Los defraudadores
El día cuando el gobernador de Veracruz hablara sobre el despido de Gabriel Deantes, subsecretario de Finanzas y Planeación, y Edgar Spinoso Carrera, Oficial Mayor de la Secretaría de Educación, fue categórico: “Defraudaron la confianza”, dijo, sin rodeos.
Luis Velázquez
Y es que para entonces, la investigación de la Auditoría Superior de la Federación, ASF, había caminado demasiado. Pero al mismo tiempo, existía un reporte al jefe máximo.
1.- El desvío de mil millones de pesos (de los 6 mil de recursos federales) destinados para la calidad educativa, depositado en cuentas bancarias personales y de familiares y amigos y socios y aliados.
2.- Si es cierto, como se afirma, que resulta difícil y titánico ocultar el dinero y el amor, tanto Deantes y Spinoso habrían perdido el equilibrio y la madurez humana engolosinados con el poder político, el económico y el social.
Por ejemplo, las versiones hablan de que uno de ellos habría adquirido una súper mansión de unos 25 millones de pesos, con lo que, y por ejemplo, podrían construir ene número de viviendas para un aproximado de cien familias en la montaña negra de Zongolica.
3.- El dispendio y el derroche de que el parcito hacía gala.
4.- Si Salvador Manzur Díaz como secretario de Finanzas y Planeación descarriló el Pacto México a partir de la frase bíblica acuñada “un oro molido”, Deantes y Spinozo estaban desplomando al gobernador en su relación con Los Pinos.
5.- Nadie duda de que el resto de “Los niños de la fidelidad” han “ordeñado la vaca suiza”. Pero en el caso de Spinoso y Deantes se habla de un dispendio que llega a la ofensa y la humillación. Peor tantito, al cinismo. Tantito peor, al desparpajo.
Y más, mucho más en un Veracruz con 750 mil indígenas viviendo en la pobreza, la miseria, la jodidez, el desempleo y la migración en las regiones de Huayacocotla, Chicontepec, Otontepec, Papantla, Zongolica, Valles de Santa Martha y Uxpanapa y Soteapan.
Y por eso mismo, el gobierno de Veracruz ha dado el primer paso como el despido fulminante del parcito. Ahora, y antes de que Los Pinos lo reclamen, está obligado a interponer una demanda penal en contra de ellos.
“Defraudaron la confianza” aseguró Javier Duarte.
Y defraudar la confianza implica timar y estafar al mismo jefe del Poder Ejecutivo. Y ni se diga a la población electoral. Y ni se diga a todos y cada uno de los contribuyentes. Y ni se diga a quienes votaron por el PRI. Y ni se diga a Los Pinos, pues se trata de recursos federales, incluidos en la lista de irregularidades de la Auditoría Superior de la Federación.
CUENTAS CLARAS, AMISTADES LARGAS
Pero, además, y en automático brota una dudita.
Punto uno: si Deantes y Spinozo se “fueron al agua”, ¿se fueron solitos y/o se bañaron en tina y chapotearon?
Punto dos: si así fue, ¿a quiénes habrían pasado copia?
Punto tres: si pasaron copia, ¿por qué los otros callaron los beneficiados y, por tanto, se volvieron cómplices?
Por eso, y como dice el refrán popular, “cuentas claras, amistades largas”. Y por tanto, y de cara a la elección de diputados federales en el año 2015 y de gobernador en el 2016, el reporte de irregularidades de la ASF por ningún momento puede quedarse ahí.
Y por tanto, es hora de que los diputados de la LXIII Legislatura levanten la voz y den seguimiento a la decisión del gobernador del cese del parcito, pues de lo contrario, tarde o temprano la población electoral lo cobrará en las urnas.
De por sí una sombra demasiada pesada camina de norte a sur de Veracruz con la deuda pública de 80 mil millones de pesos heredada por Fidel Herrera.
Y con tantos pagos pendientes a proveedores.
Y con tres años con cuatro meses sin obra pública estatal y federal.
Tapando baches cuando ha sido posible.
Y con una austeridad reproducida en el cuarto año de gobierno.
SíBADO DE GLORIA PARA DEANTES Y SPINOSO
Ahora se atraviesa la Semana Santa. Un periodo vacacional de 15 días, donde por razón natural la tarea pública se contrae y retrae.
Pero otro es el tiempo y la circunstancia de la administración y aplicación de la justicia. Y en el caso de Spinoso y Deantes bien pudiera asestarse un sabadazo de gloria para cerrar las pinzas y proceder.
Sin embargo, y si por equis pretexto el parcito sigue impune, afirmando desde el discurso que las irregularidades fueron cubiertas, y/o se están arreglando, desde el gobierno de Veracruz enviarán un mensaje erróneo a cada contribuyente, en el sentido de que pasado un ratito todo se olvida, y por tanto, Deantes y Spinoso quedarán perdonados.
Una cosita es que Jesús haya perdonado en el Gólgota a los fariseos y otra que los dos funcionarios despedidos queden en la impunidad.
Significaría, entonces, que en el (presunto) trastupije falsearon el producto del daño patrimonial.