“La muerte tiene permiso”
El año termina con una gigantesca mancha negra para Veracruz. Para desgracia de la dinastía política de MORENA en el palacio de gobierno de Xalapa, se mantiene el primer lugar nacional en feminicidios.
Y lo peor entre lo peor:
Mientras en la última estadística de la muerte, Veracruz quedó con doscientos cincuenta feminicidios, Ciudad Juárez con ciento cincuenta y siete y Sinaloa con solo, apenas, apenitas, cuarenta.
Luis Velázquez
El secuestro, la desaparición y los homicidios de mujeres en Ciudad Juárez, por ejemplo, llegaron al cine en años anteriores, incluso, con artistas de nombre y renombre internacional, como Jennifer López y Antonio Banderas, y en donde la primera interpreta a una reportera y el segundo al director de un periódico impreso.
Incluso, más de diez libros han sido publicados con historias siniestras sobre las mujeres asesinadas.
Y en el caso de Sinaloa, la tierra dominada en otro tiempo por Jaime Zambada y Joaquín Guzmán Loera, El chapo, y en donde este año fueron asesinadas sólo cuarenta, mientras en Veracruz (y disculpe el lector la insistencia) 250 feminicidios.
El colmo:
En tanto más y más mujeres son asesinadas (la penúltima en Atzacan donde su cadáver fue tirado en una bolsa de plástico con el cadáver de un hombre frente al palacio municipal, en el parque), el secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, expresa su filosofía de seguridad y dice que en materia de feminicidios, “ahí la llevamos”.
¡Vaya expresión machista! ¡Vaya desdén y soberbia! ¡Vaya insensibilidad!
Pero como el titular de la SSP tiene poderoso padrino o madrina y solo por el apellido hay quienes lo cacarean como familiar de la esposa de AMLO, entonces, por más y más protestas del PRD, por ejemplo, por el asesinato de su ex presidente municipal durante tres ocasiones de Paso del Macho, nada pasará.
Todo seguirá igual. O peor.
“La muerte, ya se sabe, tiene permiso” como intitulara Edmundo Valadez una de sus novelas y nada indica que los años 5 años por venir, con el góber de AMLO en el trono imperial y faraónico, las circunstancias puedan cambiar.
Si con Javier Duarte Veracruz fue “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”, con Cuitláhuac lo es para las mujeres y también para la población general pues conservamos el primer lugar nacional en secuestros.
Y por más y más que el góber de AMLO asista a las reuniones nacionales de seguridad pública para quedar bien con el presidente de la república y menosprecie las sesiones diarias en palacio de Xalapa, Veracruz es un tiradero de cadáveres chorreando sangre todos los días.
GRITAR A LOS 4 VIENTOS…
En cada girita en Veracruz, AMLO, el presidente de la república, vitorea a su gobernador.
La última vez en el sur del estado dijo lo siguiente:
“Puedo gritar a los cuatro vientos que Cuitláhuac es una gente honesta y maneja el presupuesto con honestidad y austeridad”.
Claro, si se considera, por ejemplo, el nepotismo en varias secretarías del gabinete legal y ampliado empezando por los Eleazares Guerrero y si se considera la compra por dedazo, sin licitación, de las patrullas policiacas y las medicinas y la asignación de obra pública a compañías constructoras foráneas y con lo que ene número de empresas locales están quebradas, entonces, el góber es un político honrado.
Pero, bueno, una cosita es que AMLO glorifique a su góber, y otra, mil años luz de distancia, el fatídico resultado del primer año del sexenio, donde parte singular de la población electoral que en el año 2018 creyera en MORENA está más desencantada que nunca.
Y si en Veracruz van más de dos mil quinientos asesinatos, entre ellos los 250 feminicidios y los 40 infanticidios y los veinte políticos y líderes y los 18 policías y los 22 taxistas asesinados, entonces, los familiares de todos ellos se desquitarán en las urnas con los candidatos de MORENA a un cargo de elección popular en el año 2021,
Puede AMLO “gritar a los 4 vientos” como José Alfredo Jiménez la honestidad y lealtad de Cuitláhuac, si así fuera, claro.
Puede el presidente de la república tratar de convencer por decreto a la población de la honestidad de Cuitláhuac, pero de antemano, todo indica, su voz se perderá en el vacío porque los familiares de tantas personas ejecutadas pensarán y sentirán de otra manera.
El góber de AMLO en ningún momento conjuga las facultades y aptitudes que la población tan dolida necesita en un líder.
El góber ha desencantado a las familias. Bastaría recordar que la gente se burla y pitorrea de su persona. Y cada vez cuando su imagen y voz aparecen en el noticiero televisivo y radiofónico cambian de canal.
Resulta inverosímil, por ejemplo, que mientras Veracruz conserva el liderazgo nacional en feminicidios, en ciudades tan emblemáticas de la inseguridad como Ciudad Juárez y Culiacán el asesinato de mujeres sea mucho menor (como en Ciudad Juárez) y mucho menor (como en Sinaloa).
He ahí la prueba máximo, el testimonio inapelable, de que el gobierno jarocho sigue fallando en materia de seguridad.
El único aval de un político, igual que en la vida cotidiana, son los hechos. El discurso, las declaraciones mediáticas, las palabras, los golpes de pecho, las promesas, los juramentos de que la vida será mejor, de nada sirven.