Incluso, y mientras la activista Aracely Salcedo, la madre de Fernanda Rubí­ que enfrentara a Javier Duarte en Orizaba, ha defendido de nuevo a Wí­nckler, el Solecito de la señora Lucí­a Dí­az Genao anuncia que el Fiscal, originario de Oaxaca, ha de ser juzgado por desaparición forzada y que el penal de Pacho Viejo lo espera.
El góber electo también avisó que impugnará el nombramiento de Marcos Even Torres Zamudio como Fiscal Anticorrupción en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Y de ñapa, el Solecito, y luego de la reunión cumbre con Cuitláhuac Garcí­a el fin de semana, tiene en la mira al Fiscal de los Desaparecidos, Eduardo Coronel junior.
Están avisados. La izquierda que por vez primera llegará al Poder Ejecutivo de Veracruz, y de forma avasallante, proclamándose defensora de los derechos humanos.
En tanto, el Colectivo por la Paz de Anais Palacios denunció que en el sur de Veracruz hallaron restos humanos en fosa clandestina.
Y que los sospechosos son malandros aliados con policí­as estatales.
Todaví­a peor: cuatro policí­as de Misantla, igual que en el duartazgo, fueron detenidos acusados de secuestros y homicidios.
Antes como antes y ahora como ahora, el paraí­so terrenal que fue Veracruz “en la noche tibia y callada” de Agustí­n Lara, convertido en el infierno.
“El peor rincón del mundo del mundo para el gremio reporteril” fue llamado ahora cuando, y por cierto, se conmemoraron tres años del asesinato del fotógrafo Rubén Espinoza.
“Veracruz, la peor entidad federativa del paí­s para el paso de los migrantes de América Central a Estados Unidos” la definió el sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, llamado a la Comisión Nacional de Derechos Humanos con AMLO, pero vetado por su investidura.
El infierno sigue.

UN VERACRUZ DE HUÉRFANOS

La yunicidad está por terminar y aún continúa vigente el otro drama familiar y social jamás tocado como es la situación de los cientos, miles quizá, de niños huérfanos con tanta matazón de padres y madres, feminicidios que incluyen a madres solteras, y, claro, de tantos hombres ejecutados.
Además de las madres viudas y los padres ancianos en el abandono económico.
Una crisis humanitaria, genocidio puro, sin precedente en la historia de Veracruz, peor, muchí­simo peor que “La Sonora Matancera” en el sexenio de Agustí­n Lara.
Quizá, comparable con el tiempo sexenal del siglo pasado cuando “La mano negra” del cacique Manuel Parra, de la hacienda de Almolonga, asesinó a más de cuarenta mil campesinos en represalia a la lucha agraria.
Hay, cierto, ONG para seguir la pista a los hijos desaparecidos y a los feminicidios, pero la tarea, y también del Estado, es, digamos, la crisis invisible de los niños huérfanos y las madres viudas y los padres seniles.
Y si la lucha está centrada en la búsqueda de la desaparición forzada, entonces, ningún tiempo ha existido para los huérfanos.
Por fortuna, en Coahuila, una ONG ya fue integrada para atender a los huérfanos y enviaron una carta al gobernador, quien al momento, luego de varias semanas, su única respuesta es el silencio, la indiferencia, la apatí­a, la negligencia.
Es el paí­s que vivimos.

FISCALES CARNALES

Por lo pronto, la lucha sigue en Veracruz.
Es el ajuste de cuentas.
Si Miguel íngel Yunes Linares las ajustó con el ex Fiscal Luis íngel Bravo Contreras, a quien destituyó de sus nueve años elegido por la LXIV Legislatura del profe Juan Nicolás Callejas Arroyo, QEPD, ahora, Cuitláhuac Garcí­a irá por sus tres fiscales carnales.
Ningún viento social favorable se siente ni presiente en Veracruz, más que el tiempo sórdido y siniestro de la discordia civil.
Y más, cuando en la cancha están en la mirada azul los casos de las diputadas Cinthya Lobato Calderón, desertora de la bancada panista a MORENA, y Daniela Griego, para ser desaforada, antes de tomar posesión, como diputada electa.
Y más, cuando el góber electo ha prometido esclarecer el asesinato de los 19 reporteros y los tres desaparecidos en el duartazgo, pero también de los 5 periodistas ejecutados en la yunicidad.
Y más, cuando de igual manera Cuitláhuac Garcí­a ha denunciado que “el artí­fice de la corrupción del PRD en Veracruz fue Rogelio Franco Castán”, el secretario General de Gobierno de la yunicidad (Proceso 2175, Noé Zavaleta, 8 de julio, 2018).
Tiempo aquel cuando Rogelio Franco convirtió el PRD en color rojo, rojo Fidel, y rojo Javier Duarte.
“Corrupción imperante en el interior del PRD nacional y el PRD estatal” dijo Cuitláhuac.

OTROS MíS EN LA MIRA

En medio de todo, los atropellos y agravios a los derechos humanos, el asunto pendiente en la agenda local, pero también nacional y extranjera.
Por eso, y a partir del discurso del góber electo, la tempestad huracanada está avisada.
Y más, cuando en la cancha polí­tica, social y mediática también se la ha cantado al diputado Sergio Hernández Hernández, a los caciques Renato Tronco Gómez y Ricardo Garcí­a guzmán, y a los duartistas Gabriel Deantes Ramos, Vicente Bení­tez y Juan Manuel del Castillo.