16 desaparecidos...
•En la zona centro...
•En la impunidad total
UNO. 16 desaparecidos... en la impunidad
Los familiares de dieciséis personas desaparecidas en el centro de Veracruz, la mayor parte en Ixtaczoquitlán, y la mayoría, todo indica, en manos de policías municipales, resucita los peores tiempos del duartazgo, el sexenio cuando la desaparición forzada, "delito de lesa humanidad"
Luis Velázquez
condenado en el mundo, alcanzó su peor decibel con una caminata reclamando justicia.
Incluso, y en vez de reducirse al legítimo reclamo al gobierno de Veracruz, elevaron la plegaria al corazón de AMLO, el presidente de la república, para tener piedad y misericordia de la angustia, el dolor y el sufrimiento que están viviendo y padeciendo, pues algunos parientes los están buscando, incluso, en fosas clandestinas, igual, igualito que en el siglo pasado en las dictaduras militares de América Latina.
En la marcha, los Colectivos, integrados con los padres de desaparecidos desde el duartazgo, exigieron al presidente municipal de Ixtaczoquitlán, Miguel íngel Castelán Crivelli, deje de estar "dando golpes de pecho" y asume su responsabilidad pues los policías están bajo sospecha.
Pero también, su director de Gobernación.
DOS. Alcalde se esconde
Hace un mes y una semana, los familiares de los 7 tianguistas de Ciudad Mendoza levantados en Ixtaczoquitlán por los policías municipales "y sin que el alcalde dé la cara las víctimas", denunciaron los hechos.
Y durante casi cuarenta días, 40 días que han estremecido sus vidas, tocaron puertas por todos lados, y nunca, jamás, fueron escuchados.
Por eso, organizaron la caminata. Y en la protesta se unieron los familiares de nueve personas más desaparecidas en el transcurso de este año, y todas, se afirma, en manos de los policías.
Así, y en vez de procurar justicia y acabar con la impunidad manifiesta, en la cancha pública están hablando, por ejemplo, de que la LXV Legislatura desaparezca los poderes edilicios como sucediera en Mixtla de Altamirano cuando el asesinato de la alcaldesa en funciones y su esposo y el chofer del Ayuntamiento.
Ahora, sin embargo, es más grave, porque se trata de 16 desaparecidos.
La justicia, entonces, ha de ser pareja y poner en el banquillo de los acusados a los policías municipales en caso de la presunta autoría y del director de Gobernación y del mismito presidente municipal, a tal grado que en el Congreso están solicitando su destitución.
Pero ya. Y ya, porque entre más tiempo se tarden la impunidad más se multiplica.
TRES. Desencanto social
Los familiares han dirigido sus voces al gobierno federal para agilizar la búsqueda de los desaparecidos, pues ni siquiera el gobernador "se ha dignado (por ejemplo) visitar a los familiares o hablar con ellos", tampoco, parece, la presidenta de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.
Igual, igualito, sucedió con los desaparecidos en el sexenio de Javier Duarte. Los parientes de las víctimas levantaron la voz para ser escuchados por el presidente Enrique Peña Nieto y nunca más. Tampoco la procuraduría General de la República de entonces. Ni la Fiscalía General de Veracruz, a cargo de Felipe Amadeo Flores Espinoza y Luis íngel Bravo Contreras.
Por desgracia, la historia oficial está o parece estarse repitiendo, pues cuando los familiares deciden marchar inconformes, molestos, significa que se hartaron y están en el desencanto social.