El profe violador
En Boca del Río, en el Frac. Costa de Oro, un maestro de cantos y juegos violó a un niño de kínder. Se afirma de otro más ultrajado. Y dos más con daño sicológico a quienes el profe castigaba. El docente se llama Rodrigo "N" y está prófugo. Desde hace una semana se ausentó del jardín de niños.
Quizá el fraccionamiento necesita una limpia general de los santeros. Antes, el asesinato de un velador de 44 años de edad, el 14 de noviembre. Y antes, los asaltos a casas habitación.
Luis Velázquez
Y antes, una señora de la séptima década secuestrada a la salida de la iglesia de San Pedro y San Pablo, y a quien los malandros fueron cortando tres dedos uno por uno y enviados a la familia para obligarla a pagar el rescate millonario.
Ojalá que la secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía detengan pronto al profesor y sea internado en la cárcel donde suelen aplicar la ley de Talión, "ojo por ojo y diente por diente" y sea violado, incluso, de forma multitudinaria.
Se trata del más bajo y perverso y ruin y miserable decibel de la naturaleza humana. Más, mucho más allá de que "el hombre es el lobo del hombre". Se vive el peor descenso al infierno social como es violar a un niño de kínder y quien, además, era alumno.
La peor perversidad del mundo. El deterioro total y absoluto del ser humano. Y más, y como en el caso de Rodrigo "N", quien, además, está denunciado porque solía encerrar a los niños en el salón de clases y apagaba las luces y los dejaba solos. Terrorismo se le llamaría.
Es un caso igual o peor, mucho peor, por ejemplo, que los malandros cuando ultrajan a una mujer. Y cuando, además, y luego de asesinarla, la decapitan. Y cuando todavía, toman la cabeza y la colocan en la mesa de un bar o un antro. Y cuando como también ha sucedido en Veracruz, cuelgan los cadáveres de un puente. Y le dejan una cartulina en el cuerpo asegurando que el muerto tuvo la culpa de su muerte.
El sociólogo y el sicólogo del gobierno dirán que tales hechos son normales porque hay en Veracruz 8 millones de habitantes, y ni hablar, "de todo hay".
El sacerdote de la iglesia diría que los grandes valores y principios universales se han perdido.
Los comunistas y socialista del siglo pasado dirían que ni modo, la sociedad perfecta, la sociedad soñada, ha quedado pulverizada para siempre, y por tanto, estamos condenados a que más niños de kínder sean ultrajados por sus profesores y que los malandros secuestren, desaparezcan, violen, asesinen y decapiten a más mujeres.
El sueño ideal de la convivencia social ha descarrilado en la cancha pública con todo y la convocatoria para darse "besos y abrazos" y para "no mentir, no robar, no matar" y no desear a la mujer de tu próximo y tu prójimo.
SISTEMA EDUCATIVO BAJO SOSPECHA
El caso del profesor violador de Costa de Oro expresa, cierto, que la vida es así de infame y cruel, pero al mismo tiempo, denota y connota un sistema educativo implacable con la selección del personal, como por ejemplo, cuando en la cancha pública piden que un político aspirante a un cargo público ha de aplicarse estudios sicológicos para conocer su salud mental.
Simple y llanamente, porque el destino de un hijo, y más, mucho más, un niño en el kínder, por ningún concepto puede confiarse a un maestro así nomás, sin conocer su estado sicológico.
Y más cuando en Veracruz y en el resto del país han ocurrido demasiadas, excesivas tragedias.
Por ejemplo, se armó una revolución con la reforma educativa en el tiempo de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, pero nadie se detuvo en los requisitos para admitir a los maestros en el salón de clases y hasta con una plaza laboral.
Insólito: resulta inexplicable que el profe de Costa de Oro torturara a los niños de kínder y los dejara solos en el salón de clases con la luz apagada y la dirección de la escuela nunca lo haya registrado ni dado cuenta.
Incluso, y grave, gravísimo, el trascendido de que la dirección del jardín de niños estaba enterada y solapaba al maestro con su silencio.
Y más cuando se habla de otro niño violado.
Y más cuando ahora los niños quizá de 4, 5 y 6 años, se resisten a volver al jardín de niños, temerosos, aterrorizados como estarán
"Los niños tienen miedo, no pueden dormir" dijo el abogado del niño ultrajado.
Peor, mucho peor, porque el profe acusado de violación tenía siete años de antigí¼edad en el kínder y aun cuando los padres denunciaron los hechos ante la dirección del plantel, nunca les hicieron caso.
La denuncia ya llegó a la Fiscalía y a la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Ahora, a esperar justicia.
LA JUSTICIA, A PRUEBA
El tema de los profes violadores es tan viejo, digamos, como la historia de la humanidad.
Herodías, la esposa de Herodes, por ejemplo, ordenó violar a María Magdalena, la llamada la Apóstol número trece de Jesucristo, porque tenía envidia de su belleza, y hasta le confinó en un prostíbulo barato y ramplón.
El general Rafael Leónides Trujillo, el dictador de la República Dominicana, ultrajaba a las hijas y las esposas de los funcionarios de su gabinete legal y ampliado.
Juan Rulfo describe a los viejos caciques del siglo pasado, Pedro Páramo, dueños de haciendas, y que ejercían el famoso "derecho de pernada" para adueñarse de las mujeres que les gustaban fueran solteras, casadas, divorciadas o viudas, adolescentes o jóvenes.
Pero nada se compara ni iguala con un profesor que viola a niños de un kínder.
La justicia de Veracruz está a prueba para ubicar, detener, encarcelar y procesar por la vía penal al maestro violador del Frac. Costa de Oro, de Boca del Río.
Y cada día que pase es a favor o en contra.
Y dada la denuncia de los padres de familia, el secretario de Educación está obligado a revisar el jardín de niños y a su planta de maestros y su sistema educativo y proceder con firmeza.
Los días y noches están corriendo...