Javier Duarte, al cine
•Al lado de otros gobernadores promueve el anuncio publicitario la película “La dictadura perfecta”, de Luis Estrada
Buena noticia: Javier Duarte debutaría en cine.
Por lo pronto, su figura aparece en el anuncio publicitario de la película de Luis Estrada “La dictadura perfecta”.
Su figura con el dedo índice de la mano derecha levantado, y la banda presidencial en el pecho, al lado de Demián Alcázar, el presidente del filme cinematográfico que se estrena en los cines del país.
A un lado, la silla presidencial de Los Pinos con un anuncio, el siguiente: Se renta.
En la parte superior de la silla, el águila de la bandera nacional.
A un lado de Duarte, otros gobernadores.
Graco Ramírez, de Morelos, a punto de que Los Pinos le nombren un Comisionado por la Seguridad.
Luis Velázquez
íngel Aguirre Rivero, de Guerrero, el de Ayotzinapa con sus 43 estudiantes normalistas desaparecidos, a punto de la renuncia…
Rafael Moreno Valle, de Puebla, el presidenciable azul.
Eruviel ívila, del estado de México, el presidenciable tricolor, que durante tres meses ocultó la matanza de 22 civiles en Tlatlaya.
Manuel Velasco Coello, de Chiapas, el otro presidenciable rojo, a quienes los indígenas pasean trepado en hombros.
Ocho gobernadores en total posan en el anuncio promocional de “La dictadura perfecta”.
Abajo del título principal, otra leyenda: “La televisión ya puso un presidente… ¿lo volverá a hacer?”.
Javier Duarte, en las grandes ligas fílmicas y políticas de la República.
Un honor para Veracruz que Luis Estrada haya mirado en Duarte a una figura icónica para su película, cuyo eje central es la televisión convertida en la gran electora de un presidente.
Sabrán Luis Estrada y Damián Alcázar y Joaquín Cosío, el famoso “Cochiloco” de “El infierno”, su toma de decisiones para elegir a Duarte como símbolo de la película.
Pero, bueno, haiga sido como haiga sido, ahí está.
Buena noticia para la tierra jarocha… en víspera de los Juegos Centroamericanos.
COBRAR DERECHOS DE AUTOR
En el siglo pasado, cuando las películas mexicanas eran en blanco y negro, algunas ocasiones, a partir del tema aparecía la siguiente leyenda: Cualquier semejanza con la vida real es pura coincidencia.
Ahora, Luis Estrada fue contundente, sin rodeos, claro y claridoso: Duarte encaja en el contenido de “La dictadura perfecta”.
Por eso mismo, y de acuerdo con la ley de los derechos de autor, el góber está facultado para cobrar honorarios.
Incluso, y como ocurre con los libros publicados, donde el 10 por ciento del costo de cada unidad es para el escritor, el 40 por ciento para la librería que lo vende y el 50 por ciento para la editorial, Duarte podría cobrar su legítimo derecho de autor por el uso de su figura.
Claro, claro, claro, Damián Alcázar y Joaquín Cosío, “El cochiloco”, por sí solos venden.
También el nombre de Luis Estrada, recordando que filmó “La ley de Herodes” y “El infierno”.
Pero, bueno, Duarte y cada uno de los siete gobernadores restantes utilizados en su figura y su nombre para despertar el interés (y el morbo también) de la película y salir corriendo a las salas, también significan una ayudadota.
La ley es la ley y debe aplicarse al pie de la letra.
EXGOBERNADORES… AL CINE
Con todo y que Fidel Herrera se derretía por Mel Gibson y hasta cerró el penal de Allende y envió a los internos a otros reclusorios para que allí filmara una película, nunca, jamás, ha aparecido anunciando un filme, con un pie, digamos, en una película como extra, mínimo.
Es más, de los 73 de gobernadores de Veracruz, quizá habrán filmado una película, digamos, basada en Guadalupe Victoria, quien gobernara de los años 1824 a 25.
Por supuesto, hay filmes sobre Antonio López de Santa Anna, gobernador en tres ocasiones.
Quizá de Cándido Aguilar, 1913-1920, 7 años en el poder, y eso porque fue yerno del presidente Venustiano Carranza.
Y se ni diga de Miguel Alemán Valdés, 1936-1939.
Ningún cineasta, por ejemplo, ha expresado interés por filmar la novela de Miguel Alemán Velasco, “Si el águila hablara”.
Y pare de contar.
Ahora, bendición de Dios, Javier Duarte, el gobernador número 73 de la historia local, entrando al cine.
Bueno, mejor dicho, posando como modelo en un anuncio publicitario de un filme cinematográfico.
¡Felicidades, muchas felicidades, pues!