Desaparecidos, en el cine
Un estudiante de la Universidad Veracruzana, UV, ha puesto el tema de los desaparecidos en el tendedero público. Y lo está haciendo desde el cine. Un par de documentales sobre la desaparición forzada en el país. Decenas, cientos, filmados. Incluso, películas, la más conocida en el siglo pasado, interpretada por Antonio Banderas y Jennifer López teniendo como epicentro Ciudad Juárez.
Luis Velázquez
La penúltima, Desierto, con Gael García, donde varios migrantes son asesinados y desaparecidos al cruzar el desierto por un francotirador.
En Veracruz hay montón de desaparecidos. "Veracruz es un fosario" dice José Alejandro Solalinde. En Veracruz "hay más fosas clandestinas que municipios" intituló "El País" un reportaje.
Y sin embargo, hasta donde se sabe si se sabe bien, ningún documental. Y eso que en el sexenio de Javier Duarte tuvimos la fosa clandestina más famosa, no de Veracruz ni del país, sino de América Latina. Se llama Colinas de Santa Fe, y en donde los políticos, jefes policiacos, policías y malandros sepultaban, quizá en fosa común, a sus víctimas, entre ellos, válganos, políticos.
El alumno Emanuel Solís Pérez, de la maestría en Estudios de la Cultura y la Comunicación, eligió el tema para la tesis profesional. Se basa en unos documentales de la cineasta Tatiana Huezo y es asesorado por los académicos Elissa Joy Raskhin y Raciel Martínez Gómez, trío de largometrajes centrados en los impactos de la violencia y sus víctimas.
Por un lado, testimonios de los familiares de las víctimas, quizá alguna víctima sobreviviente.
Y por el otro, la memoria social y colectiva, teniendo quizá como punto de referencia la Guerra Sucia en México, tiempo político de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría ílvarez, cuando al frente de aquellas cruzadas implacables estaba el policía-político, Fernando Gutiérrez Barrios, máximo director policiaco y a quien tocara la masacre del 2 de octubre de 1968 en la Ciudad de México.
Los documentales se ocupan de los derechos humanos en el país. Y como se trata, en el caso de la desaparición forzada de "delitos de lesa humanidad que nunca prescriben", día llegará cuando en la UV, digamos, a través de la escuela "Luis Buñuel", se ocuparan de los desaparecidos en Veracruz, y de las víctimas primarias y secundarias, entre ellos, hijos, cónyuges, padres, tíos, primos, sobrinos, etcétera, pues a toda la familia afecta por lo común.
MíS ALLí DE LA MEMORIA...
Hay en Veracruz unos veinte Colectivos, integrados en su mayor parte por madres y mujeres, familiares de los hijos y hermanos desaparecidos, pues el hombre, jefe de familia, ha de trabajar para llevar el itacate y la torta a casa.
Por eso mismo, cuando los medios publican fotografías de los Colectivos buscando restos humanos en presuntas fosas clandestinas, por lo regular son mujeres, con cara de madres de familia, y que, además, se refleja en el trío de largometrajes analizados por el estudiante de la UV.
El proyecto de investigación tiene como epígrafe que "narra desde el vacío", y que, bueno, ningún vacío hay de por medio porque cada uno de los desaparecidos tiene nombre, edad, fecha, lugar del secuestro y familiares que los buscan, como bien puede constatarse, por ejemplo, con las noticias y los titulares de los medios.
Los documentales objeto y sujeto de estudio académico se detienen en el dolor y el sufrimiento, la tristeza y la esperanza, los impactos emocionales luego de la desaparición del familiar.
Pero...en un país y Veracruz sórdido, siniestro y sombrío donde además de la inseguridad se añade la impunidad, habría de preguntarse si los documentales sirven, digamos, y por ejemplo, para un cambio social en la política gubernamental en la búsqueda de los desaparecidos, muchos de ellos quizá, y por desventura, asesinados y hasta sepultados en fosas clandestinas para borrar huellas y rastros.
Y mucho se duda.
Queda, claro, el testimonio y la memoria de un hecho dramático y fatídico en la vida común.
Pero al mismo tiempo, sin un trascendido social, entre otras cosas, y primero, para cumplir con la máxima superior del Estado de Derecho y garantizar la seguridad en la vida y los bienes.
Por añadidura, para disminuir con un manotazo oficial los secuestros, al mismo tiempo, que la Fiscalía General se aplique y aplique la justicia pronta, rápida y expedita.
A estas alturas, ninguna diferencia entre el sexenio de Javier Duarte y los casi 2 años de Cuitláhuac García, el gobierno de MORENA con sus derechos humanos, pues los desaparecidos siguen como si se tratara de la peor maldición de la caja de Pandora.
DETENER EL TSUNAMI DE HORROR
Iremos al cine cultural y a la exhibición de los largo y cortometrajes en cada exposición anual y veremos los documentales sobre los desaparecidos.
De vez en vez miraremos los filmes sobre la Guerra Sucia y Tlatelolco, Acteal y Aguas Blancas, Ayotzinapa y San Fernando, Tamaulipas, por ejemplo, en la televisión cultural de la UNAM.
Acaso compraremos en el mercado libre uno que otro filme sobre los desaparecidos.
Y como ciudadanos terminaremos encorajinados, indignados, encabritados, molestos, mentando madres y padres contra las tribus políticas gobernantes, pues los secuestros, desapariciones, asesinatos y fosas clandestinas seguirán, imperturbables, sin que ningún documental, libro, disco, poema, discurso, marchas, resistencias pacíficas, protestas callejeras, detengan el tsunami de terror y horror en Veracruz y el país.
Incluso, quedaremos cien por ciento indignados cuando veamos el documental Tempestad de Tatiana Huezo, donde cuenta la historia de una mujer acusada de manera injusta y enviada a la cárcel y otra mujer, madre de familia, cuya hija fue levantada por unos policías judiciales, y al momento, ninguna noticia sobre su paradero.
El estudiante Emanuel Solís se graduará con honores, pero los Colectivos seguirán desdeñados y menospreciados por las elites en el poder porque su indolencia, ineficiencia, ineficacia e incapacidad es manifiesta.
Los derechos humanos les valen tanto a la derecha y el centro, como a la izquierda.