Vidas paralelas
•Hemingway y Scott
•El uno y el dos...
EMBARCADERO: Si usted amaneció contento y desea permanecer dichoso un ratito, entonces, lea alguna novela o cuento de Ernest Hemingway, pues sus personajes están llenos de enjundia y luchan contra la adversidad y salen triunfadores... Y si usted amaneció con las pilas bajas y con la bilirrubina por los suelos y le gusta el estado de ánimo, lea una novela, un cuento, de Francis Scott Fitzgerald, pues sus personajes rebosan pesimismo, mal karma y pésima vibra
Luis Velázquez
Cada día y noche, Hemingway hacía todo con tal de ganar siempre, mientras Scott se sembraba de espinas y cardos el camino para salir más derrotado de lo que estaba... Hemingway siempre soñaba con trepar un escaño más en la escalera y Scott desperdició su paso por la tierra...
ROMPEOLAS: Hemingway cayó rendido por la depresión, uno de los peores males de la caja de Pandora, en tanto Scott quedó atrapado, primero, en la tuberculosis, y luego, en el alcoholismo, y por último, en la autodestrucción... La esposa de Scott, Zelda, quien siempre arrastró problemas con el tinaco mental, aseguraba que Scott estaba enamorado de Hemingway y soñaba con parecerse a él... Los ricos y famosos miraban a Hemingway como un trofeo y lo invitaban a sus fiestas familiares y sociales, mientras rehuían a Scott porque en el viaje etílico descarrilaba y se volvía muy pesado... Hemingway también entraba duro y bonito al licor, pero se contenía, y el alcohol para Scott fue bancarrota emocional...
ASTILLEROS: Hemingway era un animal sexual que atraía a las mujeres, cazador de leones y tigres en Africa, torero en Pamplona, pescador en el Golfo de México, boxeador en Estados Unidos, cronista en la primera y segunda guerra mundial y en la guerra civil española... Zelda, la esposa de Scott, decía que su marido nunca la satisfacía porque tenía un miembro "del tamaño de mi meñique" y lo contaba a mujeres y hombres sin pudor ni rubor... Scott se revolcaba en la desgracia personal y Hemingway soñaba con la grandeza humana...
ESCOLLERAS: Para Hemingway, el éxito se medía por el dinero y la fama y para Scott por el número de borracheras y los días y noches que aguantaba bebiendo... Hemingway, Premio Pulitzer y Nobel de Literatura, alcanzó la fama en vida y fue, por ejemplo, el escritor más famoso de la llamada Generación Perdida, a la que pertenecieran, entre otros, Scott Fitzgerald, William Faulkner, John Dos Passos y John Steinbeck... Scott logró la fama literaria después de muerto cuando sus libros comenzaron a leerse a partir de "El gran Gastby", el más conocido... En cosas del amor, Hemingway era muy firme en el trato con las mujeres y Scott tenía traumática inseguridad sexual, a tal grado que Hemingway se lo publicitó en un cuento ex profeso...
PLAZOLETA: Ricardo Garibay cuenta en uno de sus relatos en el libro "El tendajón mixto", publicado por ediciones Proceso, la historia de un granjero que necesitaba seguir leyendo el libro clásico de la Ilíada, casi casi libro de texto en la escuela secundaria y el bachillerato, porque en la Ilíada los hombres eran grandes, muy grandes, y lograban cosas y hechos insólitos como si todos fueran Superman, el súper héroe más famoso de la historia... El granjero, dice, leía la Iliada una y otra vez y llegó a recitar de memoria páginas completitas por el simple gusto de escuchar el ritmo y el tropel de las palabras...
PALMERAS: Antón Chéjov, el escritor ruso que tanto León Tolstói respetaba y admiraba en su talento, decía que el mejor regalo de la vida era un libro... Pero que si el libro no le gustaba a la persona, entonces, lo ideal era obsequiarlo a la mesera del restaurante o del antro... De los 25 libros, aprox., que publicara José Vasconcelos, secretario de Educación del presidente ílvaro Obregón, en cuatro escribe su biografía huracanada... Ulises criollo, La tormenta, El desastre y El Proconsulado... Una prosa arrebatadora y volcánica que ningún escritor tuvo ni tiene...