Por eso, en el CDE del PAN hablan ya de un par de virtuales candidatos. Uno, Joaquí­n Guzmán Avilés, presidente del CDE, y el senador Julen Rementerí­a del Puerto.
Y en el CDE del PAN, la tendencia está dividida, como siempre suele ocurrir en polí­tica, y en la vida, cuando, por ejemplo, se habla de religión y sexo.
Joaquí­n Guzmán y Julen frente a frente arrojarí­an el siguiente resultado preliminar:
Guzmán Avilés ya fue alcalde de su pueblo, Tantoyuca, y en tres ocasiones, mientras Julen una sola ocasión.
Guzmán fue diputado en tres ocasiones y Julen una.
Guzmán fue secretario de Desarrollo Agropecuario y Julen coordinador de los centros SCT en el paí­s.
Guzmán es el hombre fuerte, cacique le dirí­an, cacique bueno le llamaba en otros tiempos Miguel íngel Yunes Linares, mientras Julen comparte el poder polí­tico en Veracruz puerto, con, y por ahora, el alcalde Fernando Yunes Márquez.

DOS. Miden fuerzas
Guzmán es presidente del CDE del PAN y Julen senador de la república.
Tantoyuca es de Guzmán Avilés, pero la ciudad de Veracruz no es de Julen, aun cuando su poderí­o económico es creciente.
Guzmán es el hombre fuerte del PAN, invicto, en el norte de Veracruz, una de las regiones más olvidadas por cada gobernador, incluido Patricio Chirinos Calero, quien deseó nacer en Pánuco, pero nació en Tamuí­n, San Luis Potosí­, mientras Julen comparte capacidad económica con otros panistas.
Guzmán ganó la presidencia del PAN ante el yunista Pepe Mancha, y la habilidad de Julen fue romper con Yunes Linares y entregarse a Joaquí­n, quien ganara, pero al mismo tiempo, ganara porque tení­a otros operadores polí­tico, entre otros, Enrique Cambranis, Germán Yescas, Tito Delfí­n, Francisco Gutiérrez de Velasco y Ví­ctor Serralde.
Y si Guzmán Avilés cabildea para que Julen sea el candidato panista a la gubernatura en el año 2024 el precio partidista, polí­tico y social que habrá pagado será inverosí­mil, pues “el caldo le saldrá más caro que las albóndigas”.
Además, Julen también se vendió a Guzmán Avilés a cambio de la candidatura a presidente municipal de su hijo, el diputado local, Bingen Rementerí­a.

TRES. El panista fuerte del norte de Veracruz
Más todaví­a:
Julen es conocido en la zona conurbada Veracruz-Boca del Rí­o y en Xalapa pero entre las elites partidistas, nunca con una gran popularidad como, digamos, Ricardo Ahued Bardahuil, director general de Aduanas, ex alcalde y ex diputado local y federal.
En cambio, en todo el norte de Veracruz el nombre de Guzmán Avilés suena y resuena.
Y mientras Julen tiene como escaparate la Senadurí­a de la República pero muchos meses después sin ocuparse ni preocuparse de Veracruz, Joaquí­n crece y de manera exponencial de norte a sur y de este a oeste a través de los comités municipales y de un activismo partidista fuera de serie, por ejemplo, ocupándose con sentido crí­tico del gobierno Morenista de Veracruz.
Y más con tantas pifias y resbalones, gravitando alrededor de tres pendientes. Uno, la ola de violencia. Dos, el desempleo. Y tres, el tráfico de influencias para mirar el presupuesto como una piñata familiar, y a través, por ejemplo, del nepotismo y la compra por dedazo de patrullas y medicinas.
Por eso, Guzmán Avilés bien podrí­a soñar y aspirar y jugar en la cancha partidista para quedarse con la candidatura a gobernador en el año 2024.