La leyenda negra del fogoso
•Según las versiones (que uno se resiste a creer) Fidel Herrera impuso su asesoría política al duartismo con un costo de 500 millones de pesos anuales; en tanto a uno que otro alcalde se las dejó más barata: 50 millones...
Sabedlo, príncipes y vasallos, mendigos y cortesanos, en la víspera de terminar el mandato constitucional como gobernador de Veracruz, el fogoso y gozoso, alias Fidel Herrera Beltrán, tomó un par de decisiones sabias y filosóficas en favor de su tranquilidad económica, las siguientes:
1) De acuerdo con las versiones (que uno se resiste a creer...) habría impuesto la asesoría de su despacho político a la presidenta municipal de Veracruz, su discípula predilecta, la oaxaqueña Carolina Gudiño, con un costo anual de 50 millones de pesos.
Luis Velázquez
2) Impuso la asesoría de su despacho político al gobierno del estado de Veracruz… que iniciaba con Javier Duarte, con un costo anual de cien millones de pesos.
3) Pero, además, impuso cinco asesorías de diferente tesitura al gobierno de Veracruz, lo cual significaría un ingreso anual de 500 millones de pesos.
Es decir, cien millones por auditoría.
Y 4). Otras versiones, quizá exageradas, en todo caso, inverosímiles, señalan que también impuso la asesoría de su despacho político con otros presidentes municipales afines.
Así los hechos y circunstancias, todo estaba dado para que por ningún concepto el fogoso sintiera el impacto económico de dejar la gubernatura.
Pero, además, y dada la bonanza económica, tendría suficiente tiempo para fortalecer el siguiente paso, su Maximato, que ahora, y como se sabe, alcanza la plenitud con el par de iniciativas de ley interpuestas en el Congreso local por las bancadas panista y perredista de una gubernatura de dos años y que trae aceleradas a las elites políticas de todos los partidos, sobre todo, del PRI, PAN y PRD.
Claro, también del chiquitillaje… pues está claro, como dice el refrán popular, que “a río revuelto… ganancia de pescadores”.
EL PRIMER MANOTAZO DE DUARTE CONTRA FIDEL HERRERA
El lector ha de preguntarse el número de veces que el fogoso cobró tales asesorías.
Pues bien, hasta donde se sabe, cuando el gobierno de Veracruz habría de cumplir con el primer pago anual de la asesoría, Duarte fue informado y “puso el grito en el cielo”, conocido por todo mundo.
Y, por supuesto, ordenó dar marcha atrás y el fogoso nunca, jamás, cobró un solo centavito.
Según el historiador, allí empezó a romperse la patria protestad entre el padre y el hijo, el maestro y el discípulo.
Y más, mucho más, porque si alguien conocía el estado administrativo de las finanzas de Veracruz era Duarte.
Es decir, una deuda pública incalculable, polémica y controvertida al día de hoy.
Más una cantidad inverosímil de pendientes de pago, incluso, hasta las becas de 30 mil estudiantes.
Más las arcas vacías, dejadas en cero, para operar.
Más el trastupije de los mil millones de pesos cometidos por 50 constructoras a las que el fogoso anticipó el pago de la obra pública que erigirían y que dejaron a medias.
Más el trastupije de otros mil millones de pesos de unos cien exalcaldes.
Más, y por ejemplo, los negocios bajo sospecha en el sur de Veracruz de la constructora a cuyo frente estaba “El oaxaco", en sociedad, se afirmó siempre, con José Murat Casab, exgobernador de Oaxaca y exsenador de la república, quien comenzó en política junto con Fidel Herrera al lado del presidente Luis Echeverría ílvarez, tiempo aquel cuando el presidente abrió Los Pinos a los jóvenes priistas para acallar el remordimiento por la matanza de Tlatelolco el 2 de octubre del 68.
Y por eso mismo, Duarte asestó el primer manotazo en contra de su antecesor.
EL FOGOSO Y SU LEYENDA NEGRA…
Ahora bien, si el fogoso cobró los 50 millones de pesos de asesoría política a la alcaldesa jarocha durante el primero y el segundo y el tercer año, es decir, 150 millones de pesos… es otro cantar.
Desde luego, la Gudiño podrá hoy desmentirlo. Y más, cuando el ORFIS (Órgano de Fiscalización Superior) y la Comisión de Vigilancia del Congreso local, jamás prendió el foco rojo en una actitud… que nadie cree, porque ambos organismos están bajo sospecha permanente y sistemática.
Luego, la cuerda se estiraría y aflojaría entre Duarte y Fidel, a tal grado que siempre en las cañerías de la discrecionalidad y el clandestinaje se hablaba, por ejemplo, de que cada mes… desde Xalapa partía una maletita roja repleta de billetes a la oficina del fogoso en la avenida Río Pánuco, en el DF.
También, por ejemplo, y digamos como parte de la leyenda negra, se ha afirmado que aquellos 25 millones de pesos de “las maletas voladoras” de Vicente Benítez, tesorero, entonces, de SEFIPLAN, del aeropuerto de Xalapa a Toluca nunca, jamás, fueron para pagar deudas sobre las fiestas tradicionales de Veracruz, como el carnaval y El Tajín.
Por el contrario, en los sótanos del poder político se ha sostenido que tal dinerito era un abonito a la mensualidad que el fogoso recibía como pago de “Los niños infieles” al padre putativo.
En fin, si Juárez no hubiera muerto, Emiliano Zapata seguiría cabalgando en las montañas agrestes de Morelos…