Maldición jarocha
•Se llama impunidad
•Un camino espinoso
ESCALERAS: Una maldición cae sobre Veracruz. Es peor que los tentáculos del pulpo. Y que los males de la caja de Pandora. Y que los jinetes del Apocalipsis. Se llama impunidad. Y pesa arrastrando los años en un camino cada vez más espinoso lleno de cardos.
Luis Velázquez
Por una sola razón: un secuestro, un desaparecido, un asesinato, un feminicidio, una fosa clandestina, hacen olvidar el anterior y el anterior, y de pronto, el archivo burocrático cae encima de los pendientes sociales y la procuración de justicia en crisis humanitaria.
PASAMANOS: El día 6 de enero cuando los priistas conmemoraron la dichosa ley agraria, las elites rojas clamaron justicia por el asesinato del líder de la Liga de Comunidades Agrarias y diputado rojo, Juan Carlos Molina Palacios, sucedido el 9 de noviembre, 2019, en su rancho en Medellín.
Y de nada sirvió. Ni ha servido la Comisión Legislativa para dar seguimiento a los homicidas y encontrar a los asesinos físicos e intelectuales, pero más, mucho más, a los criminales intelectuales, aquellos que habrían ordenado el atentado.
CORREDORES: En la percepción ciudadana se tiene la certeza de que los crímenes quedarán impunes en Veracruz, por ejemplo, los más de doscientos asesinatos de mujeres y los trescientos desaparecidos en el año 2019.
Y con todo y que la Fiscal General inculpara a su antecesor, el prófugo de la justicia, Jorge Wínckler Ortiz, desde hace 4 meses ella está al mando y como dijera el primer día cuando aterrizara en su palacio, “Aquí, mando yo”.
BALCONES: Hemos, entonces, todo indica, de acostumbrarnos a que igual, igualito que en el tiempo panista y priista de Veracruz, la inclemencia económica y el peor servicio de salud (los niños con cáncer sin medicinas, por ejemplo) significan un mal menor que la impunidad.
Y es que con todo y lo profetas del desastre, si un crimen queda en la impunidad y el siguiente y el siguiente se conforma una cadena interminable de justicia ausente y los malandros, tanto delincuencia organizada y común, “crecen al castigo”.
Y si en un principio, digamos, habría servido de pretexto inculpar a Wínckler, llega un momento cuando se resbala en la plaza pública.
PASILLOS: La Fiscal creerá que más impacto social y político causa en la población electoral publicitando su foto con el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y con el góber jarocho de AMLO que cumplir con el deber institucional.
Pero, bueno, así son las reinas de belleza y uno que otro político frívolo y vanidoso, como Wínckler, por ejemplo, cuando encaramado en las mieles del poder solía trepar en las redes sociales su foto guisando paella para los amigos con un mandil más gigantesca que su estatura física.
VENTANAS: De ser así, entonces, que la Fiscal se tope fotos con los poderosos y trepe al Internet, pero que presione a los Fiscales regionales para que ellos agilicen y procuren la justicia.
Cada quien, en todo caso, cumpliendo con la tarea pendiente.
Ha de significarse un antecedente: Miguel íngel Yunes Linares perdió la gubernatura para su primogénito, cierto, por el nepotismo, pero también por la inseguridad y la elevada impunidad.
Y fue el caso de igual manera del priista Javier Duarte, donde los males de la caja de Pandora estuvieron integrados por la inseguridad y la impunidad, pero también por el saqueo del erario.
La caída electoral de MORENA en el año 2021 sobrevendría por el lado de la secretaría de Seguridad Pública, incapaz de frenar la ola de violencia, y la Fiscalía, incapaz de combatir la impunidad.