Más impuestos
ESCALERAS: Sin tener una bolita de cristal, el futuro para los trabajadores es oscuro y gris en el tiempo de MORENA. Las primeras señales son las siguientes:
Una: la iniciativa de ley para crear el impuesto a los meseros de los restaurantes del país. Es decir, simple y llanamente, gravar las propinas.
Luis Velázquez
Dos: la iniciativa de ley para gravar a las personas (millones en un país de desempleados, subempleados y con salarios de hambre y sin prestaciones sociales, económicas y médicas) que venden por catálogo.
Lo mejor, dice el politólogo Carlos Ronzón Verónica, es salir corriendo de México para refugiarse, con todo y Donald Trump, en Estados Unidos, para hacer, como decía el erudito mesiánico, Vicente Fox Quesada, “los trabajos que hasta los negros rechazan”.
PASAMANOS: Nada fácil será que antes de que el gallito cante 3 veces, el impuesto a las trabajadoras sexuales sea multiplicado, aun cuando por ahora, las cortesanas de los hoteles de paso y moteles y alrededor de los mercados paguen una cuota, parece mínima.
Y más si se considera que Veracruz es el productor y exportador nacional número uno de mesalinas, y por tanto, millones de pesos se le estarían fugando a la autoridad fiscal.
CORREDORES: Al paso que vamos, y tan necesitado el gobierno de ingresos frescos, también gravarían, por ejemplo, a los homosexuales y bueno, requerirán de un inspector de gays “a prueba de bomba” para evitar caer en las tentaciones aventureras.
Nada fácil sería que también gravaran los ingresos de los proxenetas, los padrotes, los lenones y los gays de parques, camellones, calles y avenidas.
Bastaría, por ejemplo, un recorrido nocturno, hacia la madrugada, de los inspectores de comercio, acompañados de policías, para enlistar a todos ellos.
BALCONES: Brujas, gitanas, santeros, hechiceros y chamanes también será gravados en el tiempo de la República Amorosa, bajo la advertencia de que si continúan como evasores fiscales, entonces, serán acusados con mamá y papá y los abuelos de estar dañando a las secretarías de Finanzas y Planeación y de Hacienda y Crédito Público.
Y que Diosito santo los agarre confesados porque hasta retroactividad les aplicarían.
Hay, claro, un ejército incalculable de evasores fiscales, sin contar a uno que otro artista como Angélica Rivera, Marco Antonio Solís, El Buki, José José y Juan Gabriel, y que en paz descansen, y Lorena Herrera, a quienes el S.A.T. les condonó impuestos millonarios.
PASILLOS: También estarían en la mira los volovaneros de la esquina, los taqueros de la avenida, los churreros del crucero, los limpia/parabrisas, los franeleros y los “Viene/viene” y que significarían un ingreso cuantioso, fijo, estable, para el fisco.
Claro, la autoridad habría de chambear para certificar en el terreno de los hechos sus ingresos promedio, quizá, digamos, con unos burócratas asignados en sus lugares públicos de trabajo para cuantificar durante una semana su movimiento económico y evitar se burlen de la autoridad.
VENTANAS: Hay, pues, un mundo por construir. El impuesto a los vendedores por catálogo y a las propinas de los meseros apenitas constituye la puntita del iceberg.
Muchas sorpresas, entonces, dará la Cuarta Transformación y la Cartilla Moral, incluida la República Amorosa que “a ojo de buen cubero”, significa, “no mentir” al fisco.
Los profetas del desastre vaticinarán que la economía familiar caerá al fondo del abismo. Y quizá será cierto. Pero como el fisco está para garantizar los ingresos oficiales para que la nación sea salvada, ya lo dijo el héroe olvidado de A.M.L.O., Vicente Guerrero, “la patria es primero”.
Seamos, pues, optimistas, y veamos con buen karma los vientos huracanados en contra del bolsillo familiar.
alejandro soto domÃnguez 10 Oct, 2019 - 14:47
Se van contra el débil, al gran capital no lo quieren tocar. Se sigue gobernando para los ricos, igual que los neo liberales. aten Soto