Alberto Olvera, chamán electoral
•Ligado a funcionarios del INE
Laura Rojas
El protagonista lo es Alberto Olvera Rivera, miembro de la Junta de Gobierno de la UV, quien hace breve tiempo enamoró en la FIL de Guadalajara a Celia del Palacio, quien trabajaba precisamente en la Feria Internacional del Libro de allá, y se la trajo a Xalapa, en donde se casó con ella y desde luego no se le dio la organización de la FIL de Xalapa.
El caso es que este miembro de la Junta de Gobierno es puntual asistente a las diferentes tomas de posesión de los diversos funcionarios de la UV, desde los de más alta jerarquía a los más modestos jefes de sección del organigrama universitario. Haciendo un activismo presencial a los eventos de la Rectora.
Es otro de quienes, escudado en pertenecer a ONG de la sociedad civil, incursiona fuertemente en actividades electorales con los funcionarios del INE Veracruz, teniendo cuidado en no dar la cara; pero si ofrecer conferencias de orden democrático-electoral. Su esposa -pese a las prohibiciones de las reglas de parentesco en los cargos públicos- es la secretaria de las oficinas que la Junta de Gobierno de la UV tiene en la Av. ívila Camacho en la ciudad de Xalapa.
Sin embargo al responder llamadas se identifica como secretaria de Alberto Olvera Rivera, y no como secretaria de la oficina de la Junta de Gobierno (leal a su esposo y miembro de la Junta) y en la nómina de la UV Celia del Palacio figura como directora de Comunicación de la UV por encima de Raciel, para efectos monetarios.
Así las cosas, en el mes de junio, la señora de referencia compró en Liverpool una cámara fotográfica de alta resolución y una computadora de última tecnología, instrumentos que pagó y pidió factura a nombre de la UV, mismas que tramitó para su pago en la Dirección de Adquisiciones a cargo del entonces director Miguel íngel Cruz Vega.
La respuesta del funcionario ante el trámite de pago de la esposa de Alberto Olvera fue que dado el monto del importe debió haberse llevado a licitación pública, como lo ordena el canon jurídico en todas las dependencias de los tres niveles de gobierno. Hecho que irritó e indignó a la esposa del miembro de la Junta de Gobierno a quien amenazó con cesarlo y lo cumplió.
A los pocos días le pidieron a Cruz Vega su renuncia (aunado al hecho de que no pudo conseguir -por culpa de la agencia- la factura de un vehículo 2015 para uso exclusivo de la rectora).
Quedó cesante el director de adquisiciones por no autorizarle su compra a la esposa del democrático miembro de la junta de gobierno universitario Alberto Olvera, chamán de cabecera de la rectora.
Olvera tiene nexos con la pandilla del INE, cuidando bien su identidad.
Se empieza a abrir la caja de Pandora. Es un estado universitario que pretenden alcanzar el gobierno del estado, pian, pianito, ya lo hicieron en Colima un Maquiavelo de bolsillo.