Tabasco de AMLO
•Locura morenista
•Servidumbre política
ESCALERAS: La locura se ha adueñado de las neuronas, el corazón y él hígado de un militante de MORENA. Por ejemplo, de Alejandro Rojas Díaz Durán, aspirante y suspirante a la dirigencia nacional del partido guinda y marrón.
Luis Velázquez
El señor sueña, quiere y desea que el nombre de Tabasco sea cambiado y se llame Tabasco de López Obrador.
En contraparte, nunca Oaxaca pasó a llamarse Oaxaca de Porfirio Díaz Mori, Oaxaca de Benito Juárez, Oaxaca de Ricardo Flores Magón, Oaxaca de José Murat Casab.
Se ignora si los políticos de aquellos tiempos fracasaron en el intento, pero, bueno, habría de recordarse que Alto Lucero, en Veracruz, se llama Alto Lucero de Fernando Gutiérrez Barrios, y un poblado de Manlio Fabio Altamirano, San Cenobio, pasó a llamarse San Cenobio de Fidel Herrera, debido a iniciativa de ley del diputado local de entonces, Enrique Levet Gorozpe, más de veinte años en el trono sindical del Fesapauv.
PASAMANOS: Aquel tiempo priista de glorificar a los jefes tricolores rebautizando sus pueblos con sus apellidos, incluso, el nombre completito, se antojaban en la historia de la servidumbre humana.
Fue el tiempo cuando la dignidad humana alcanzó los niveles más intolerables en la historia universal y cuando solo faltó que Roma pasara a llamarse Roma de Cleopatra, Italia de Benito Mussolini, Alemania de Adolf Hitler, Rusia de José Stalin.
Quizá el señor Alejandro Rojas pensará que con tal estrategia, el presidente de la república inclinaría la balanza política, social, moral y electoral a su favor para dirigir MORENA, por encima, digamos, de Porfirio Muñoz Ledo, ex de todo, menos de presidente, el único político que ha dirigido dos partidos, primero el PRI y luego el PRD.
CORREDORES: Incluso, puso como referencia que así como Puebla se llama Puebla de Ignacio Zaragoza, Tabasco de López Obrador.
¡Ah, hosanna, hosanna!, Ignacio Zaragoza ganó la batalla de Puebla contra los franceses teniendo como lugarteniente a Porfirio Díaz Mori.
Desde Tabasco, López Obrador se lanzó a la defensa de los legítimos derechos indígenas y campesinos y desde ahí brincó a las grandes ligas de la política luego de renunciar a la presidencia del CDE del PRI en Tabasco con el gobernador Enrique González Pedrero, el autor del par de tomos ladrillos sobre Antonio López de Santa Anna, "el país de un solo hombre".
Alejandro Rojas habría fumado mota y de la mala para alcanzar el viaje esotérico.
BALCONES: El morenista pretende declarar héroe nacional a López Obrador por encima, digamos, de Carlos Alberto Madrazo, "El ciclón del sureste", fallecido en un raro y extraño viaje aéreo, al lado de su esposa, y que gobernara Tabasco y como líder nacional del PRI estremeciera sus entrañas cuando quiso democratizar al viejo partido.
Entre Carlos Alberto Madrazo y López Obrador, caray, distancia kilométrica. Pero, bueno, los soldados de la patria y siervos de la nación así son o suelen ser.
Al paso que vamos, algún morenista lanzará propuesta a la LXV Legislatura para que a Veracruz se le quite el apellido de Veracruz de Juan de la Luz Enríquez y pase a llamarse Veracruz de Cuitláhuac García Jiménez.
En la vida "y con el tiempo y un ganchito", todo es posible...
PASILLOS: López Obrador tendrá "pena de la pena ajena". El tiempo de la presidencia imperial y faraónica cuando López de Santa Anna sepultara con honores militares la pata perdida en la batalla contra la tropa norteamericana en Tampico está superado.
Y aun cuando el político que fue secretario de Muñoz Ledo habla de una encuesta y que bien ganaría, caray, y como dice el chamán tabasqueño, "está bien que mame, pero que no se cuelgue".
Edgar Cerati 18 Sep, 2020 - 23:02
Soberbia columna maestro Luis.