El teatro de la política
El escritor Enrique Serna, su último novela, “El vendedor de ilusiones”, dice que la política es el teatro donde los hombres luchan contra sus demonios”.
Así, nada mejor que aplicar su máxima bíblica a Veracruz, por ejemplo:
Cuitláhuac, el góber, luchando contra sus demonios Miguel íngel Yunes Linares y Jorge Wínckler Ortiz.
Luis Velázquez
Yunes Linares, luchando contra sus demonios Javier Duarte y Fidel Herrera Beltrán. Y Cuitláhuac, claro.
Zenyazen Escobar, luchando contra los demonios de su pasado, tiempo aquel como stripero.
El diputado José Manuel Pozos Castro, luchando contra su tiempo diabólico como priista, panista y perredista, ahora cuando se purificó como morenista.
La diputada Érika Ayala, C.N.O.P. y C.O.B.A.E.V., sus parcelas de poder, luchando contra su pasado priista para lograr chambita para sus compañías constructoras y por eso su viajecito a Baja California.
Marlon Ramírez, pactando con sus demonias Anilú Ingram Vallines y Carolina Gudiño Corro, sus antiguas opositoras, al grado que un gobernador, Javier Duarte, lo llamó “enano del tapanco” defendiendo a la diputada federal.
Fernando Yunes Márquez, luchando contra su demonio Cuitláhuac.
Roberto Ramos Alor, luchando contra su pasado como “El besucón”, pero también, contra sí mismo cuando Veracruz se ha encumbrado como primer lugar nacional de enfermos con S.I.D.A. y por vez primera, el dengue, una enfermedad de la pobreza, flagelando a la tierra jarocha.
La diputada Rosalinda Galindo, luchando contra los activistas de la despenalización del aborto para quedar bien con su góber fifí y sabadaba y soñando, trasciende, con la candidatura de MORENA a la alcaldía de Xalapa cuando en el handicap también ha levantado la mano la directora del Instituto de Pensiones, Daniela Griego.
Y el diputado de MORENA, Magdaleno Rosales, luchando contra su demonio número uno, Cuitláhuac, “poniéndose a patadas con Sansón” cuando la historia enseña que significa una osadía, una temeridad, un riesgo, enfrentar al jefe de jefes.
LOS DEMONIOS SON MUY CANIJOS
En la lucha contra los demonios, algunos políticos son tragados por los mismos demonios.
Por ejemplo:
El priista Raúl Díaz, chupado por Marlon Ramírez.
Marlon Ramírez, devorado por Carolina Gudiño y Anilú Ingram.
Ranulfo Márquez, tragado por Cuitláhuac García y/o sus anexos y conexos.
Fernando Arteaga Aponte, desaparecido por el reino diabólico de Cuitlalandia.
José de Jesús Mancha, aniquilado por Joaquín Guzmán Avilés.
Para su fortuna, Julen y Bingen Rementería huyeron a tiempo del demonio azul y ahora el horizonte se les amplió al lado de “El chapito”, pues el arte de la política, ya se sabe, también está en cambiarse de camiseta antes del hundimiento del barco.
El panista Raúl Martínez, vocero de Pepe Mancha, director de TV Más en la yunicidad, también se bajó del barco antes de la zozobra y reapareció con “El chapito”, aun cuando todo “chupado”.
La morenista Leslie Garibo duró un ratito en la Contraloría, pero de pronto, ¡zas!, los vientos huracanados la derrocaron como si Cuitlalandia se la hubiera tragado, cercenada y decapitada.
El profe Marcos Even Torres Zamudio, elegido 5 años como Fiscal Anticorrupción, solo probó “las mieles del poder” durante un ratito en la yunicidad y a la caída de su alumno y jefe, Jorge Wínckler, la vida un infierno, pues apostó todas las canicas al panismo y ahora que hasta prófugo de la justicia se volvió.
A estas alturas, mucha confusión política pues se ignora si Cuitláhuac se tragó a Javier Duarte o Duarte a Cuitláhuac, con aquel trascendido de que uno financió al otro en la campaña electoral y pronto, antes de que el gallito bíblico cante 3 veces, las puertas se abrirán en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México para el político preso, en ningún momento preso político como se proyecta a sí mismo.
POLíTICOS LEVITANDO
El tiempo, que también es un demonio, quizá el peor, el invencible, el inderrotable, en el brinco histórico del priismo al panismo y del panismo al morenismo, dejó muchos políticos desaparecidos, mejor dicho, en el ostracismo, o en el retiro, o en lo que llaman la RENATA, la gran Reserva Nacional del Talento, o viviendo de sus ahorritos, rentas o negocitos.
Por ejemplo, políticos en levitación, encerrados en su monasterio particular, carburando el pasado, soñando con el futuro:
Ramón Ferrari Pardiño, Érick Lagos, Jorge Carballo, Adolfo Mota, Alberto Silva, Marcos López Mora y Armando López Rosado.
Marcelo Montiel Montiel, Marcos Theurel Cotero, Rogelio Franco Castán, Enrique Romero Aquino, Elías Miguel Moreno Brizuela y Silvio Lagos junior.
Igual que los boxeadores, toreros y futbolistas que han de retirarse a tiempo cuando, por ejemplo, la energía física quedó vencida en el camino, a ellos, más otros tantos, el tiempo se les vino encima, oh Renato Leduc.
Y si en el ejercicio del poder pensaron en el futuro, tiempo aquel inevitable de las vacas flacas y tiempo de recoger varas en vez de tirar cuetes, entonces, bendito Dios, pues de lo contrario, lo decía el tuxpeño César “El tlacuache” Garizurieta, “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
Y el día cuando quedó fuera, desfasado por el tiempo y las nuevas dinastías políticas, leal consigo mismo se pegó un tiro.