a través de tuitazos…

ROMPEOLAS: Mucho más vómito producen los informes anuales tanto de los presidentes de la república y gobernadores como alcaldes… Y, claro, vomitan la retórica oficial a través de las declaraciones mediáticas… El lenguaje engolado les produce terrible y espantoso estercolero… Ni se digan las promesas falsas y les “golpes de pecho” declarándose ángeles de la pureza… La creciente y descarrillada corrupción política en todos los niveles, incluidos “los embutes”, los cochupos”, “los moches” y las dádivas… Y, claro, incluidas las empresas fantasmas y las obras públicas asignadas por Dedazo del jefe de jefes…

ARRECIFES: Ni mastican ni mucho menos tragan la impunidad… Más, cuando el jefe máximo de cada Fiscalía General declara que “aquí mando yo”… Y lo peor, cuando si es mujer suele andar de dama de compañía de los jefes a quienes debe el cargo público por Dedazo… Las palabras, términos y conceptos de la democracia, la honestidad valiente y la moral pública en labios de los políticos les enferman las neuronas y el corazón y a punto han estado de un paro cardiaco fulminante cuando los políticos “se curan en salud” en sus nombres…

ESCOLLERAS: Simplemente, los ciudadanos que llevan una vida sencilla y común y forman parte de la población electoral que en cada comicios suelen votar en las urnas se han vuelto unos incrédulos de la palabra oficial… Más, cuando desde el púlpito de “La maña/nera” disparan la pistola Magnum contra los enemigos y adversarios y “a tiro por viaje” multiplicando la discordia y que ya va para cuatro años ininterrumpidos… Mejor dicho, dieciséis años cuando, digamos, desde el año 2006, el político del Edén perdiera la elección presidencial y el cerebro y el corazón y el hígado se le llenaron de resentimiento, odio y venganza…

PLAZOLETA: La población electoral está desencantada y decepcionada del estilo personal de las tribus políticas de ejercer el poder y gobernar… Como premisa universal, de la soberbia y la altivez con que actúan en el día con día desde el cargo público… Y ni se diga de la petulancia y la exclusión con que toman decisiones… Peor tantito, aplicando el principio universal del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, cuando decía “estás conmigo o estás contra mí”… El delirium tremens en que suelen caer los políticos cuando desde el escritorio empiezan a levitar y como Calígula, el emperador romano, exclaman que “hay días cuando me siento Dios”…

PALMERAS: Mucho más desencanto ciudadano con los políticos cuando exigen a los subalternos, empleados, secretarias, choferes y escoltar obediencia total y absoluta como si fueran mesiánicos, dioses terrenales, dueños de la gran hacienda porfirista llamada gobierno municipal, estatal o federal… Desde luego, los políticos encumbrados con un puesto público suelen ganar en las urnas, pero creen que obtienen la facultad metaconstitucional para agraviar, zaherir, ofender, lastimar, vejar, humillar a los demás… Entonces, la protesta social va tomando forma hasta llegar al ajuste de cuentas en las urnas… Los pecados mortales y veniales cometidos por los políticos desde el poder y en contra de la gente son imperdonables…