Ternura política
•El Siervo de la Nación
•Manuel Ladrón
ESCALERAS: En Notiver (domingo 27 de septiembre, Amlo en Veracruz) fue publicada una foto que llena de ternura. Un hombre está en un acto público con un chaleco, sin mangas, color café. En la espalda luce la siguiente leyenda: “Servidor de la nación” y las fotos de Hidalgo, Morelos, Juárez, Madero y Lázaro Cárdenas, como se miran todos los días en el templete de la mañanera en Palacio Nacional.
Luis Velázquez
El hombre, característico de su personalidad, tiene las manos metidas en el pantalón. Y mira. Observa. Escudriña. Echa tijera. Repasa las cosas.
Es Manuel Ladrón de Guevara, delegado federal de López Obrador, el Señor Presidente.
PASAMANOS: El delegado utiliza el mismo chaleco que miles de servidores de la nación en el país.
Lo más indicativo es lo siguiente: todos ellos están seguros, convencidos, de que, en efecto, son “Siervos de la nación”, aquella declaratoria de José María Morelos, quien en las noches de campaña, igual que su maestro Miguel Hidalgo, merodeaba en el campamento buscando una mujer indígena o campesina que lo acompañara en las noches y las madrugadas, empiernados.
Tanto que, por ejemplo, Morelos, el gran Siervo de la Nación, embarazó a su trabajadora doméstica y procrearon un hijo, Juan Nepomuceno Belmonte, y a quien Morelos le negara el apellido, pero lo enviara a estudiar en Estados Unidos, y de allí saliera admirador de Maximiliano de Habsburgo, de quien se volvió siervo de la nación para destituir a Benito Juárez.
CORREDORES: Así camina el delegado federal en Veracruz. Gran siervo de la nación.
De entrada, es congruente con su pasado estudiantil cuando cursaba la carrera de Sociología en la Universidad Veracruzana y era bragado y entrón, crítico.
Tiempo cuando sus amigos, entre otros, eran los reporteros José Murillo e Ignacio Ramírez, ya fallecidos, y con quienes soñaba con el paraíso socialista en noches de farra.
BALCONES: Más que siervo de la nación, es siervo de López Obrador, de igual manera como, por ejemplo, está claro que más que 4T es López Obrador.
Y por eso mismo, más que lealtad a la 4T es lealtad a ciegas… al presidente de la república, el jefe máximo, el tlatoani… en el país de un solo hombre.
El delegado, entonces, es uno de los siervos de López Obrador en Veracruz, pues muchos otros hay.
Por ejemplo, el más conspicuo, el góber del machete y la moruna cortando el monte en lotes baldíos oficiales.
PASILLOS: Muchas razones de conciencia y laboral tiene el delegado para su “lealtad a ciegas” a López Obrador.
Por ejemplo, fue su diputado federal, y de allí, brincó a la jefatura del programa de vivienda cuando el tabasqueño fue Jefe de Gobierno en la Ciudad de México, en tanto, y al mismo tiempo, el diputado Amado de Jesús Cruz Malpica se desempeñaba en otro cargo defeño en la Central de Abastos.
VENTANAS: En la revolución, los campesinos pegaban una estampita de la Virgen de Guadalupe en la portada del sombrero de ala ancha, seguros de que la morenita del Tepeyac detendría las balas y disparos de cañones en su contra.
Ilusos, significa que con un chaleco con la leyenda de “Siervo de la Nación” y los rostros de los 5 héroes patrios de López Obrador se garantiza la impecabilidad en la vida pública.
Pero, bueno, lo importante es tener un ideal, un sueño, una utopía, una ilusión, una quimera, para andar en la vida y por la vida, y creer que así, por arte de magia, se purifican.
Es el show. El espectáculo. El fuego pirotécnico. Simple y llanamente, “agarrar de tonta a la gente”.