Y luego de endilgar como subtítulo la frasecita de “Veracruz me llena de orgullo”, el viernes 12 de noviembre, publicaron un anuncio de una plana en la prensa escrita con la siguiente leyenda: “Generamos las condiciones para atraer inversiones que crean miles de empleos”.
Y sin evidenciar las buenas intenciones, los ciudadanos de a pie habríamos esperado (y en nombre de la rendición de cuentas) que en vez de la autoalabanza en que caen, el detalle de todos y cada uno de “los miles de empleos” que fueron creados quizá en el tercer año del sexenio y/o en los tres años que van.

DOS. Rendir cuentas claras

La población electoral también se daría por bien pagada si, entre otras cositas, detallaran “las condiciones para atraer inversiones” que se han sido creados y recreadas en el sexenio de la 4T.
Y es que, sin dudar de nadie, el desempleo en todos los niveles sociales está canijo.
Desde las personas con educación básica hasta los egresados de universidades y con maestrías y los ciudadanos, padres de familia e hijos, sin estudios básicos, y desde las regiones indígenas y campesinas hasta obreras y urbanas, el desempleo como la peor pesadilla de Veracruz en toda su historia.

TRES. Burla a la población

El lector del periódico impreso lee el desplegado de una plana alardeando los “miles de empleos” creados y al mismo tiempo se pregunta, y más si es un desempleado, dónde están, en qué ciudades se ubican, en qué empresas o negocios, en qué changarros.
Pero de igual manera, y cuáles son los salarios y si les cubren las prestaciones económicas, sociales y médicas establecidas en la ley Federal del Trabajo.
¿Y son “miles de empleos” fijos o temporales o temporaleros?
¿Y cuál es el nivel laboral de “los miles de empleos”?
¿Son obreros, subjefes, jefes, subdirectores, directores?
Es decir, ninguna información concreta que anime y reanime el diario vivir de la población.
Más, mucho más, de la población desempleada que todos los días y/o con frecuencia consultará el periódico impreso y digital buscando empleo.
El desplegado del gobierno de Veracruz es, parece, una bofetada oficial a los desempleados. Una humillación. Una burla. Un pitorreo.

CUATRO. Estercolero laboral

El ciudadano de a pie se preguntará si el gobierno de Veracruz creerá que la población electoral, la población civil, cree y cree con “lealtad ciega” que la 4T Veracruz ha logrado “resultados que transforman”.
Por ejemplo, cada vez más paisanos migrando a Estados Unidos ante la desafortunada y errática política económica para animar y reanimar la creación de empleos.
Cada vez, más changarros vendiendo picadas y gordas con café de olla en la vía pública.
Cada vez, más jefes de familia en el empleo informal a ver si la hacen como, por ejemplo, con un tianguis de pan y ropa usada en la puerta de la casa.
Cada vez, más gente pidiendo limosna en el crucero.
Cada vez, más trabajadoras sexuales migrando a otras latitudes geográficas del país.
Cada vez, más comercios, negocios, empresas y changarros quebrando y cerrando puertas y despidiendo personal.

CINCO. “Tomadura de pelo”

Por eso, en la percepción ciudadana la certeza de que fueron atraídas inversiones para “crear miles de empleos” constituye “una tomadura de pelo”.
Anatole France escribió que “sin mentiras moriríamos de aburrimiento”, pero al mismo tiempo han de expresarse “mentiras creíbles”.