Las Patronas en T.V. U.N.A.M.
•La vida por un ideal
•23 años de solidaridad
UNO. Las Patronas en T.V. U.N.A.M.
T.V.-U.N.A.M. entrevistó a “Las Patronas”, el grupo de mujeres de Amatlán de los Reyes que desde hace más veinte años están organizadas para obsequiar despensas a los migrantes de América Central trepados en el ferrocarril, “La bestia” le llaman, en su paso por el pueblo.
Luis Velázquez
La voz oficial es la señora Norma. La mismita que estuviera en la antesala del Premio Rey de España. La mismita que mereciera la filmación de un documental. La mismita reconocida en el Congreso local.
DOS. Tender la mano a los otros…
Norma, quien apenas habría estudiado la escuela primaria, refirió en el documental su filosofía de vida aprendida y asimilada en el transcurso de un par de décadas.
Y entre otras cositas, por ejemplo, sin nunca haber leído “El laberinto de la soledad” de Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura, habla de que los migrantes son “los otros”, los prójimos, las mujeres y hombres que necesitan de la solidaridad humana de los demás, la otredad le llamaba Paz.
Es decir, y por otros caminos, “Las Patronas” llegaron al mismo sentido de la vida al que llamó el Nobel a partir de la reflexión cotidiana.
TRES. La tierra prometida
“Las Patronas” son mujeres que con los años merecieron la mirada social de los pueblos de la región para que los particulares (ciudadanos de a pie, empresarios, comerciantes, iglesias, etcétera) les apoyaran con materia prima (arroz, frijol, tortillas, pan, bolsas, etcétera) para integrar las despensas para los migrantes.
Y por eso mismo, la asistencia social para los indocumentados que desde Guatemala, Honduras, Salvador y Nicaragua, sobre todo, vienen caminando para llegar a la frontera norte y buscar la posibilidad de llegar a la llamada tierra prometida, el paraíso terrenal, y que, y por desgracia, desde hace ratito es un infierno.
Más, ahora, con el coronavirus, donde miles y miles de migrantes son repatriados.
CUATRO. Emoción social
El documental de TV-UNAM fue exhibido hace 3, 4 noches, y retrata paso a paso la titánica labor diaria de todas ellas, unas diez mujeres que aportan lo mejor de su esfuerzo, el esfuerzo físico, y el tiempo y la emoción social para con los demás, las mujeres y hombres que dada la miseria y la pobreza en que viven necesitan caminar a Estados Unidos para garantizar el itacate y la torta en casa.
CINCO. Toda la familia en el viaje solidario
Pocas, excepcionales ONG han permanecido tanto tiempo en Veracruz como “Las Patronas”.
Decenas de crónicas y reportajes publicados sobre su historia y que han llegado al otro extremo del mundo.
La familia completa de Norma participa cada día. Incluso, hasta la abuelita. Ni se digan los hijos en edad escolar. Las primas y las tías. Más las vecinas.
Se trata de un caso excepcional en la historia nacional, aun cuando, y por ejemplo, en la frontera norte proliferan los albergues para migrantes, pues aquellas ciudades constituyen la antesala para entrar al (presunto) reino de los cielos.
SEIS. La vida por un ideal
Nunca “Las Patronas” han buscado un cargo de elección popular. Tampoco, sueñan ni se desviven. Su tarea es cien por ciento social. Católica y apostólica, digamos. La solidaridad en su más alto decibel.
Las Adelitas del siglo XXI. Las Frida Kahlo, las Nahui Ollín, las Tina Modotti, mujeres tan solidarias con las causas sociales. Las Elenas Arizmendi, de José Vasconcelos, que fundara la Cruz Roja Blanca en el tiempo de la revolución, para auxiliar a los heridos en el campo de batalla.
La vida, por un ideal. Una utopía social.