Recesión se endurece
•Albañiles desesperados
•Piden trabajo por favor
UNO. Recesión se endurece
En otros tiempos, los albañiles, los pintores, los técnicos, los electricistas, los plomeros, los carpinteros, entre otros, eran, digamos, los trabajadores más envidiados por todos porque siempre tenían chambita.
Por una sencilla razón:
Luis Velázquez
los desperfectos en el domicilio particular.
Ninguna ama de casa era envidiada tanto por las amigas como aquella que en su directorio particular tenía los nombres y los teléfonos y las direcciones de todos aquellos obreros prestos siempre al llamado familiar para arreglar luego luego una emergencia.
Y aun cuando algunos tienen sus celulares en el listín telefónico, nada como tener a un albañil, un pintor, un electricista, por ejemplo, de confianza.
Ahora, sin embargo, la recesión, desaceleración o contracción como le llamen los economistas y los expertos de Hacienda, está pegando duro y tupido a todos ellos.
Muchos, por ejemplo, están llamando por teléfono a las señoras, sus clientes, para ver si tienen un trabajito por ahí, pues como viven al día y el trabajo ha caído como nunca, hay días y semanas sin un ingreso.
Y como ningún centavito ahorrado tienen, entonces, están vendiendo hasta sus instrumentos de trabajo.
DOS. La chamba, en caída libre
La semana anterior, a una vecina le hablaron por teléfono un albañil, un pintor y un electricista.
--¿Quiere que le reviste sus instalaciones? ¿Quiere que le revise su casa, pues ya ve los estragos del salitre? ¿Quiere una pintadita para su casa ahora que ya viene fin de año?
Y en los tres casos, la señora contestó que gracias, muchas gracias, y estarían pendientes.
Pero ellos insistieron y le confesaron que de plano están desesperados, pues la chamba ha caído al peor nivel y hay días cuando solo comen aire y sopa de letras.
Desde luego, esta canijo el revés tan duro de la política económica en el caso de los albañiles, pintores, electricista, etcétera, etcétera.
Nunca nadie, ni el economista más experto, por ejemplo, habría previsto que los albañiles, los pintores y los electricistas anduvieran sin trabajo, cuando, caray, eran los más demandados.
Solo faltan que ellos se pongan como en Estados Unidos los migrantes sin papeles en una esquina de un barrio a esperar por ahí a un jefe o jefa de familia para contratarlos por un día en sus casas.
En el zócalo de cada pueblo bien pudieran instalarse soñando con la posibilidad.
TRES. Días oscuros y grises
El desempleo y el subempleo están pegando en todos los niveles.
Profesionales egresados con mención honorífica de una universidad pública y privada metiendo solicitudes vía Internet en el mayor número de negocios, industrias y fábricas y/o en la llamada Bolsa de Trabajo de las organizaciones empresariales, sin una respuesta positiva.
Incluso, la situación económica anda tan jodida que las trabajadoras sexuales, las llamadas VIP, han reducido sus cuotas de 4, 5 mil pesos por 4 horas hasta en 2 mil pesos.
Además, y de primer nivel como para lucirse como noviecitas en un evento público.
Un día, un amigo llegó el sábado en la noche a un antro y miró a otro amigo acompañado de varias chicas VIP. Le llamó y le dijo:
--¿Qué onda con ellas?
--Tú dices, 5 mil pesos.
El amigo contestó así:
--Por 5 mil pesos me fleto yo.
Pero lo más canijo es que la recesión alcanzara a los pintores, carpinteros, albañiles, mecánicos, anexos y conexos, pues en todas las casas siempre, y por lo general, hay desperfectos.
Los días son grises y oscuros en materia económica y nada indica el regreso del paraíso terrenal.