preocupa de los cambios inminentes, tales desórdenes mentales resultan, simple y llanamente, la peor de las traiciones… Y más porque los padrinos y los ahijados a la vocerí­a mueven a sus plumí­feros para construir y reconstruir una imagen impoluta, impecable e implacable para terminar el sexenio en el par de años más difí­ciles, pues es cuando el jefe del Poder Ejecutivo termina el periodo y sueña con dejar heredero en la silla embrujada de palacio…

ROMPEOLAS: Más aún: si Alberto Silva, Érick Lagos, Marí­a Georgina y González Levet tienen sus candidatos, entonces, habrí­a de preguntarse el nombre del candidato de Duarte… Hasta donde se sabe, si se entiende bien, se trata de una facultad constitucional del góber y, por tanto, ninguna razón para que tales polí­ticos se aceleren, creyendo que Comunicación Social les pertenece… Acaso pretendan “ordeñar la vaca” como ha dejado constancia la reportera Claudia Guerrero Martí­nez documentando la riqueza de Marí­a Georgina Domí­nguez en su paso por la dependencia… Quizá deseen manejar la vocerí­a ahora que las pasiones están fuera de control por la llamada mini/gubernatura, el jueguito de Fidel Herrera para sus discí­pulos… Claro, nadie dudarí­a de que en algún caso el jefe máximo habrí­a insinuado la posibilidad de mover las fichas en el tablero mediático para evaluar reacciones y tomar una decisión como ha sido el caso… Pero, de entrada, todo indica que los padrinos y los apadrinados van por un lado y el góber por otro… Y más cuando meses anteriores Alberto Silva aseguraba que habí­a jurado y perjurado su lealtad a Duarte por encima de la tentación de cualquier cargo público para así­ permanecer a su lado, en Comunicación Social, hasta el mes de noviembre del año 2016… Es decir, la tomadura de pelo y el populismo mediático y alburero queriendo cortarse las venas por el góber, pues ahora las alas de “El cisne” aletean camino a la curul federal por el distrito de Tuxpan, donde en su periodo edilicio los marinos se llevaran a siete policí­as municipales acusados del secuestro y asesinato de un marino cuyo cadáver apareció flotando en el rí­o Tuxpan…

ASTILLEROS: La fama pública es la siguiente: mientras Georgina Domí­nguez aprovechó el cargo para hacerse de sus cositas (dos mansiones, restaurantes, un periódico y estaciones de radio, entre otros), Alberto Silva, además para satisfacer su egolatrí­a, tan enamorado como está de sí­ mismo, fue acusado por el entonces diputado Germán Yescas en tribuna del Congreso local de ser el alcalde más mediático de los 212, incluso, más que el gobernador, y que merecí­a el Récord Guinness en deuda pública municipal… Claro, el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, y la Comisión de Vigilancia del Congreso, a cargo de Américo Zúñiga Martí­nez, pasaron a la historia como tapaderas de los presidentes tricolores y de uno que otro duartista… Y, por tanto, una cosita es que hayan “metido la mano, mejor dicho, los dos brazos, al cajón”, y otra es que sean tontos para dejar huella de las pillerí­as… Y ni hablar, si tal es la tónica ya se verá la autoridad ética, moral, social, económica y polí­tica y el perfil del tercer vocero del gobernador ahora cuando entre al V y VI año del sexenio, los más rí­spidos porque marcan la hora de la salida y la fortaleza polí­tica se mide si deja un sucesor como un traje a la medida… Por lo pronto, Silva Ramos, Lagos Hernández y Georgina Domí­nguez se creen y sienten los grandes electores, dueños, además, de las neuronas, el corazón y el hí­gado de Duarte, soñando con imponer al vocero del gabinete del cierre…