Vidas intensas
•Ernest Hemingway
•Francis Scott Fitzgerald
•Escritores memorables
EMBARCADERO: Hay un trío de escritores a partir de quienes puede entenderse y comprenderse que la disciplina, como decía Alfonso Reyes, “es el nombre de la creación”... Simple y llanamente, sin una fuerza de voluntad inquebrantable, ningún escritor puede, tampoco ningún ser humano, alcanzar los objetivos... En el caso de los escritores, unos dicen que el 90 por ciento del trabajo se llama inspiración y el 10 por ciento disciplina como afirmaba,
Luis Velázquez
por ejemplo, Goethe, pero otros, Ernet Hemingway, decían que el 90 por ciento del trabajo de un escritor es disciplina y el 10 por ciento inspiración…
ROMPEOLAS: James Joyce, uno de los más grandes escritores del siglo XX, solía escribir once horas diarias… Hemingway escribía 6 horas diarias, de 6 de la mañana a las doce del día, cuando se iba a sus cantinas preferidas en Cuba y convivía dos horas con los amigos y hacia las 2 de la tarde trepaba en su yate y con Santiago, el pescador de “El viejo y el mar” se internaban en el Golfo de México…
ASTILLEROS: El otro gran escritor del siglo XX fue Francisco Scott Fitzgerald, quien en sus buenos tiempos escribía 8 horas diarias… Pero, y por desgracia, desvió su talento hacia el alcohol, más que a las mujeres, a quienes gustaba tanto porque era un hombre muy bien parecido, atractivo, con una boca sensual que parecía de mujer aseguraba Hemingway… Scott escribió obras grandiosas retratando la vida de los ricos en Estados Unidos, un sector de la población al que pertenecía…
ESCOLLERAS: Hemingway ganó el Premio Pulitzer de Estados Unidos y el Premio Nobel de Literatura que nunca pudo Scott Fitzgerald… Incluso, Scott era tres años mayor que Hemingway y le ayudó como si fuera su maestro o mecenas, amigo entrañable en todo caso… Scott le abrió puertas en Estados Unidos, primero, con los grandes rotativos y luego con las editoriales más famosas.. Es más, con frecuencia, entonces pudiente, Scott le prestaba dinero sin esperar se lo pagara porque Hemingway andaba muy escaso… Y más, cuando decidió dejar el periodismo por un ratito para entregarse por completo a la literatura…
PLAZOLETA: Pero mientras Scott andaba de bar en bar y ebrio armaba escándalos y pleitos, Hemingway permanecía encerrado en su departamento escribiendo y volviendo a escribir y puliendo y volviendo a pulir, y/ como decía Stéphane Mallarmé, “retocando los textos”… El gran talento de Scott se fue en el alcohol… Y se hundió más, cuando a su esposa Zelda, madre de la única hija que procrearon, se le agudizaron los problemas mentales y pasó muchos años encerrada en hospitales siquiátricos… Y ante ese tipo de enfermedades, como de tantas otras, ningún dinero alcanza por más millonaria que esté la familia…
PALMERAS: Joyce y Scott escribían literatura, pero Hemingway, además, hacía periodismo… Y alternaba su vocación, inteligencia y talento, de igual modo como sus vivencias y experiencias… Ninguna otra vida tan intensa como la suya… Por ejemplo, Hem (así le llamaban los amigos) cazó tigres y leones en ífrica, capturó peces espadas en el Golfo de México, casi casi fue torero en España, activista de la Cruz Roja en la primera guerra mundial, un playboy en Estados Unidos, París y Cuba, se subía al ring a boxear en Estados Unidos, estuvo en un hospital siquiátrico por la terrible depresión que vivía y de igual manera que su padre, un hermano, un tío y una sobrina, se suicidó un día a las 6 de la mañana con una escopeta que utilizaba para cazar leones y tigres en ífrica…