Reencarnación política
•Beltrones comparó a Enrique Peña Nieto con Plutarco Elías Calles y tal analogía serviría de punta de lanza para un repaso histórico en Veracruz
El diputado federal, Manlio Fabio Beltrones, ha comparado al presidente Enrique Peña Nieto con Plutarco Elías Calles, que por visionario y reformador; pero, bueno, también impuso a cuatro presidentes de la República, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio, Abelardo L. Rodríguez y Lázaro Cárdenas del Río.
Claro, se ignora si Beltrones se estaría pitorreando de Peña Nieto porque Elías Calles también creía en los médiums, igual que Panchito Madero, y hasta organizaba sesiones espiritistas en Los íngeles, donde fuera exiliado por Cárdenas.
Así, y continuando la hebra política, Fidel Herrera también podría ser comparado con Plutarco Elías Calles por su
Luis Velázquez
Maximato en Veracruz y/o también con el general Rafael Leónides Trujillo, dictador de la República Dominicana, que ejercía el derecho de pernada con las mujeres de su gabinete legal y ampliado.
Adolfo Mota, secretario de Educación, podría compararse con Oscar Wilde, por finito y exquisito, un figurita en su arreglo personal y en su estilo de proyectarse ante los demás.
Nemesio Domínguez, el subsecretario de Motita, podría equipararse, digamos, a Alejandro Magno, el general que conquistara el mundo asiático por sus costumbres y hábitos griegos y romanos.
Érick Lagos Hernández, secretario General de Gobierno, pudiera cotejarse con Silvio Berlusconi, el expresidente de Italia, por sibarita, a tal grado que tenía una casita para sus orgías, mejor dicho, un palacio romano, para sus fiestecitas en las goteras de la ciudad.
Jorge Alejandro Carvallo junior, secretario de Desarrollo Social, sería comparado al hijo pródigo del relato bíblico, considerando que de aquí pa”™lante, y en nombre de la candidatura a la curul federal por Los Tuxtlas, fuera capaz de perdonar a su padre por tantos agravios, simple y llanamente porque con todo es su padre, el hombre que le diera vida como dice el clásico.
Desde luego, los diputados Cuauhtémoc y Tona Pola se ganaron con creces el cotejo histórico con Abel y Caín por las razones bíblicas conocidas por el alma popular.
El coronel Arturo Bermúdez Zurita, secretario de Seguridad Pública, tendría su homólogo y antecedente en el general Mario Arturo Acosta Chaparro, el famoso general de la llamada “guerra sucia”, director de Seguridad con Agustín Acosta Lagunes, bragado y broncudo, peleador callejero, mano firme y dura y, bueno, hasta represiva.
Y más por lo que cuenta un priista de Xalapa, a saber: un día en aquel sexenio, el notario público, Antonio Limón, invitó a comer a Acosta Chaparro en su casa y en el aperitivo le mostró feliz y orgulloso su colección de armas y días después, misterios de la vida, los malandros entraron de manera rara y extraña; pero indicativa y significativa, a la casa del notario y se las llevaron.
OTRAS VIDAS PARALELAS
José Tomás Carrillo Sánchez, delegado federal del Instituto Nacional de Migración, podría compararse, digamos, con su mentor Fidel Herrera, porque se ha convertido en un experto en las fidelíneas, agarra/pendejos y choricero.
También, Carrillo junior pudiera tendría su antecedente histórico en Gustavo Arróniz Zamudio, dos veces presidente municipal de Cosamaloapan, diputado local y federal, maestro de Psicología, Ética y Filosofía en la escuela preparatoria del pueblo, y el mayor choricero de América Central, pues está claro que el continente americano inicia en la Cuenca del Papaloapan.
Alberto Silva Ramos, director de Comunicación Social del gobierno de Veracruz, se compararía, digamos, con Porfirio Rovirosa, otro sibarita, ególatra, enamorado de sí mismo, aun cuando también pudiera incluirse en el paralelismo histórico con el procurador de Justicia, Luis íngel Bravo Contreras, el Rimbaud del siglo XXI, pues igual que el poeta, su vida inicia y termina frente al espejito.
Bueno, antes de que Beltrones tuviera la ocurrencia de comparar a Peña Nieto con Plutarco Elías Calles, la exvocera próspera, futura presidenta de la Fundación Colosio, María Georgina Domínguez, fue comparada con la Juana de Arco del Veracruz duartista, se ignora si por bragada, rebelde, contestataria y/o porque se creía iluminada de Dios y/o por sus hábitos y costumbres.
Faltaría definir el paralelismo histórico, digamos, de Elizabeth Morales, Ana Guadalupe Ingram y Dominga Xóchilt Tress, aun cuando quizá, acaso, su antecedente se remontaría hasta Cleopatra, la ambiciosa reina de Egipto que también soñó con gobernar Roma y que para la historia mereció demasiados epítetos y adjetivos calificativos.
En fin, que si Beltrones deseaba quedar bien con Peña Nieto, más le hubiera valido compararlo, digamos, con Adolfo López Mateos y/o Carlos Hank González; pero, bueno, su jugada tendrá…