Defensor de oficio
•Diputado vasallo
•Caso Rubén Ríos
ESCALERAS: Más que presidente de la Mesa Directiva de la LXV Legislatura, el diputado local de MORENA, Rubén Ríos Uribe, es un defensor de oficio.
Y defensor de oficio, por ejemplo, del secretario General de Gobierno, a quien, se afirma, debe el cargo, destituido el tuxpeño Juan Pozos Castro, “el orgullo de mi nepotismo” en SEFILPLAN.
Luis Velázquez
Y defensor de oficio del secretario de Seguridad Pública, y quien de acuerdo con el trascendido, anda en la cancha de Éric Cisneros Burgos, y por añadidura, Rubén Ríos su Narciso Mendoza, su Niño Pípila.
PASAMANOS: Por ejemplo, luego del zipizape en Isla (un chico detenido por agentes de Tránsito y entregado a encapuchados quienes lo violaron de forma multitudinaria, una patrulla incendiada por la población encabritada, denuncia mediática, no penal, de “acarreados de Oaxaca y narco-reporteros, veinte detenidos, una mujer desaparecida), el diputado local “tiró su espada y prenda”.
Y luego luego, antes, mucho antes de una investigación y el veredicto correspondiente, salió tan oficioso y oficiante de “El dos del palacio” y su titular de la SSP que declaró a sus medios favoritos que ninguna razón de peso y de fondo existía para citar a Hugo Gutiérrez Maldonado en el Palacio Legislativo.
Incluso, hasta reveló que le da un año a la Fiscal para investigar el caso Isla. A la Fiscal, claro, que también es protegida del titular de la SEGOB jarocha.
CORREDORES: Desde luego, Rubén Ríos merece una presea por su lealtad perruna a su jefe y amigo, en todo caso, a su bienhechor.
Y más, porque está defendiendo con más ardor patrio al Secretario de Seguridad que al góber jarocho de AMLO, pensando quizá que con el presidente de la república le levante la mano y vitoree en cada girita basta y sobra.
BALCONES: En su apasionada defensa de la SSP y la Fiscal por el caso Isla, el diputado guinda y marrón convocó recursos recurrentes, manoseados, como por ejemplo, inculpar una vez más de la inseguridad a la yunicidad.
Fue cuando dijo, ¡vaya pretexto simplón! que “el trabajo de los diputados es hacer leyes y no vigilar a los funcionarios del gabinete” (Notiver, 13, 2, 20).
Ta´gí¼eno.
Queda claro que un país y una entidad federativa como Veracruz, por ejemplo, solo pueden caminar al buen gobierno y mejorar la calidad de vida de la población cuando los diputados (locales y federales son vigilantes.
Pero como en el caso, muchas cosas debe o deberá Rubén Ríos a los titulares de la SSP y SEGOB que recrea su concepto de Estado “como anillo al dedo”.
PASILLOS: Un diputado local más de MORENA, al servicio del Poder Ejecutivo. Parte del Poder Legislativo, sumiso y vasallo.
Además, y como dijera el ex diputado Carlos Vasconcelos, todos los políticos que llegan al Congreso y ocupan la curul en automático están pensando en el cargo público siguiente y hacen de todo para ganar la posibilidad.
“Un diputado, dice Rubén Ríos, no debe interferir en las actividades de un funcionario ni tampoco pedirle cuentas”.
¡Vaya servilismo! ¡Vaya dignidad legislativa!
VENTANAS: Ojalá y al diputado le está yendo bien con sus emolumentos y prestaciones y canonjía y privilegios pues “tirarse tan feo al piso”.
Nada, sin embargo, expresó como legislador Rubén Ríos cuando la policía de Seguridad Pública matara a la niña María Magdalena Hernández Cardeña, de 11 años, en una comunidad de Santa Atzacan.
Ni tampoco cuando la policía emboscara a 4 migrantes de Guatemala en los límites de Isla y Rodríguez Clara y mataran a una mujer.
El silencio también es jugoso negocio, claro.