Un año sin pista alguna de los desaparecidos de Ixtaczoquitlán
NOÉ ZAVALETA/Tomado de Crónica de Xalapa
“No queremos que nos dejen solos, es un año sin saber nada de mi niño, pero por la pandemia se canceló cualquier intención de búsqueda”, clama Angelica Aguilar Victoriano, madre de Fernando José Trejo de 18 años, quien desapareció en un retén policiaco junto con el empresario, Ciro ílvarez Cantor y el carpintero, Martin Flores.
A casi un año de la desaparición de su hijo y de dos personas más, Angélica Aguilar habla desde la congregación Exhacienda de Tuxpango donde vivía José Trejo, quien apenas dos días antes había entrado a trabajar al negocio de Ciro ílvarez en Coscomatepec a 38 kilómetros de distancia de su hogar.
“Estoy desesperada, ya pasó mucho tiempo. Un año, no hay ni una sola pista, es un martirio estar viviendo así día a día”.
El 11 de octubre del 2019, sonó el celular de un familiar de Ciro ílvarez Cantor ”“desaparecido el día 8 de octubre cuando fue detenido en un retén policíaco entre Zapoapan y Campo Chico, zona rural de Ixtaczoquitlán-, una célula del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) les dijo: “Hijos de su puta madre si quieren volver a ver con vida a sus seres queridos (Ciro desapareció junto con el joven Fernando José Trejo Aguilar y Martín Flores Medina) tienen que depositar 150 mil pesos”.
La historia suena fantasiosa, pero así sucedió, a las tres personas los detuvo la Policía Municipal, y ahí se perdió rastro de ellos, pero fue el Cártel de Jalisco quien se encargó de intentar negociar un posible rescate.
Angélica Aguilar asegura que cuando desapareció su hijo llevaba un mes sin trabajo y cinco días antes de su desaparición consiguió empleo en el Restaurante Bar Yei para hacer trabajos de remodelación en Coscomatepec. Su familia no estuvo de acuerdo por la lejanía del lugar, 38 kilómetros de distancia a su casa. Trejo insistió pues había que pagar una moto que sacó a crédito en Elektra, se contactó con el carpintero Martín Flores y el empresario cafetalero y dueño del bar, Ciro ílvarez. Comenzaron a trabajar.
El 8 de octubre familiares de Ciro y Fernando reportaron que a las cinco de la tarde tuvieron comunicación con ellos. Regresarían de Fortín hacía Coscomatepec, pero a las 6:30 de la tarde se perdió la comunicación. Dos testigos ”“uno de ellos ya declaró en la Fiscalía Regional- reportaron que vieron la camioneta Durango en la que viajaban las tres personas desaparecidas intervenida en un retén policíaco a la altura del “Puente del Río Apestoso”. Desde ahí se perdió la comunicación con ellos.
Familiares de los tres desaparecidos acudieron al Mando Único, al C-4, a la Fiscalía, a hospitales y a la Cruz Roja, levantaron un reporte al 911, y nada… Ni una pista.
En el rescate solicitado, los familiares de Ciro ílvarez “juntaron” 80 mil pesos, cincuenta mil los depositaron en una sucursal de Citibanamex y luego hicieron seis pagos de cinco mil pesos en una tienda Oxxo. Hecho el pago, los secuestradores insistieron en que querían más dinero. Un día después, cortaron la comunicación.
En Ixtaczoquitlán, una cabecera enclavada en las montañas de Veracruz con más de 75 mil habitantes, 10 personas desaparecieron en octubre del 2019, cumplido un año, ni la Fiscalía General del Estado, ni el Gobierno de Veracruz han podido dar con su paradero, reclaman familiares de los desaparecidos.
El único avance que hay es una orden de aprehensión en contra del Director de la Policía Municipal, Octavio Alejandro Pérez y dos policías municipales detenidos, aún así, las búsquedas de las diez personas ha quedado cancelada por la pandemia.
“Pedirle al gobierno que no nos deje solos, que nosotros estamos dispuestos a hacer lo que ellos nos digan; si hay que ir a algún lado en búsquedas, o lo que se tenga que hacer… nosotros estamos dispuestos a lo que sea”.
Según la carpeta de investigación FEADPD/ZCC/1/098-2019, se indagan posibles lazos de este órgano policíaco con el CJNG, célula criminal que disputa con Los Zetas el trasiego de droga, cobro de piso, robo de combustibles, secuestro y extorsiones, en las altas montañas de Veracruz, en los municipios de Ixtaczoquitlán, Fortín de las Flores, Orizaba, Nogales, Acultzingo, Zongolica, Córdoba, Ixhuatlán del Café, Huatusco, Rio Blanco, Coscomatepec, Chocaman y Ciudad Mendoza.
En la otra desaparición masiva, siete comerciantes oriundos de Río Blanco y Ciudad Mendoza “desaparecieron” el 26 de octubre, luego de haber sido detenidos en un retén de policías municipales y estatales.
Esta desaparición forzada se realizó en varios actos: Por “conducir con temeridad”, Joel Reyes fue detenido junto con tres de sus trabajadores (Humberto Gil García, Daniel García Reyes y Ricardo Montesinos Núñez), además de un chofer cuando viajaban en un taxi luego de dejar la camioneta Van en Ciudad Mendoza repleta de mercancía.
Al día siguiente, Luis Carrera y Jorge Reyes ”“hermano de Joel- acudieron a pagar la multa de los comerciantes, los acompañó Jorge Alducin, trabajador de los comerciantes, y el abogado Eloy Servín López. Llegaron a la comandancia municipal, pagaron la multa y avisaron a sus familiares que ya había acabado todo y que ya iban de regreso a casa. Hasta ahora, ninguno de los siete comerciantes ha vuelto.