Como nunca antes en su historia el gigante petrolero brasileño Petrobras está viviendo una sacudida a la corrupción que impera entre sus ejecutivos y contratistas.

Ayer en oficinas lujosas, hoy 23 de los empresarios más ricos y poderosos de la tierra de Pelé, cohabitan en una celda de la prisión de Curitiba, emblemática ciudad carioca.

“Presidentes y expresidentes de las mayores constructoras de Brasil, están oficialmente acusados de haber organizado junto a la petrolera estatal un esquema de sobornos, corrupción y lavado de dinero que entre 2004 y 2012 pudo desviar más de 3 mil millones de dólares y financió irregularmente a los principales partidos polí­ticos”, dicen las crónicas de prensa.

La “Operación Lava-Jato” ha puesto en jaque a socios de la compañí­a número nueve en ingresos en América. Petrobras obtiene recursos por más de 144 mil millones de dólares al año.

Hasta el dí­a de ayer sólo dos grandes compañí­as brasileñas han quedado fuera del mayor escándalo de corrupción en Brasil, una de ellas es Odebrecht.

Como es conocido la empresa de Marcelo Odebrecht construye -aquí­ en Nanchital- junto con Idesa el complejo petroquí­mico Etileno XXI con una inversión de 4 mil 500 millones de dólares.

Con operaciones en México desde 1991, la firma de ingenierí­a y construcción opera en 18 paí­ses de América, ífrica, Europa y Medio Oriente.

Ha construido “38 aeropuertos, 46 puertos, por lo menos 11,500 kilómetros de carreteras en el mundo”, dice su historia negocios.

Aquí­ apenas el año pasado le prometieron a Enrique Peña Nieto inversiones por más de 8 mil 500 millones de dólares.

Hasta el momento en las investigaciones en Brasil, Odebrecht ha salido limpio. No tiene ningún ejecutivo en la cárcel.

Habrá que seguir de cerca lo que pasa en el paí­s sudamericano.

A pesar de que la corrupción en México es un deporte nacional, una operación como la que ocurre allá es realmente impensable.

¿Cuántas “Casas Blancas” se descubrirí­an?

ANISIA Y LA EDUCACIÓN EN CUBA

Ciego de ívila es una ciudad y municipio del centro de Cuba.

Ahí­ existe la Universidad Máximo Gómez Báez, donde la rectora es Anisia Ruiz Gutiérrez.

Ella es Licenciada en Educación, tiene Maestrí­a en Ciencias Pedagógicas, además de un Doctorado en el mismo tema.
Anisia, tiene una amplia trayectoria en el sector educativo cubano.

Su gran estatura y aparente candidez caribeña impresionan al igual que sus 24 años de experiencia en la docencia.

Aún con muchas historias en contra, el modelo cubano de educación es considerado uno de los mejores en el mundo.

Hace apenas unos dí­as la Premio Nacional al Mérito Cientí­fico-Técnico para Educación Superior en La Mayor de las Antillas dio una conferencia en la Universidad Sotavento sobre “La Prospectiva de la Educación en Cuba”.

Una charla donde se destacó la visión humanista de la formación universitaria en la Isla.

Una misión que tiene como fin: preservar, desarrollar y promover, a través de sus procesos sustantivos, en estrecho ví­nculo con la sociedad, la cultura de la humanidad, contribuyendo a su desarrollo sostenible.

El éxito del modelo pedagógico cubano es gracias a que la actividad de investigación e inserción en el campo laboral se da aún estando en las aulas y ocupa más del 30 por ciento de las horas de estudio.

Estudian pero ya están en la práctica de lo que será su profesión.

Son de cuatro a cinco años de un pregrado que otorga un diploma y dos más de adiestramiento laboral, sin incluir la formación postgraduada.

De mucha sustancia la charla de Anisia, sin embargo para otros la realidad duele cuando se encuentra a ciudadanos muy preparados, con tres o cuatro carreras que ganan sueldos nada competitivos con otros paí­ses.
Ayer la doctora en Ciencias Pedagógicas estuvo en el programa de DI Televisión, “Diálogos, Sociedad y Polí­tica”, y amplió más sus opiniones sobre la educación cubana.

Se negó a opinar sobre la filóloga y bloguera Yoani Sánchez y sus crí­ticas al sistema de gobierno cubano.
Sólo atinó a decir que si bien era conocida en el extranjero, en Cuba no hay referencia de ella.

“No se vale criticar la educación cubana y que mandes a tu hijo a la Universidad de la Habana”, decí­a Anisia mientras sostení­a en sus manos una efigie caricaturizada de Ernesto “Che” Guevara que habí­a recibido como obsequio.

A diferencia del tono alto en el diálogo que tienen los cubanos, Anisia caminó sin sobresaltos en la charla. Una doctora en educación y con educación.

AL OíDO

El caso de los normalistas de Ayotzinapa, sin duda, agrede.

Quizá como nunca antes la indignación ha generado una confluencia de identidades en el paí­s.

El gobierno priista de Peña Nieto parece estar en problemas.

Sin embargo también es cierto que aprovechando el viaje más de uno saca sus frustraciones, intereses y sobretodo ignorancia sobre el tema.

México se convulsiona, habrá que ver hasta cuando el pueblo tiene memoria.

¿La tendrá aún en las elecciones de 2015? Luego todo se olvida por unas despensas, láminas o sacos de cemento.


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