Historias Memorables
•Morir en la banqueta
•Morir en la calle
•COVID y violencia
Héctor Fuentes
La muerte por el virus está causando peores estragos en Veracruz. Por ejemplo:El jueves 9 de julio, en Oluta, un hombre falleció afuera del hospital.Tenía 55 años.En la desesperación por salvarle la vida, el hijo subió a su...
padre a una camioneta y salió corriendo al hospital.
Era demasiado tarde.
Antes de entrar al hospital, cuando estaban en la banqueta listos para dar el siguiente paso, el padre falleció.
En Coatepec, el mismo jueves, los bomberos recibieron una llamada angustiada y angustiante.
Un hombre se moría.
Los bomberos salieron atrás de la emergencia, pero cuando llegaron el paciente había muerto.
Luego, en las redes sociales los bomberos convocaron la solidaridad de la población para que les obsequiara insumos contra el COVID.
En Xalapa, un hombre de unos 70 años de edad murió en la calle Miguel Palacios, de la colonia Centro, a tres cuadras del parque Benito Juárez.
El reporte oficial fue de un paro cardiaco, sabrá el chamán con tanta muerte por la pandemia, casi llegando solo en el estado de Veracruz a dos mil.
Se llamaba Hermilo y estaba enfermo de diabetes desde hace diez años.
VIOLENCIA DESCARRILADA
El mismo día, jueves 9, hubo más muertos.
En Coatzacoalcos, un hombre destajado metido los pedacitos en una bolsa negra tirado el cadáver en plaza Pirámide.
En ílamo, el cadáver de un hombre localizado en un naranjal.
En la ciudad de Veracruz, en la colonia El Coyol, un chico se colgó de las escaleras.
Pero, bueno, en los primeros dos casos la muerte hija de la violencia y en el tercero, la muerte hija del suicidio.
¡Vaya cóctel explosivo, sin embargo!.
Uno, los muertos con cargo a la violencia descarrilada.
Dos, los muertos por el COVID.
Y tres, los suicidados.
MULTIPLICAR TERROR Y MIEDO
Mientras tanto, el terrorismo sigue.
Terrorismo, por ejemplo, decir desde la secretaría de Salud federal que el COVID va para largo, luego de 4 meses y cacho de estar todos, la mayoría, encuartelados.
Terrorismo decir que todavía falta lo peor en contagiados y muertes.
Terrorismo decir desde el púlpito nacional que los mexicanos estamos condenados a usar tapa-bocas el resto de la vida.
Terrorismo seguir inculpándose los políticos entre ellos mismos sobre las medidas sanitarias como si así ganaran simpatía en la población electoral.
Terrorismo decir que luego de la pandemia, ajá, habrá doce millones y medio de mexicanos más desempleados.
Terrorismo asegurar que en América Latina, México es el país con el peor tratamiento y estrategia sanitaria ante la pandemia.
Terrorismo anunciar que millones de dólares se han fugado de México por culpa del bichito.