Golpe de tecla
•Persecución próspera a Mauricio Audirac
Noé Zavaleta
La persecución próspera a Audirac
En aquellos días aciagos de 2012, a semanas de que se llevará a cabo el proceso de elección o reelección del Auditor General del Órgano de Fiscalización, Mauricio Audirac Murillo andaba inquieto, desesperado, buscaba “amarres políticos”, lo mismo con priistas allegados a Fidel Herrera, que con sus amigos, los entonces diputados panistas, Danilo Alvizar y Oscar Lara, ya había estado 6 años al frente del Orfis, pero buscaba otro periodo de 7 años, pues, se había enquistado en el bello inmueble de Arco Sur en la zona sur de Xalapa y además, aplicaba la máxima priista que dice que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error.
En vísperas del proceso de presentación de una terna de posibles auditores ante el Congreso local (agosto 2012), Mauricio Audirac bajó la guardia, empezó a ocultarse de los medios impresos y electrónicos, dejó las reuniones políticas y cesó “los amarres” y “cabildeos” para buscar la reelección.
El cambio repentino, brusco, intempestivo de Audirac, fue justificado por él mismo: Se sentía vigilado y acorralado por el propio gobierno.
Mauricio Audirac contó a sus allegados que un día mientras circulaba por una de las avenidas más transitadas de Xalapa, un vehículo lo estuvo persiguiendo desde que salió de su oficina, luego, cuando se traslado a un restaurante y posteriormente, cuando se dirigía hacía su domicilio.
Audirac, en el asiento del copiloto, empezó a elucubrar, a ponerse nervioso, a sentir miedo, a imaginar lo peor. En el segundo trimestre de 2012, la capital aún padecía los secuestros, levantones, balaceras y la presencia tácita del crimen organizado. Lo primero que hizo el entonces auditor del Orfis fue llamar a la Policía Estatal.
Cuadras más adelante y con un discreto operativo, los “espías” de Audirac fueron intervenidos por dos patrullas. El titular del Orfis aguardaba cauto en su camioneta. Los muchachos que seguían los pasos del hoy titular de Sefiplan bajaron del auto y se identificaron, no traían armas, ni balas, ni chalecos antibalas, pero si un complejo sistema de comunicación de alta fidelidad, micrófonos, cámaras, varios celulares y grabadoras. Todo un arsenal de espionaje, dentro del auto y en la cajuela del mismo.
Los policías desconcertados hicieron dos, tres, llamadas: Hablaron al C4 ”“la ex oficina de Arturo Bermúdez-, a su superior en la Policía Estatal (el comandante adscrito a Xalapa) y a la Subsecretaria de Gobierno para saber qué procedía, la orden fue tácita, dejar ir al equipo de inteligencia y escoltar a Mauricio Audirac para que regresará tranquilo y relajado a su casa.
“La señal fue muy clara. El gobernador Duarte no confía en mí, tengo entendido que esos métodos de espionaje los aplica a todos los funcionarios a quienes no les guarda confianza”, habría contado Audirac a varios de sus amigos en el PRI y PAN.
Hoy Mauricio Audirac se reincorpora a la administración estatal en un cargo medular: La Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), ahí, el ex auditor del Orfis será el responsable de sacar el “Titanic Financiero” de las profundidades del mar y de las deudas. Además Audirac se prevé, corresponderá la responsabilidad, de bajar la cortina sexenal, para entregar la tesorería al sucesor.
Se ignoran, el propio Audirac lo ha admitido, las razones que tuvo Javier Duarte para confiarle un puesto de tal envergadura, siendo que, hace dos años, la confianza y el compromiso era nulo. Sólo el tiempo lo dirá.
CONTRACRÓNICA
Apenas cumplió 24 horas como nuevo Secretario de Finanzas y Planeación y a Mauricio Audirac, diputados del PAN y del PRD ya le recordaron su obscuro pasado y le endilgaron una serie de adjetivos, que sustentados, son dignos de consideración: “Audirac llega a tapar los hoyos y a resanar los desfalcos, es lo mejor que sabe hacer”, señaló el diputado del PRD, Jesús Velázquez Flores. En una respuesta similar se expresó, el legislador, Julen Rementeria del Puerto: “Al final de cuentas es sólo la misma receta. Audirac tiene experiencia en pavimentar los hoyos y en solapar desvíos”.
LA FRASE DE LA SEMANA
“La reforma a la Ley del IPE no es buena, ni mala. Es necesaria”, dicha por el gobernador, Javier Duarte para justificar el adelgazamiento de las prestaciones y la nómina del organismo de pensiones.
Comentarios
E-mail nzavaleta10@gmail.com
Twitter: @zavaleta_noe