El flechador de la luna
•Dante Delgado
•Símbolo político
UNO. El flechador de la luna
De los políticos de Veracruz quien más lejos ha llegado ha llegado desde el último del siglo XX a la fecha es Dante Delgado Rannauro.
Encarcelado por Ernesto Zedillo, Patricio Chirinos y Miguel íngel Yunes padre en el penal de Pacho Viejo, Dante siempre movió su vida por la
Luis Velázquez
parábola del flechador de la luna, el hombre que en la leyenda soñaba con disparar flechazos para aterrizar en la superficie lunática, pero al mismo tiempo, consciente y seguro de que nunca llegaría, pero de todos, sería el que más se acercaría.
Luego de su estancia penitencia Dante observó los siguientes pasos:
A, renunció al PRI. B, fundó su partido político nacional, antes Convergencia por la Democracia y luego, Movimiento Ciudadano.
C, fue Senador de la República y estableció el método, quizá democrático, acaso justo, y alternar la silla senatorial con el suplente, en el caso, José Luis Lobato Campos.
D, en el camino varios amigos se distanciaron, pero siguió empujando la carreta. Un día, el año anterior, su partido político ganó la primera gubernatura del país, en Jalisco con Enrique Alfaro, y también senadurías (una para él) y diputaciones federales.
DOS. Dante voló muy alto
Otros políticos de Veracruz, como del país, renunciaron al tricolor, pero pocos, excepcionales, fundaron sus partidos.
Dante, uno. AMLO, el presidente de la república, otro. Gonzalo Morgado, ahora en Veracruz, soñando con la versión jarocha de Podemos.
Miguel íngel Yunes Linares dimitió al PRI, pero se afilió al PAN, sin pensar en tirar a la luna. Se acomodó en el panismo y ahí sigue, aun cuando la versión es que luego de perder el CDE del PAN, tiene o tendría el control del PRD a través de Rogelio Franco Castán, su ex secretario General de Gobierno, y el PRI, se afirma, a través de los Marlon.
Felipe Amadeo Flores Espinoza sigue en el PRI, pero con paso de tortuga para convertir en partido a su Vía Veracruzana, y Héctor Yunes Landa se quedó con su Alianza Generacional.
Dante voló muy alto, y luego de su estancia en Pacho Viejo, se reinventó con más de 180 grados de revolución interna, y ha trascendido más que el 99 por ciento de los políticos de su tiempo, antes y después.
TRES. Vivir de Pie
Para la historia quedó que el confinamiento de Dante en Pacho Viejo fue una venganza de Ernesto Zedillo.
Todo inició cuando Dante evidenció la política presidencial en Chiapas en el tiempo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el subcomandante Marcos.
El trascendido es que una junta cumbre, Dante puso en la mesa que ante la política fallida en Chiapas, el presidente de la república debía renunciar a todo el gabinete y el ex gobernador del cuatrienio presentó la suya.
Y como Patricio Chirinos y Yunes Linares le traían ganas pavorosas, entonces, el camino se le facilitó a Zedillo, aun cuando los delitos de que fuera acusado estaban, en todo caso, prescritos.
Pero en la cárcel reencontró su destino y apostolado político y social y que por vez primera aflorara en el sexenio de Rafael Hernández Ochoa cuando soñó con la presidencia municipal de Córdoba y Yunes, protegiendo a su ex amigo, Juan Herrera Marín, manosearon la elección interna del PRI a través de la compra de los delegados y lo descarrilaron.
Con tantos vientos en contra, y con la venganza como eje rector, Dante se llenó de fortaleza y sin doblarse ni rendirse, desde entonces, desde siempre ha vivido de pie.