En el año 2012, el tricolor Enrique Peña Nieto la recuperó.
Pero este año, Peña Nieto entregará otra vez la presidencia de la república a un opositor, y en el caso, “El peje”.
Además, también entregará las nueve gubernaturas en juego (entre ellas, Veracruz) a la oposición, ya a MORENA, ya al PAN.
Y lo peor entre lo peor, la mayorí­a de las 500 diputaciones federales y las 128 Senadurí­as quedarán en manos opositoras, el tricolor, derrocado por completo.
Además de las derrotas en los estados con las diputaciones locales.
Porfirio Muñoz Ledo, ideólogo de mil batallas, percibe, huele, olfatea, siente, presidente y cree que la desaparición del PRI está a un paso.
Desde luego, exagera, aun cuando es el gran momento de que el tricolor se reinvente, luego de que durante más de 80 años fue hegemónico, el partido más viejo del mundo que llegó a considerarse con otro de Vietnam.

LA CAíDA LIBRE DEL PRI

En el año 2000, desde un principio Ernesto Zedillo como presidente de la república se deslindó del PRI.
Mejor dicho, quiso dejarlo en libertad partidista, digamos, la independencia del partido en el poder para hacer y deshacer.
Pero en su pubertad partidista descarriló por completo.
En el año 2006, otra vez el tricolor fue derrotado con Felipe Calderón.
Y en el año 2012, con los 150 mil muertos que llevara en la guerra de los soldados y los marinos con los carteles y cartelitos, el PAN felipista perdió Los Pinos en las urnas.
Ahora, con los más de 150 mil muertos, casi llegando a 200 mil, además de la manifiesta corrupción de un montón de gobernadores priistas, unos presos y otros prófugos de la justicia, otros más arraigados en Estados Unidos, y el inolvidable escándalo moral de la “Casita Blanca” de ”˜La gaviota”™, el PRI Peñista está en caí­da libre.
Los profetas del desastre rojo lo siguen vaticinando.
Incluso, algunos repiten la frase célebre de AMLO de que “este arroz ya se coció” para expresar su categórico triunfo en las urnas.

A VECES EL DíA Y DE LA NOCHE CAMBIAN…

Hay una guerra de encuestas y encuestitas. Cada candidato y partido polí­tico se proclama ganador cuando todaví­a falta un mes y 3 dí­as.
Y más porque una encuesta sólo expresa el momento del estado de ánimo y el punto de vista del entrevistado y cuya tendencia es variable.
Además, el proverbio popular dice que la encuesta la gana… quien la paga.
Y sin embargo, son manipuladas para, digamos, crear (si posible fuera) una percepción triunfalista en la población electoral y ver si genera una corriente favorable para un candidato.
Es, claro, la percepción que una parte de las elites priistas de Veracruz ya tienen de que AMLO es ya, ya, ya el legí­timo sucesor de Peña Nieto.
Incluso, la semana anterior hubo festí­n con el llamado empate técnico entre Miguel íngel Yunes Márquez y Cuitláhuac Garcí­a, en tanto otra encuesta, efectuada por empresa española, parece, expresa que “El chiquis” va llegando al 50 por ciento de la tendencia del voto, inderrotable.
En el carril suele ganar el caballo menos favorecido por la percepción y la sensación de los caballerangos.
Los candidatos juegan en la cancha electoral y cada dí­a es un nuevo comienzo.
Incluso, un tropiezo verbal (caso Cuitláhuac Garcí­a y los jóvenes desaparecidos), un accidente con trágico resultado (José Marí­a Aznar con el bombazo español en el metro), la mano negra de Rusia en la elección presidencial de Donald Trump (y la derrota de Hilary Clinton) suele cambiar el dí­a y la noche.

AMLO, INDERROTABLE

Pero el caso de AMLO es diferente:
A: El rafagueo de los partidos y candidatos opositores en su contra expresa su liderazgo fuera de serie.
B: Varios medios de la Ciudad de México han publicado que en las encuestas de Los Pinos lo dan como ganador.
C: Miguel íngel Yunes Márquez ha dicho que trabajarí­a con AMLO como gobernador de Veracruz, pues ya tiene experiencia pulida con Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte, quienes operaron en su contra como presidente municipal de Boca del Rí­o.
D: La estampida de renuncias de priistas, panistas y perredistas a la cancha de AMLO ratifica su victoria anunciada en la percepción ciudadana.
E: La profecí­a de Felipe González, profundo conocedor de la naturaleza electoral, polí­tica y social de Europa y América Latina.
F: El bombardeo de Los Pinos y el gabinete legal y ampliado en su contra manifiesta la desesperación presidencial.
G: El fuego enemigo de “la mafia en el poder” se ha vuelto más sistemático y radicalizado.
H: El gran fracaso del PRI y PAN en Los Pinos expreso en un paí­s con el 60, 70 por ciento de la población en la miseria, la pobreza y la jodidez y que enerva más con un México convertido en el número uno de corrupción polí­tica en América Latina y uno de los primeros lugares en el mundo.
AMLO ya ganó.