Tres jóvenes de Naolinco, entre víctimas de Texas
Foto: Yerania Rolón
Tres jóvenes originarios de Naolinco iban en el tráiler de la muerte en Texas.
Son los hermanos Jair y Yovani.
Y su primo Misael.
Ellos trabajaban en un taller modesto y sencillo de zapatos en el poblado de San Marcos Atexquilapan, municipio de Naolinco.
Jair, de 19 años.
Yovani y Misael, de 16 años, caray.
Entonces, y como "más cornadas da el hambre"...
Más los pichurrientos salarios de hambre...
Más el trabajo sin las prestaciones de ley...
Más la inicua explotación obrera...
Decidieron migrar a Estados Unidos.
Hicieron todo "y sin medida" para conseguir los casi doscientos mil pesos que "los polleros" les cobraban a cada uno para llevarlos seguros a Estados Unidos.
Y ni modo, dice la familia, "les tocó la mala suerte" de viajar en el tráiler de la muerte.
El tráiler abandonado en San Antonio Texas.
Una tragedia que ya lleva 53 vidas.
En Naolinco, la familia, los amigos y los vecinos esperan el informe oficial.
La familia ignora si los tres chicos, por lo pronto desaparecidos, están hospitalizados o lo peor, si figuran entre las víctimas.
Es la miseria, la pobreza, los salarios de hambre, el desempleo y la jodidez.
¡Ay de la política económica errónea que lo único que crea y recrea es la jodidez!
Y la venta burda, ramplona, barata, demagógica y populista de esperanzas.
Si los gobiernos crearan empleos y pagados con justicia laboral y garantizaran la seguridad en la vida, Veracruz sería, como el resto de la república amorosa, el paraíso terrenal, la tierra prometida, la utopía, la ilusión social.
¡Ay, qué duro es vivir!
Y lo peor entre lo peor, vivir de la esperanza oficial.
La esperanza de los políticos.
¡Ay, 4T....!