Todos los días Veracruz se jode
•Una familia, la madre, el padre y el hijo fueron emboscados en un camino de terracería en ílamo
•Ningún pueblo, ningún municipio se ha salvado del genocidio en el estado descubierto como el Houston de México y la Arabia Saudita de América Latina
En ílamo, en un camino de terracería, una familia, la madre, el padre y el hijo, fueron emboscados.
Al más puro estilo de las famosas vendettas del siglo pasado.
Incluso, como en las películas de Al Capone y don Corleone.
Es más, como en la Revolución y en la Independencia.
Unos sicarios fueron contratados y los acribillaron.
Con saña. Alevosía. Ventaja. Y premeditación, los tres agravantes de la ley para hablar, digamos, de una carnicería humana.
Una vez más queda manifiesto: Veracruz está convertido en un infierno. Una pesadilla dantesca.
Luis Velázquez
Ninguna ciudad, ningún municipio, se salvan de la vorágine sangrienta y purulenta.
Peor tantito, así como el sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, director del albergue “Hermanos en el camino” denuncia un holocausto con los migrantes de América Central en su paso por la república, de igual manera en Veracruz pudiera hablarse de un genocidio.
“Están matando a veracruzanos” ha dicho el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios.
Tantito peor si se considera que la familia ejecutada en un camino de terracería de ílamo (parece se trasladaban a un ejido llamado, oh paradoja, Ejido del perro) se transportaba en un Volkswagen viejito, propio de un museo de reliquias del automóvil.
Es decir, si como primera hipótesis se dijera que fue una venganza entre, digamos, narcos, se estaría pisando tierra movediza.
Por eso, parodiando al Zavalita de la novela de Mario Vargas Llosa en Conversaciones en la catedral, Veracruz sigue jodiéndose todos los días.
¿POR QUÉ HAY UN VERACRUZ ENSANGRENTADO?
Hipótesis 1. ¿Por qué hemos llegado en Veracruz a tales límites de horror, miedo y terror?
Hipótesis 2. ¿Pudiera interpretarse que los malandros han rebasado por completo a la autoridad policiaca?
Hipótesis 3. ¿Pudiera sentirse, percibirse, olfatearse una presunta alianza, tolerancia, complicidad entre la autoridad y los malosos?
Hipótesis 4. ¿Son tan poderosos los malandros que los policías estatales y municipales, y el Veracruz seguro y el llamado Blindaje llegaron a su principio de Peter, y/o se debe a otras razones, valores entendidos?
Hipótesis 5. Si a cada rato la autoridad alardea de la captura de dos bandas delictivas por semana, entonces, ¿son tantos los malandros que en operatividad van por delante, años luz, de la autoridad policiaca?
Hipótesis 6. ¿La pasarela mediática de que cada semana capturan a un par de bandas delincuencias será mero escaparate, una escafandra, una máscara oficial, porque en realidad, a la autoridad le vale la seguridad, la paz, la tranquilidad, de los 8 millones de habitantes de Veracruz?
Hipótesis 7. ¿A poco se vale que casi 4 años después siga culpándose a que el sexenio anterior (Fidel Herrera) y el anterior (Miguel Alemán) y el anterior (Patricio Chirinos) así dejaron a Veracruz, y ni modo, aquí nos tocó vivir?
Hipótesis 8. Así como hemos vivido en un holocausto desde el mes de diciembre de 2010 a la fecha, ¿seguiremos padeciendo el mismo tsunami sangriento hasta el 30 de noviembre de 2016?
Hipótesis 9. ¿Por qué, y como dice el arzobispo, están matando a veracruzanos, y la mayoría de diputados locales y senadores y líderes sindicales y cúpulas empresariales y académicos y medios callan y guardan silencio y sólo cuestionan y evidencian en el cafecito, en voz baja, tapándose la boca con la mano para que nadie pueda leer sus labios… por si las dudas hay un espía por ahí?
Y todavía, y de ñapa, el más indigno de los diputados locales, Adolfo Jesús Ramírez Arana, presidente de la Comisión de Tránsito y Vialidad de la LXIII Legislatura, ha presentado la iniciativa de Ley Bermúdez para criminalizar la protesta social a fin de que ningún familiar de un secuestrado, un desaparecido, un extorsionado, un asesinado organice marchas, plantones y caminatas exigiendo y reclamando a la autoridad cumpla con su obligación institucional.