Amar la vida
•Amar a las personas
•Tarea de un reportero
EMBARCADERO: Para ser reportero, decía Martha Gellhorn, veinte libros publicados como enviada especial en diez frentes bélicos, la segunda esposa de Ernest Hemingway, ha de amarse la vida, primero, y luego enseguida, amar a las personas... Amar en el sentido más alto como significa el amor a los demás para empujar una vida mejor... Más, cuando el periodista empeña la vida en la crítica documentada, bien informada, a las tribus políticas y partidistas en el ejercicio
Luis Velázquez
del poder y en donde tantas desviaciones suelen existir en el manejo del presupuesto oficial…
ROMPEOLAS: Martha Gelhorn estuvo, entre otros lugares, en la guerra civil española… Y nunca reporteó la guerra al lado, digamos, de Francisco Franco, el dictador, sino de la población… Pero más aún, su objetivo reporteril era la tragedia humana que suele dejar toda guerra… Y si de pronto, reporteando escuchaba el llanto de un niño o una mujer en algún lugar por ahí, dejaba la libreta de taquigrafía a un lado y buscaba el origen del llanto… Y si era, por ejemplo, un niño llorando ante el cadáver de su señora madre muerta por una bomba, rescataba al niño y solo descansaba hasta entregarlo a la Cruz Roja, una guardería, una enfermera…
ASTILLEROS: “Yo quiero ver la vida desde el ser humano”, decía… Y cumplía, sin desviaciones… Por eso, sus crónicas sobre las crueldades de la guerra en la vida de las personas… Siempre, atrás del periodismo con ideales, sueños, utopías, principios y valores… A la guerra civil española, por ejemplo, llegó procedente de Estados Unidos con su maleta con 2, 3 muditas de ropa y 50 dólares… También estuvo en China, al lado de Chou-en-lai y Mao Tse Tung cuando eran guerrilleros… Y siempre del lado de los desposeídos y luchadores sociales…
ESCOLLERAS: Amaba entrañablemente la vida… Pero siempre, con sentido social… Nada de buscar riquezas, fortunas ni bienes materiales… Nada de tener una casita, un departamento, en Europa, Estados Unidos o América Latina… Una pluma, gran pluma, al servicio de los demás… Nada podía hacer para evitar el olor a pólvora y el río de sangre, pues, además, nunca ha sido la razón suprema de un reportero, sino por el contrario, dejar un testimonio de su tiempo…
PLAZOLETA: Los políticos y sus esposas la respetaban por su autoridad moral a partir, entre otras cositas, de la honestidad, pero también, por el ejercicio total de la libertad y la dignidad humana… Eran sus tres ejes de vida… Nada de lamer los pasos de un político ni menos tirarles incienso… Ni a ellos ni a las esposas… Marta Gellhorn amaba la vida desde el sufrimiento y el dolor en las guerras donde fue cronista en el frente de batalla, arriesgando la vida, igual que Ernest Hemingway en la Primera y Segunda Guerra Mundial y en la guerra civil española…
PALMERAS: Algunos de sus libros fueron traducidos al español y hay unos en el mercado libre, usados, leídos y releídos… Insólito: hay unos que cuestan mil doscientos pesos, además del pago del envío… Una película sobre su vida al lado de Hemingway está en HBO y ningún reportero se cansaría de verla una y otra vez, pues siempre se descubre un nuevo filón informativo como brújula de vida… En Internet, muchos artículos hablan sobre ella… En el filme la interpreta Nicole Kidman al lado de Clive Owen interpretando a Hemingway… Ellos cubrieron varias guerras, pero nunca sobrevivieron a la guerra entre ellos… Y el matrimonio descarriló cuando a la vida de Hemingway llegó su última y cuarta esposa…