Estercolero de la 4T
•El gabinete opaco
•¡Dios es muy grande!
ESCALERAS: La 4T en Veracruz alcanza la más alta satisfacción política y social de la siguiente manera:
El secretario General de Gobierno, feliz y dichoso porque brigadas ciudadanas limpian los camellones en las cabeceras municipales.
Luis Velázquez
El secretario de Salud, dichoso y feliz, inculpando a los laboratorios internacionales de la escasez de medicina para niños con cáncer en los hospitales públicos, luego de inculpar a la población del rebrote del COVID porque son muy desobedientes y después de remodelar sus oficinas para sentirse contento y a gusto.
PASAMANOS: El secretario de Seguridad Pública “lavándose las manos” sobre los desaparecidos pues sus familiares dejan de denunciar “los levantones”, y ni modo, los cruzan de brazos.
El secretario de Desarrollo Económico, vendiendo higos y mangos.
El secretario de Desarrollo Social, negando la adquisición de súper camionetas para llevar el bienestar social a las regiones indígenas y campesinas.
El secretario de Finanzas y Planeación cabildeando con los presidentes municipales para reestructurar la bursatilización.
La magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia, enfrentando y confrontando la más canija sublevación de todos los tiempos.
CORREDORES: El gobernador, advirtiendo al gabinete legal y ampliado, quizá también a los diputados locales de MORENA, que ninguno sueñe con la candidatura a una alcaldía o curul local ni federal porque serán vetados.
La secretaria de Protección Civil, en el limbo, ni fu ni fa, quizá esperando una temporada dura de huracanes, tormentas y vientos impetuosos, pues el tiempo de los ríos desbordados ya se fue para, digamos, tener la oportunidad de ser, estar y hacer.
El secretario de Desarrollo Agropecuario, ni sus luces. De hecho y derecho, como un cerito a la izquierda en un Veracruz con cuestionable producción de caña, café y cítricos y que ha sido rebasada por las remesas de los paisanos migrantes en Estados Unidos.
Por fortuna, y dado el coronavirus, ninguna huelga ha estallado en industrias, fábricas, empresas, negocios, comercios y changarros y la secretaría de Trabajo y Previsión Social, con vientos favorables. Dios es muy grande.
BALCONES: A unas semanas del segundo año de gobierno por más y más que se le rasca para encontrar, ubicar, precisar, adivinar incluso, una obra pública, política, social, educativa, de salud, de seguridad y de procuración de justicia, quizá la única espectacular es el góber machete en mano podando el monte en los lotes baldíos propiedad oficial.
De hecho y derecho, una misión apostólica expropiada a los boy scouts.
PASILLOS: Veracruz, entidad rica y pródiga en recursos naturales, habitada por gente en la miseria y la pobreza, padece el peor de los tiempos con la inseguridad, la incertidumbre y la zozobra.
Y, por tanto, el más alto desafío es garantizar la tranquilidad en la vida y en los bienes, con todo y que el tsunami de violencia se arrastra desde hace 5 gobernadores, con Patricio Chirinos Calero.
El góber juró y perjuró en el mes de diciembre de 2018 que en dos años pacificaría Veracruz. Estamos a unos días y la sangre, los huesos y los cadáveres significan el peor paisaje urbano y suburbano, indígena y campesino.
VENTANAS: De ñapa, el tendedero político restregado de lodo.
En la 4T, la 4T de la purificación moral y la honestidad valiente, un diputado local de MORENA, Magdaleno Rosales Torales, documentando la más espantosa corrupción en la LXV Legislatura con el sucio manejo del presupuesto en materia de comunicación social.
Y de paso, enlodando al vocero del Congreso y a su padrino, jefe y hacedor, el secretario de Educación, el profe Zenyazen Escobar.
Los llamados soldados de la patria. Los siervos de la nación. ¡Vaya desencanto!