Pifia turística
Quizá la secretaría de Turismo es igual que el profe Zenzayen Escobar. Ni a uno ni a otro le gustaría la Coca. Ellos preferirían la Pepsi.
Y es que si a la titular de Sectur le gustara la Cocal, entonces, habría visto, ponderado y valorado sus fascinantes anuncios para lanzar su programa estrella, “Veracruz se antoja”, que al paso que vamos (Veracruz, primer lugar nacional en feminicidios y secuestros y uno de los primeros lugares nacionales en impunidad), “Veracruz solo se antoja” para los barones de la droga y la delincuencia común.
Luis Velázquez
Y si alguna duda existiera bastaría ver y volver a ver el anuncio de en La Jornada-Veracruz en la página 21 el jueves 21 de noviembre del año desventurado a punto de terminar.
En el primer plano un platillo favorito en Chachalacas. “Mojarra a la chilpaya” se llama.
De entrada, picadas y gordas. Y totopos aderezando unos frijoles, cerca de unas rajadas de aguacate. Comida, pues, chatarra y grasosa, alternando con pedacitos de galletas, es decir, más comida chatarra.
En el centro, la mojarra a la chilpaya, con un montón de condimentos y que el nutriólogo prohíbe, digamos, para los enfermos de la presión arterial alta y de los divertículos.
En la esquina izquierda (de izquierda somos, claro), papitas polvoreadas con sal, o séase, más comidita chatarra.
En otro platillo, más chiquito, camarones, pero sin pelar, y que a pocos gustan, pues la mayoría los antoja bien peladitos.
También, un coctelito de camarones nadando en una copa.
Abajo, la leyenda estrella del reino de Cuitlalandia, filosofía de mirar y admirar la vida, “Veracruz me llena de orgullo”, compitiendo con “Veracruz se antoja”, pues el publicista de la comarca asegura que con dos lemas se siembra y multiplica la confusión.
Tal cual, el anuncito de una página en La Jornada-Veracruz carece de imaginación y creatividad artística.
Por más y más que se mire y admire ninguna sorpresa, alucinación o asombro despierta en el corazón humano ni tampoco aviva las neuronas turísticas del lector.
“LA IMAGINACIÓN AL PODER”
Se ignora el presunto turismo que el anuncio de una plana en La Jornada (¿También en otros periódicos de la Ciudad de México?) pudo o podrá generar para algún punto geográfico de Veracruz.
Se ignora si el anuncio convencerá a los turistas para viajar a la tierra jarocha cuando, caray, el anuncio de la Coca-cola pega, impacta, avasalla y alucina en el corazón y las neuronas y “se antoja”, en verdad, “se antoja” tomarse un refresco bien frío.
Se ignora si otros destinos turísticos del país tendrán mejores platillos de mariscos con una publicidad subliminal con la que el lector se saboree y salga corriendo el fin de semana para su encuentro.
Pero mucho se duda que el anuncito de la “Mojarra a la chilpaya” genere movimiento turístico telúrico a Chachalacas.
En el movimiento estudiantil del 68, en las paredes de Notre-Dame, los chicos insumisos y rebeldes pintarrajearon frase que se volvió célebre en el mundo:
“La imaginación al poder” decía.
Pero como afirmaba don Alfonso Reyes, el de la Cartilla Moral de AMLO, la civilización y la cultura suelen llegar con 50 años de atraso al país, y en el caso, 51 años después, ninguna lucecita de aquella frase ha aterrizado en la secretaría de Turismo, donde, todo indica, la buena vibra y el mejor karma de la titular está o estaría en la sonrisa plástica que tiene siempre y en los vestidos folclóricos con que suelen aparecer en público para, digamos, quizá, enaltecer a las 8 regiones indígenas de Veracruz donde se asienta la peor miseria y pobreza del país.
UNA MOJARRA PARA DíAZ MIRÓN
Tengamos fe, sin embargo. Y confianza en la palabra oficial.
Por ejemplo: meses anteriores, el góber de AMLO aseguró sin titubeos que el turismo extranjero había aumentado en un trescientos por ciento luego de que la titular de la SECTUR bailó “La bamba” en España a prestadores de servicio.
Fue aquel tiempo cuando los malquerientes y quisquillosos dijeron que acaso el góber habría confundido el turismo extranjero con los miles de migrantes sin papeles de América Central (Guatemala, Honduras y Salvador) y de ífrica y Asia caminando por Veracruz a Estados Unidos.
Pero, bueno, si la versión oficial es que el turismo va pa´arriba, antes, mucho antes de que los chairos y los Siervos de la Nación lancen cacayacas contra los incrédulos, creamos. Y sigamos pa´lante.
Salvador Díaz Mirón lo dijo así cuando era el poeta modernista más conocido en el mundo:
“La adversidad podría… quitarme el triunfo… pero no la gloria”.
Y porfis, que sirvan una “mojarra a la chilpaya” en memoria de Díaz Mirón, con copia para Victoriano Huerta, el asesino de Benito Juárez, a quien tanto idolatraba el poeta jarocho, ¡vaya error histórico!