a oeste del Estado.

LA VIDA IRRESPIRABLE

La GN está centrada en el sur. Trascendió que llegarí­a a las regiones de Córdoba y Zongolica.
Así­, la primera semana de la Guardia Nacional en Veracruz terminó con 743 asesinatos en la era Cuitláhuac, en que se incluyen 94 feminicidios y 33 infanticidios.
Además, un cartel, regalando juguetes a los niños en su dí­a en la región central de Veracruz desde Córdoba hasta Amatlán de los Reyes.
Incluso, el cartel dejó un recado en cada uno de los quince municipios donde obsequiara juguetitos:
"Nos dimos a la tarea de realizar la entrega de juguetes en las comunidades más olvidadas por las autoridades".
De ñapa, los Colectivos comenzaron a explorar la nueva fosa clandestina, La guapota, en Úrsulo Galván, donde calculan hay más cadáveres que en Colinas de Santa Fe, cacareada como la fosa más grande, no de Veracruz, no del paí­s, sino de América Latina.
Y en la ciudad de Veracruz, unos vecinos capturaron y golpearon a un ladrón de casas y luego entregaron a la policí­a.
Y en Xalapa, los vecinos de la avenida Rafael Murillo Vidal han colgado de los árboles unos letreros enlaminados anunciando al mundo estar integrados en una especie, digamos, de guardias comunitarias para cuidarse entre sí­ a tono, quizá, con el gran consejo salomónico del presidente municipal de Xalapa de cuidarse entre sí­.
En tanto, igual que en el sur de Veracruz y en el norte y en el este y en el oeste, en el fraccionamiento Costa de Oro de Boca del Rí­o (la ciudad hermanada con Panamá y las que vienen) en una sola callecita hay seis anuncios de casas en venta, o en venta o alquiladas, pero ya vací­as, pues la ola de violencia se ha vuelto insufrible, intolerable, irrespirable.

BAMBA CALIENTE. BAMBA VIOLENTA

El dí­a cuando la GN se vaya del sur de Veracruz, los carteles volverán, pues simple y llanamente, así­ ha ocurrido en todas las latitudes del paí­s, si se considera que los barones de la droga son migrantes, nómadas, y se mueven de un lado a otro según las circunstancias.
Por eso, y luego del linchamiento y quemados vivos de seis malandros, presuntos secuestradores de profesores, en Soledad Atzompa, ubicado en el corazón de la montaña negra de Zongolica, los malosos migraron del pueblo y por fortuna hay tranquilidad y paz.
Una semana después de la GN en Veracruz, secuestrados, levantones, desaparecidos, amenazas de linchamientos, asesinatos y fosas clandestinas.
La vida "al rojo vivo" en el infierno jarocho.
Bamba caliente. Bamba violenta.

SECUESTRADAS CUATRO MUJERES EN TIEMPO DE LA GN

En la primera semana de la GN en el sur, lo más canijo fue en Acayucan. Secuestradas cuatro mujeres.
Ella, esposa de un empresario, dueño de dulcerí­as, junto con sus dos hijas y la compañera de la escuela de una de las menores.
Es decir, una señora y tres niñas plagiadas.
La niña amiguita de las otras dos menores, hija de una maestra de la Escuela Secundaria General de Acayucan.
Una persona subió en las redes sociales el siguiente texto:
“Pido una oración por unas niñas y su mamá que iban con rumbo a la escuela, las cuales fueron secuestradas: Dios Misericordioso te pedimos con el CORAZÓN las protejas junto con nuestra virgencita de Guadalupe, toca los corazones de estas personas que las secuestraron que su alma se ilumine de tu poder, te lo pedimos padre mí­o".
Mucho se duda que Dios escuchara el ruego.
Por eso, nada mejor que la justicia por mano propia.
En Cosoleacaque, la noche del miércoles primero de mayo, un ladrón intentó asaltar a un joven en la calle 6 en la colonia El Naranjito según describe el reportero Antonio Osorio Ojeda.
Los vecinos fueron rápidos. Lo detuvieron, amarraron, golpearon y luego de la madriza lo entregaron a la policí­a, lo mismito que sucediera en la ciudad de Veracruz, en las calles Codorniz y Cotorro.
La población está harta de la ola de violencia.
Por un lado, la incapacidad de la secretarí­a de Seguridad Pública para garantizar la tranquilidad en el llamado Estado de Derecho.
Y por el otro, la incapacidad de la Fiscalí­a para procurar justicia.
La vida es así­ en el tiempo de la Guardia Nacional y la era Cuitláhuac.