La Legislatura frívola
El Congreso de Veracruz ha caminado en medio de la frivolidad. El más pueril de todos, el líder caciquil, Juan Nicolás Callejas Arroyo, que cerró el palacio para festejar con mariachi su cumpleaños, como en Paso Sanjuana
Foto Carol Suárez
•Sobre fruslerías y puerilidades han caminado los diputados locales, desde cambios de nombre y pachanguitas en el Congreso hasta la servidumbre humana para quedar bien con los jefes
La LXIII Legislatura de Veracruz ha caminado en medio de la frivolidad. También, claro, del servilismo y vasallaje. Un apéndice del Poder Ejecutivo. Los conscriptos, en ningún momento, de la patria, sino del gobernador.
Y, bueno, quizá, la más alta fruslería ha sido de uno que otro diputado, por ejemplo, en su actitud con la diputada Ana Guadalupe Ingram, quien en medio de la puerilidad se cambió de nombre por el de Anilú, de igual manera como Dominga Xóchilt Tress, directora de Espacios Educativos, cocina su cambio de nombre aprobado por el Congreso para desde ahora llamarse solo Xóchilt. Dominga, que le pusieran sus padres, le avergí¼enza. Mejor dicho, en ningún momento va con su personalidad.
Así, vacua ha sido la mirada de los diputados Domingo Bahena Corbalá, secretario de la Mesa Directiva, y de Francisco Garrido, cuando han tenido cerca a Ana Guadalupe La mirada se les ha ido. Se han derretido en su contra fachada, como llaman los arquitectos a la espalda humana.
Claro, se dirá que el más petulante ha sido el diputado Renato Tronco, el exalcalde que fuera de Las Choapas, y quien el día de la toma de posesión llegó trepado en su caballo como si fuera a corretear vacas.
Además, claro, de que despacha con su sombrerito, como si aún viviéramos el tiempo del Congreso porfirista, cuando los diputados asistían a las sesiones con sombrero; pero más aún, armados, pistola al cincho, de igual manera, oh paradoja, como ahora ha aceptado el diputado Juan Cruz Elvira, protegido del secretario General de Gobierno Érick Lagos, de andar por la vida con un par de escoltas, armados, dada la inseguridad.
Pero, bueno, Renato Tronco se queda con el campeonato de la insustancialidad desde que también convirtió uno de sus automóviles (de narco) en su oficina ambulante, porque en el Congreso estaba a disgusto con su curul.
Igual de anodino, por ejemplo, que el priista José Ramón Gutiérrez, alias “El José/ratón” en alusión a Efrén López Meza, y “El Peperra”, el apodo que le endilgaran en sus noches de antro en Capezzio, en el puerto jarocho.
Frase frívola número uno de “El José/ratón”: “Yo como diputado estoy para defender a mi secretario de Seguridad, el coronel Arturo Bermúdez”.
Frase frívola número dos: “Los robos a los bancos (refiriéndose a los 13 asaltos a bancos jarochos) existen desde el viejo oeste”.
Frase frívola tres: “Si los habitantes de Veracruz tienen miedo de salir de noche… que no salgan”.
Claro, Bermúdez le comisionó un par de escoltas, y un par de policías bancarios, y una patrulla del IPAX; así, cualquiera se envalentona.
Frívola, desde luego, la misma Ana Guadalupe Ingram. Una frase la define en tal eje rector: el caso Marijose Gamboa (su examiga, por cierto) hechos lamentables para todos los involucrados. Yo no tengo más que comentar al respecto”.
¡Ah!
EL MíS FRíVOLO DE TODOS
La más alta expresión de vanidad tuvo lugar el día del cumpleaños del cacique magisterial, Juan Nicolás Callejas Arroyo, 30 años como dueño de la sección 32 del SNTE.
Ese día, un diputado trajo la comedia tradicional de la sierra de Misantla y otro diputado contrató un mariachi y otros contrataron las bebidas y cerraron las oficinas del Congreso para festejar al coordinador legislativo de la bancada priista.
Su cumpleaños número cien para festejar la lucidez de un hombre entregado “en cuerpo y alma” a servir a la patria chica, seis veces diputado local y federal, siempre elegido por la vía pluri, sin hacer campaña, sin gastar un centavo y sin exponerse a la derrota en las urnas.
Petulantes, también, y timoratos, la mayoría priista y los diputados de partidos anexos, conexos y similares del PRI (una parte del PAN, PRD, PT, PV y Panal) haciéndose guajes con la iniciativa de ley de la Convivencia presentada por Cuauhtémoc Pola Estrada, el gemelo que es odiado por su carnal Tonapriuh Pola.
Frívolos, por mil caras, y miedosos… a que el arzobispo de Xalapa y los obispos de Veracruz los excomulguen si aprueban la boda de las parejas de la diversidad sexual en una tierra jarocha donde decenas de políticos gays, lesbianas y bisexuales despachan en oficinas públicas.
Otra de las ligerezas, claro, está en haber elegido tercer procurador de Justicia al egocéntrico, narciso, Luis íngel Bravo Contreras, cuya frase bíblica lo define tal cual: “Apenas tomé posesión… los carteles huyeron de Veracruz”.
DECISIONES LEGISLATIVAS PARA QUEDAR BIEN
Pero en donde la LXIII Legislatura mereció el Récord Guinness en frivolidad fue cuando aprobaron la denuncia penal del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, en contra de unos cuantos exalcaldes charalitos de municipios indígenas y campesinos por daño patrimonial, encubriendo a los grandes tiburones de norte a sur de Veracruz, muchos de los cuales fueron purificados en sus tesorerías por el químico contable, Mauricio Audirac Murillo, como por ejemplo, el caso más sonado, Alberto Silva Ramos en el Ayuntamiento de Tuxpan.
Petulancia también fue aquella iniciativa de la Barbie Guadalupe Ingram de poner el 21 de abril de 1914 en letras de oro en el Congreso, solo, solo, solo… para quedar bien, por órdenes superiores, con el secretario de Marina, por el llamado “Veracruz seguro” que cuesta 7 millones de pesos mensuales al erario y al momento los marinos rasos llevan varias quincenas sin cobrar.
Y/o como cuando entregaran la medalla Ruiz Cortines a un reportero que durante toda su vida ha servido al grupo gobernante en turno, sin jamás, nunca, ocuparse de los grandes pendientes sociales.
En todo caso, la LXIII Legislatura sobre reproduce el sentir y la concepción de gobernar y ejercer el poder de “Los niños infieles”, frívolos como cualquier luminaria de Hollywood, nada más que sin las candilejas que las han vuelto universales, como quien dice estrellitas de rancho. (lvr)
Rosendo De la Paz Zùñiga 03 Ago, 2014 - 11:50
Cuanta mugre