Récord Guinness en Veracruz
•Segundo lugar en abortos
•Y en embarazos no deseados
I
La estadística de unas ONG manifiesta la desintegración familiar a que hemos llegado en Veracruz.
Según el colectivo Equifonia, la tierra jarocha, ungida ya con sentido futurista como la Houston de México y la Arabia Saudita de América Latina, ocupa el segundo lugar nacional en abortos, luego del Distrito Federal, la metrópoli más poblada del mundo.
De acuerdo con la Asociación Civil Redefine, Veracruz ocupa el tercer lugar nacional en embarazos no deseados.
Luis Velázquez
Y, bueno, uno y otro hecho están empalmados, y ni modo recurrir al populismo mesiánico para explicar, quizá tratar de justificar, los hechos y circunstancias.
Cierto, por ejemplo, desde el DIF y la Secretaría de Salud, quizá la Secretaría de Desarrollo Social, pues el objetivo de las tres es la familia, la persona, el individuo, el ciudadano, inculparán a los padres de familia de los embarazos y los abortos.
Pero al mismo tiempo, hay otros factores que inciden, uno de ellos, diría el politólogo Carlos Ronzón Verónica, el desempleo y los salarios de hambre y la migración de Veracruz a la frontera norte y Estados Unidos.
Por lo siguiente: Si en cada familia escasea el recurso ante la precariedad de fuentes de empleo y los salarios miserables pagados en la mayoría, digamos, el cien por ciento de las empresas, entonces, los padres lo buscan donde se pueda.
Y, por añadidura, descuidan la atención y la formación de los hijos.
Y las hijas se embarazan apenas entran a la escuela secundaria y, por tanto, suelen abortar.
Otro mundo sería si el padre ganara lo suficiente para sostener a la familia con una buena, aceptable calidad de vida, y la madre se ocupara de las tareas básicas del hogar, entre ellas, estar pendiente siempre siempre siempre de los hijos.
Y es que ante los salarios miserables la madre también necesita chambear.
Y un día, ni hablar, descubren que la hija espera un hijo y, en el peor de los casos, ya abortó.
II
Según Equifonia, una opción salomónica es dar a conocer a los jóvenes las medidas seguras para la interrupción del embarazo, entre ellas, claro, el uso de globitos.
Pero si se efectuara una encuesta entre los chicos arrojaría el siguiente resultado: la mayoría de ellos, mujeres y hombres, aseguran que la sensación es diferente. Y por tanto, ene millón de veces preferible sin protección, a costa, incluso, del riesgo que significa.
Así, habría quizá, acaso, de buscar otros caminos porque la alerta ahí está expuesta en el marco de la despenalización del aborto a la que tanto se opone la elite eclesiástica Las ONG Equifonia y Redefine han lanzado la aleta una vez más en Veracruz, donde, todo indica, se recrudece la desintegración familiar en un país donde la mayoría ciudadana es católica, apostólica y romana.
Y, por tanto, las partes entran en pugnan, originando la desavenencia familiar.
Según Redefine Veracruz, hay embarazos no deseados porque falta educación sexual en las familias y en las escuelas.
Pero, bueno, habría de igual manera de cotejar la realidad platicando con los chicos.
Por ejemplo, en la escuela primaria, hacia el quinto y/o sexto año, los profes hablan con los alumnos sobre el aparato reproductor femenino y masculino.
Es más, hay estudiantes de primaria que dan clases a los padres de familia sobre la tarea sexual.
El otro día, por ejemplo, un chico impartió una cátedra sobre la forma de evitar un embarazo, en tanto los padres quedaron pasmados.
¿Dónde lo aprendiste? preguntó angustiada la madre, pensando que la fuente de información de su hijo era la calle, los amigos, las revistas y la tele.
En la escuela, respondió el niño con toda la seguridad y la certidumbre del planeta.
III
He ahí, pues, y como dice el arzobispo Hipólito Reyes Larios de la inseguridad, una tarea de todos.
Está claro: hasta el día de hoy, y basándonos en la estadística de Equifonia y Redefine, la estrategia de las secretarías de Salud y Desarrollo Social y el DIF y hasta de la cúpula de la iglesia han fallado en Veracruz con sus récord Guinness en abortos y embarazos no deseados.
Y, bueno, tales acciones también son políticas y sociales para enaltecer el bienestar común y la calidad de vida de un pueblo en la búsqueda de su destino.